Política para A’Mar

El boom que no fue para ellas

Taibo II habló, sin querer, del techo que aún pesa sobre las escritoras.

“Si partimos de la cuota, un poemario escrito por una mujer, horriblemente asqueroso de malo, por el hecho de haber sido escrito por una mujer, no merece que se lo mandemos a una sala comunitaria en mitad de Guanajuato” esa fue una de las respuestas de Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica (FCE), en la mañanera del jueves de la semana pasada.

El funcionario acudió a Palacio Nacional para presentar un nuevo proyecto con el que el Fondo – en colaboración con gobiernos nacionales y provinciales de la región – va a entregar de forma gratuita 2.5 millones de libros en 14 países de Latinoamérica. Se trata de títulos de autores representantes del Boom Literario de los años 60 y 70. Como parte de su presentación, mostró la lista de obras y de las 27 plumas elegidas donde solo siete son mujeres.

Esto provocó el comentario de una periodista que recordó que varias mujeres que estuvieron en el Boom fueron invisibilizadas y preguntó si se contempla incluirlas en estas bibliotecas. Esta intervención provocó la réplica que aparece al inicio de esta columna. Una que pone en el centro un problema estructural: la invisibilización de las mujeres en la literatura.

La reacción de Taibo II, además de desatinada, refleja una visión que mantiene la marginación de las escritoras, al tiempo que ignora el contexto histórico de la literatura en Latinoamérica y las dinámicas de poder existentes en esta disciplina.

El Boom logró el reconocimiento internacional de la literatura latinoamericana, con obras que combinaban realismo mágico, experimentación formal y una profunda exploración de las identidades de la región. En 100 años de Soledad de García Márquez, Remedios la Bella, una joven de hermosura sobrenatural asciende al cielo mientras dobla las sábanas en el patio de su casa. Rayuela, de Julio Cortázar, tiene una narrativa interactiva y una estructura no lineal: se invita a que el lector elija el orden de lectura de los capítulos. La Ciudad y los Perros, de Mario Vargas Llosa, disecciona la identidad masculina y las jerarquías sociales de Perú ¿y las autoras?

También hay ejemplos de ellas, como La casa de los Espíritus de Isabel Allende, donde Clara, una de las protagonistas, tiene habilidades clarividentes desde niña. En Los recuerdos del Porvenir, de Elena Garro, se utiliza al pueblo de Ixtepec como un narrador colectivo que observa y relata los eventos, una voz omnisciente que da vida al lugar como un personaje; al tiempo que la novela alterna al presente y al pasado. En Casa de Campo, de Rosario Castellanos, se explora la identidad mexicana a través del choque entre terratenientes ladinos y la población indígena tzotzil en Chiapas.

Gran parte de las obras de esta corriente abordan temas universales desde una perspectiva regional, con lo cual se rompen las tradiciones literarias previas y se logra conquistar el mercado internacional. De ahí su importancia. Sin embargo, el Boom fue, como lo señaló Taibo, “muy mayoritariamente masculino” ¿Por qué?

Las editoriales de la época, dominadas por hombres, priorizaban plumas masculinas, relegando a las mujeres a roles secundarios o a géneros considerados “menores”, como la poesía o la literatura infantil. Las escritoras enfrentaban barreras estructurales: menos acceso a redes literarias, escasa promoción y un entorno cultural que las confinaba al ámbito doméstico. Autoras como Clarice Lispector o Silvina Ocampo, que hoy son reconocidas como maestras, fueron subvaloradas en su tiempo, publicadas en editoriales pequeñas o relegadas a circuitos marginales. El comentario de Taibo, que parece defender la “calidad” sobre la “cuota”, ignora estas dinámicas históricas.

La selección del FCE repite el sesgo del Boom. Además, la respuesta de su actual director es un recordatorio de la importancia de integrar la perspectiva de género desde el diseño de los proyectos culturales, de elegir a una persona con la capacidad de tomar en cuenta esas desigualdades estructurales que las mujeres hemos enfrentado por años.

X: @marlenemizrahi

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