Fuera de la Caja

Crueldad

El presupuesto se equilibra, desde el sexenio pasado, ahorcando a Agricultura, Comunicaciones, Educación y Salud, para con ello poder mover recursos a Bienestar, Trabajo, Turismo (Tren Maya), Defensa y Marina.

Difícil escribir en estos días. Por un lado, el destape de la cloaca llamada “huachicol fiscal”; por otro, la caída consistente de la actividad económica; para cerrar, un paquete económico para el próximo año que parece no considerar los dos fenómenos mencionados.

Se detuvo a un vicealmirante (equivalente a general de brigada, segundo puesto de la jerarquía), que es además sobrino político del anterior secretario de la Marina. Junto con su hermano, es acusado de encabezar la organización dedicada al tráfico de combustibles. Habían sido denunciados hace meses, por un contraalmirante, que fue asesinado poco después. En esta semana, han muerto dos capitanes de navío (equivalente a coronel): uno por suicidio, otro por accidente en práctica de tiro.

La conexión entre estos marinos, las aduanas y gobiernos locales no parecen ser independientes de la red de financiamiento de Morena, por la que se ha acusado a Mario Delgado, hoy secretario de Educación Pública. Del lado de las aduanas, los nombres son demasiado cercanos al expresidente como para ser considerados como casualidad. Los colegas expertos en estos temas seguramente nos informarán conforme las investigaciones avanzan, pero se trata de la trama de corrupción más seria que yo recuerde.

Los datos económicos son cada día más preocupantes, aunque haya varios colegas que están apostando a que el consumo (el gasto más grande en la economía) ya habría tocado fondo, y se podría pensar en un ligero crecimiento para este año. No está tan claro eso: de acuerdo con los datos del IMSS, quitando a los trabajadores de plataformas digitales que han sido asegurados en contra de su voluntad, en agosto se perdieron más de 100 mil empleos, y el crecimiento anual es ya negativo en casi -1%. Con las remesas cayendo ligeramente, no parece que haya cómo sostener el consumo que algunos esperan.

Del lado de la inversión, el desplome en la producción de vehículos pesados es impresionante. En los últimos tres meses, la caída anual ha sido de -36%, -55% y -62%. No sólo es un derrumbe, sino que sigue creciendo.

Con este tipo de cifras, la apuesta de la Secretaría de Hacienda a un crecimiento de 1% en este año y 2.3% para el próximo no parece que pueda cumplirse. Pero, como habíamos platicado el lunes, simplemente no hay cómo cerrar las cifras. Las pensiones se llevan ocho puntos del PIB y el gasto no programable un tanto igual. Para pagar sueldos se necesitan cinco, y entre inversión y reparto de recursos a estados y municipios (aportaciones), otros cinco. Pero eso suma 26 puntos del PIB, que es un gasto mayor al de este año, aun sin dedicarle un peso adicional a la inversión, que hoy está en su mínimo histórico.

Apostando al crecimiento del próximo año, Hacienda puede estimar ingresos del orden de 22 puntos, así que nada más le van a faltar cuatro. Para este año, un poquito más; para el próximo, un poquito menos, y a esperar que nadie ponga en duda la capacidad de pago del gobierno. Es decir, que algún analista ocioso se pregunte cómo podría Pemex producir más sin pagar a sus proveedores, que son los que trabajan, o que empiece a dudar de los creativos instrumentos de Luxemburgo que son deuda que no es deuda.

El presupuesto se equilibra, desde el sexenio pasado, ahorcando a Agricultura, Comunicaciones, Educación y Salud, para con ello poder mover recursos a Bienestar, Trabajo, Turismo (Tren Maya), Defensa y Marina. Es decir, se pone en riesgo la alimentación, se abandona la infraestructura, y se sacrifica el capital humano, para poder comprar votos y tener a los militares contentos.

En el contexto del “huachicol fiscal”, queda claro que nunca habíamos tenido un gobierno tan cruel con la población, y tan peligroso para la seguridad nacional. Es cuanto.

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