Fuera de la Caja

4 de julio

Con la fundación de Estados Unidos se crea la figura del presidente, pero también el federalismo en su versión moderna. Esto llevará a muchas naciones latinoamericanas a replicar esas figuras al independizarse

Hoy, mi papá cumple 90 años, de manera que este artículo va como parte de la felicitación que afortunadamente le daré en persona.

También hoy, Estados Unidos cumple años, 249. Este cumpleaños ocurre en uno de los momentos de más división en ese país, apenas por debajo de la Guerra Civil que conocemos como la Guerra de Secesión (1861-1865).

Como muchos países, Estados Unidos celebra el momento en que declararon su independencia, que no coincide ni con el inicio de enfrentamientos, ni con el fin de ellos. El 4 de julio de 1776 se publicó la Constitución con base en la cual las colonias británicas decidían conformarse en un nuevo país y separarse de la Corona Británica.

Habían ocurrido enfrentamientos por varios años, pero cada colonia había actuado más o menos por separado, especialmente alrededor de los intentos de Gran Bretaña de recaudar más. De ahí, la famosa frase “No taxation without representation” (no al pago de impuestos sin representación).

El origen de la Independencia de Estados Unidos, lo mismo que el de la Revolución Francesa, e incluso de las independencias latinoamericanas, hay que buscarlo en el primer enfrentamiento global de la historia: la Guerra de los Siete Años (1756-1763).

Se trató de una lucha entre Prusia y Austria, en el centro de Europa, y de Francia contra Gran Bretaña, literalmente en todo el resto del mundo. Por cuestiones familiares (ambos países estaban gobernados por borbones) España apoyó a Francia. Al final, Prusia logró consolidarse, pero especialmente Gran Bretaña consiguió el control de los mares del mundo. Todos acabaron quebrados.

Para sanear sus finanzas, los británicos decidieron incrementar los impuestos a sus colonias, lo que provocó una rebelión en Norteamérica. Sin embargo, esta rebelión pudo convertirse en una guerra en forma gracias a que los colonos habían aprendido a pelear en la Guerra de los Siete Años, que en Estados Unidos se conoce como Guerra de los Franceses y los Indios.

Como parte del enfrentamiento global, en lo que ahora es Estados Unidos hubo enfrentamientos entre los colonos británicos y los franceses, que ocupaban entonces no sólo parte de la actual Canadá, sino la Luisiana, que no era el pequeño estado actual, sino una franja de territorio alrededor del Mississippi que llegaba hasta los Grandes Lagos, y prácticamente bloqueaba el oeste para las colonias británicas.

La población indígena participó en la guerra en ambos lados. La Confederación de las Cinco Naciones (luego Seis), mejor conocida como los Iroqueses, participaron del lado británico, y hay una gran posibilidad de que haya sido en esa relación que George Washington haya aprendido acerca del federalismo.

Con la fundación de Estados Unidos se crea la figura del presidente, pero también el federalismo en su versión moderna. Esto llevará a muchas naciones latinoamericanas a replicar esas figuras al independizarse: es el origen del presidencialismo y federalismo que tantas dificultades nos ha traído, porque trasplantar instituciones no es un asunto trivial.

La Independencia de Estados Unidos fue apoyada por Francia y España, en venganza por la derrota de los Siete Años. De hecho, España aportó dinero (que en realidad pagamos los de Nueva España) que nunca se recuperó. Como sea, Luisiana quedó en manos de España por un tiempo, regresó a Francia, y fue Napoleón quien la vendió a Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos. Una vez que la nueva nación cruzó el Mississippi, ya no había barrera natural que los detuviera. Menos de 50 años después, ocuparon los territorios que habían sido de Nueva España y eran entonces mexicanos, alcanzando el tamaño que ahora tienen, ocho millones de kilómetros cuadrados (sin contar Alaska e islas). Prácticamente un continente, con costas en dos océanos, amplias extensiones fértiles, y una construcción política que ha sido la envidia de muchos.

Ojalá de aquí al cumpleaños 250, ese país se reencuentre.

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