El 11 de junio, el Banco de México presentó su Reporte de Estabilidad Financiera. Vale la pena darse una vuelta y ver qué dice. Está muy bien hecho. Ahora Banxico, al igual que la OCDE, nos da ligas con archivos para hoja de cálculo con todos los datos que usa en sus gráficas. Muy impresionante trabajo. Felicidades a nuestro banco central. Son de primera. Banco de México es la institución nacional que produce análisis económico de más alto nivel.
En otras entregas de esta columna para El Financiero, hemos dicho que el riesgo relativo de México ha disminuido, dado que los vecinos simplemente no dan pie con bola en sus políticas fiscales, monetarias, comerciales y económicas en general.
La inflación en México parece bajo control: 3.72 por ciento para el primer trimestre, aunque mayo mostró 4.42 por ciento, lo cual quizá indica que la expectativa es a la alza. La tasa de política monetaria está en 8.5 por ciento y es probable que siga bajando, lo cual tiene lógica, dado que el riesgo relativo de México con respecto al mundo bajó. Lo anterior, no porque hayamos hecho nada especial. El mundo aumentó su riesgo y México se quedó igual, por lo cual nuestra tasa de política monetaria correspondía a un riesgo relativo que ya no tiene México y hay espacio para bajarla, y un montón.
El financiamiento a la economía aumentó, y llegó a 101 por ciento del PIB. De esto, el 58 por ciento lo absorbió el gobierno, 21 por ciento empresas no financieras, y el resto (22 por ciento del PIB) los hogares, en consumo y vivienda. La morosidad en la cartera de consumo de los hogares disminuyó, pero la morosidad en créditos hipotecarios aumentó. Sin embargo, esto último no preocupa al Banxico, porque venía de niveles históricamente bajos. También bajó la morosidad de las empresas. Vislumbran riesgos para algunas de las empresas listadas en bolsa, pero las condiciones se mantienen estables.
El banco ve cuatro fuentes de riesgos: uno, el debilitamiento de las economías global y mexicana; dos, posibles sorpresas en las condiciones financieras globales; tres, ajustes en las calificaciones crediticias de emisores de deuda nacionales; y cuatro, algún evento sistémico que comprometa la salud del sistema financiero global.
Todo lo anterior, podría usted haberlo leído en el resumen de 2 páginas que publicó el Banco en su sitio web. Quizá, por el conflicto bélico entre Irán e Israel y otras noticias, como la reunión del G7, el reporte del Banco de México no ganó mucha atención noticiosa. Como me decía un colega economista de la UDLAP en días pasados, no somos una economía en crisis. Estamos en una economía estancada, en la cual no hay crecimiento económico.
En otras entregas, vimos que los mercados de bonos gubernamentales de Estados Unidos, Alemania, Japón y Gran Bretaña están ofreciendo una mejor tasa, mientras que la tasa mexicana se muestra estable. El reporte de Banco de México muestra a las monedas latinoamericanas y a las monedas de economías avanzadas (DXY) excepto el dólar, en el rango de la apreciación, mientras que las monedas de Europa y África y el yen japonés están en el territorio de la depreciación cambiaria respecto al dólar. Otras monedas asiáticas parecen estar en el territorio de estabilidad, al igual que el peso mexicano, aunque nuestro instituto central percibe ciertos riesgos de inestabilidad cambiaria. En el primer trimestre del año, las empresas mexicanas operaron más con derivados de tipo de cambio, lo cual es una señal de preocupaciones respecto a la estabilidad del tipo de cambio, derivada de la incertidumbre en la política arancelaria de los Estados Unidos.
El reporte revela que aumentó ligeramente la probabilidad de incumplimiento sobre créditos de nómina y préstamos personales, pero dice que estos están en niveles moderados y que están asociados a los créditos de cadenas comerciales.
La economía se ve lenta, pero bien. A pesar de todo, se mueve. Mientras no haya más sorpresas desde la Casa Blanca, hay buenos prospectos para México. Ojalá no se nos compliquen otras cosas, como la política y las instituciones.
Posdata: un grupo de estudiantes de la UDLAP obtuvo el segundo lugar en el Reto Banxico, dentro de casi 300 equipos participantes. Felicito aquí a los integrantes del equipo UDLAP: Pamela Flores Malpica, Juan José Benítez Bedolla, Emilio González Barrera, Elías Luna Ramos y Bruno Alejandro Meza Morúa. Gracias al Banco de México por organizar este importante concurso que amplía el conocimiento macroeconómico en México.