Mauricio Jalife

Plan México: reconstrucción del ecosistema de innovación

La sola introducción del objetivo de mejorar los tiempos de concesión de patentes en el Plan México es un estímulo fundamental para revertir años de indiferencia hacia el sistema de Propiedad Intelectual.

Lograr saltos cuánticos en la producción de tecnología en una institución, una región o un país supone cambios sustanciales en una larga serie de aspectos que inciden en el fomento de un objetivo tan complejo, además de periodos sostenidos de políticas públicas orientadas a la construcción de un ecosistema de innovación. Frente al ambiente económico, la innovación es claramente un factor de impulso, pero es claro también que, en ambientes de crecimiento económico, la innovación tiene mejores condiciones para germinar.

Ejemplos de esta clase de grandes saltos han sido experimentados en casos como el Japón de la posguerra, la Corea de las décadas iniciales de este siglo y la China de la última década. Este país ha pasado de ser el mayor falsificador del mundo a ser líder en patentes en escasos 3 lustros. Otros líderes mundiales en innovación, en cambio, históricamente han basado su desempeño en una sólida infraestructura industrial y académica orientada totalmente a favorecer la producción, protección y comercialización de tecnología, como los casos de Estados Unidos y Alemania.

Es poco probable que nuestro país pueda, en corto tiempo, mejorar sustancialmente los bajos índices que muestra en materia de innovación, pero los cambios que se están introduciendo apuntan al inicio de una nueva época. La sola introducción del objetivo de mejorar los tiempos de concesión de patentes en el Plan México es un estímulo fundamental para revertir años de indiferencia hacia el sistema de Propiedad Intelectual. En forma inmediata, el IMPI ha implementado medidas para ampliar su capacidad de respuesta, contratando nuevos examinadores y ofreciendo a los solicitantes nacionales tiempos recortados para la obtención de una patente.

Mejorando este punto en particular, todo el sistema percibirá los beneficios de obtener patentes en tiempos breves que, por una parte, potenciarán la posibilidad de que tecnologías emergentes puedan conseguir el necesario financiamiento para apoyar su llegada al mercado y, por otro lado, estimularán a los inventores mexicanos con el mejor premio que existe en esta materia: obtener una patente.

El otro elemento que ya está en juego y que incidirá favorablemente en el clima de innovación en nuestro país es el combate frontal a la piratería. Un sistema que otorga derechos, pero no les dota de eficacia haciendo valer su exclusividad, pierde credibilidad y rompe el círculo virtuoso de la Propiedad Intelectual. Aun cuando suele pensarse en marcas internacionales como víctimas únicas de la piratería, existen cientos de casos de Pymes mexicanas que, en etapas tempranas de desarrollo de productos novedosos, son parasitadas por copias y falsificaciones que cancelan sus oportunidades de desarrollo.

Quienes saben de innovación entienden que la de tipo incremental permite dar grandes saltos a partir de pequeños avances constantes. Bajo esa premisa, estos pasos anuncian un cambio fundamental.

COLUMNAS ANTERIORES

Surgen nuevos modelos en franquicias
Nuevo acuerdo IMPI-Cofepris para patentes de medicamentos

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.