Es común pensar que países que gastan mucho en milicia no construyen un estado de bienestar, y viceversa.
Esta era la tesis de Trump. Decía que Europa debía gastar más en defensa, para cumplir con la OTAN, que pide que cada país invirtiera 3 por ciento del PIB. Ya nadie quería gastar en defensa en el mundo avanzado, porque pensaban que las guerras eran cosa del pasado, hasta que Vladimir Putin decidió invadir Ucrania.
Como nos gustan los datos objetivos y no andar de habladas, nos pusimos manos a la obra. Construimos una matriz sobre gasto militar como porcentaje del PIB, tasa de mortalidad infantil y porcentaje de la población que llega a vieja. Mortalidad infantil y población que llega a vieja son variables que aproximan el bienestar.
Los años usados fueron 2020 para el gasto militar, 2018 para la mortalidad infantil y 2016 para población anciana (mayor de 65 años). Todo salió de CountryData en Mathematica. Si alguien quiere ver el ejercicio, sígame en Twitter: @mjmolano.
La correlación entre las variables es débil. Gasto militar correlaciona en 2 por ciento con mortalidad infantil, y en -17 por ciento con población adulta mayor (la probabilidad de envejecer en un pueblo guerrero es menor). Población adulta mayor correlaciona al -33 por ciento con mortalidad infantil. En la medida en que los países tienen mucha mortalidad infantil, la probabilidad de llegar a viejo baja. Los países con muchos viejos tienen tasas bajas de mortalidad de niños.
Correlaciones no implican causalidades. Pero, si hago una regresión lineal que me explique el gasto militar con mortalidad infantil y porcentaje de la población que es anciana, resulta significativa. Por supuesto, solamente 13 por ciento de la explicación está ahí. El gasto militar depende de muchas otras cosas más (teorizando, se me ocurre: propensión bélica histórica, vecinos guerreros, activos vulnerables, conflictos no resueltos, avance democrático, libertades sociales, tamaño de la industria de armas, capacidades militares, dispersión territorial, entre otros). Si la milicia no tiene dinero porque el país hizo escuelas y hospitales, eso puede ser importante. Ese es el argumento de esta regresión. Trump tenía un poco de razón. Europa se gastó los recursos en construir un estado de bienestar y esperaba que Estados Unidos siguiera fondeando el déficit de la OTAN.
Por otro lado, no funciona a la inversa. El desenlace de mortalidad infantil no puede explicarse con el gasto militar. El porcentaje de adultos que superan los 65 años, tampoco. Si los países se gastaron el dinero en la milicia, ello no interviene en sus desenlaces de bienestar. Es más fácil que las familias resuelvan su problema de bienestar de manera privada. El problema de seguridad, no. Seguramente hay casos extremos; Rusia, por ejemplo. A don ‘Vladi’ el bienestar de su población le importa un comino. Su país es una gasera con ejército que gasta mucho en ambos negocios y poco en su población. Pero, en el promedio, producir bienes públicos de defensa no genera pérdidas en bienestar.
Conclusión: EU no tiene excusa para no tener un estado de bienestar como el de Europa. Europa debe cumplir con la OTAN.
En los bienes públicos hay economías de escala. La OTAN es una externalidad positiva para los miembros. Por eso Ucrania quiere estar ahí. México, y otros países, deberíamos pedir nuestro ingreso. Así como los ucranianos necesitan hoy de la OTAN, México podría necesitar apoyo para resolver el tráfico de drogas y su violencia.
También hay economías a escala en salud. Hay aprendizajes tecnológicos. Podrían construirse sistemas de reaseguro globales para la seguridad social. Podrían estandarizarse procedimientos y compartir información de costos. En lugar de varios sistemas de salud pública, cada país podría tener uno que cumpla con un estándar global, y que se vincule a una póliza de aseguramiento internacional. Que cada ciudadano pague lo que pueda pagar para recibir un estándar de servicio más alto, pero que el ciudadano más pobre siempre pueda tener un estándar mínimo que se parezca, en Francia y en México.
Un buen amigo, HIV-positivo, me dice que el estándar de cuidado de la clínica pública de CDMX donde recibe su tratamiento es comparable al que reciben amigos en Inglaterra. Esto demuestra que el subdesarrollo no debería ser óbice para tener servicios de salud razonables. En seguridad hay un argumento parecido. México y Ucrania no podemos ser el eslabón débil y vulnerable que comprometa la seguridad de todos.
Tener instituciones globales que nos ayuden a mejorar en bienestar y seguridad debería ser un imperativo para el mundo. Para Europa y Estados Unidos; para Ucrania y para México. Todo lo demás (hacer trenes y refinerías con dinero público, por ejemplo), sale sobrando.