Razones y Proporciones

Los misterios del peso

La trayectoria alcista del tipo de cambio puede explicarse mediante la condición de equilibrio conocida como “Paridad de Poder de Compra (PPC)”.

Desde 1995, cuando inició el régimen de libre flotación en México, el tipo de cambio del dólar en términos de pesos ha mostrado dos características. La primera ha sido una tendencia de largo plazo al alza, es decir, una depreciación del peso, interrumpida durante ciertos lapsos. La segunda ha sido una marcada volatilidad en torno a esa tendencia.

La trayectoria alcista del tipo de cambio puede explicarse mediante la condición de equilibrio conocida como “Paridad de Poder de Compra (PPC)”, que generaliza para una canasta de bienes el principio de que, en ausencia de costos de transporte y barreras comerciales, un bien idéntico debe tener el mismo precio en dos mercados distintos cuando se expresa en una misma moneda.

Por ejemplo, si una misma televisión cuesta 10 mil pesos y 500 dólares, el tipo de cambio debería ser 20 pesos por dólar. Cuando esta relación no se cumple, surgen incentivos para el arbitraje, lo que provoca ajustes en los precios o en el tipo de cambio hasta restablecer el equilibrio.

La aplicación generalizada de este principio en términos de variaciones en el tiempo se conoce como PPC relativa, que establece que la depreciación del peso tiende a reflejar la diferencia de inflaciones entre los dos países.

El tipo de cambio promedio aumentó de 6.75 en octubre de 1995 a 18.42 en octubre de 2025, un incremento de más de 2.7 veces. De octubre de 1995 a septiembre de 2025, la inflación acumulada en México fue de 563.4 por ciento, mientras que la de Estados Unidos alcanzó 111.3 por ciento. Según la PPC relativa, el tipo de cambio en octubre de 2025 habría sido de 21.20 pesos por dólar. Si bien este nivel se observó en octubre de 2020, desde entonces se registró una trayectoria discontinua hacia la apreciación, que llevó al tipo de cambio, cinco años después, a ubicarse 2.78 pesos por debajo de dicha referencia.

Este cálculo nos recuerda que la PPC relativa suele cumplirse más como orientación que como predicción exacta. A su imprecisión contribuyen numerosos factores, entre ellos la presencia de bienes no comerciables y distintas barreras al comercio.

Más difícil resulta explicar la variabilidad del tipo de cambio alrededor de la tendencia descrita. Al tratarse del valor relativo entre dos monedas, en un régimen flexible el tipo de cambio se determina por la oferta y la demanda en el mercado de divisas.

La disposición relativa a mantener pesos puede obedecer a un sinnúmero de factores que interactúan de forma compleja, considerando que se trata de una moneda ampliamente negociada en los mercados globales. La encuesta trianual de los bancos centrales sobre los mercados de divisas y de derivados no estandarizados, realizada en abril de 2025 por el Banco de Pagos Internacionales (BIS), ofrece tres datos particularmente relevantes sobre la magnitud de las operaciones con el peso.

Primero, el volumen diario de operación del peso alcanzó 153 mil millones de dólares, lo que lo ubicó como la decimocuarta moneda con mayor operación en el mundo y la tercera entre las economías emergentes, solo por debajo del renminbi chino y la rupia india.

Segundo, el 82 por ciento de las transacciones con el peso se realizó fuera del territorio nacional. La mayor parte ocurrió entre contrapartes no residentes, por lo que no se registró en la balanza de pagos de México.

Tercero, solo el 38 por ciento de las operaciones fue al contado; el resto involucró productos derivados: en orden de importancia, swaps, forwards y opciones.

Estos datos permiten descartar algunas explicaciones de la evolución del tipo de cambio basadas en ciertos rubros de la balanza de pagos. Un caso frecuente es el de las remesas que, en el segundo trimestre de 2025, registraron un promedio diario de aproximadamente 170 millones de dólares, equivalente al 0.1 por ciento del volumen operado globalmente.

No es posible establecer de manera comprensiva y con certeza las causas de la apreciación del peso en los años recientes. No obstante, una conjetura razonable consiste en recurrir a los factores tradicionalmente identificados como determinantes de la demanda relativa de monedas, entre ellos el diferencial de tasas de interés y de crecimiento prospectivo.

El apretamiento monetario del Banxico, más severo que el del Fed y que impulsó las operaciones de carry trade, pudo haber contribuido al primer factor; mientras que el entusiasmo inicial por las posibilidades del nearshoring en México y el posterior deterioro de las perspectivas estadounidenses frente al proteccionismo probablemente influyeron en el segundo. Obviamente, ambos factores podrían desaparecer e incluso revertirse, lo que acercaría el tipo de cambio a su tendencia de depreciación de largo plazo.

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