Fuera de la Caja

Oro

El desorden causado por Trump ha provocado una caída del dólar de las bolsas de valores de Estados Unidos, sin que las tasas de interés de mediano plazo se reduzcan.

A los datos negativos del consumo, se suman ahora las estimaciones oportunas de la actividad económica, publicadas ayer, que indican que el primer trimestre de este año sufrimos una leve contracción, del orden de -0.1%, muy parecida a la ocurrida en el último trimestre del año pasado. Es decir que en los primeros seis meses de la actual administración, la economía no ha logrado crecer.

Hay que tomar los datos oportunos con cuidado, ya lo habíamos comentado, porque no son levantamientos del INEGI, sino precisamente estimaciones que se realizan con base en otros indicadores y levantamiento parcial. Por otra parte, creo que sigue habiendo algunos problemas con la desestacionalización que, por ejemplo, en el caso de las manufacturas de febrero aparecen dos puntos de crecimiento que resultan más del ajuste que de los datos. Algo similar ocurrió con construcción, y por eso el dato de la actividad industrial de febrero sorprendió. Ahora, el dato oportuno a marzo repite el nivel de febrero, para la industria, que creo que va a corregirse a la baja dentro de un par de semanas.

En el caso de los servicios, también se reporta una misma cifra para febrero y marzo, un poco elevada con respecto de los datos previos, sin que tampoco sea claro de dónde vendría ese crecimiento, especialmente por lo negativo del consumo. Eso lo sabremos en esta misma semana, y ya se podrán ajustar las estimaciones privadas.

Al respecto, el FMI anunció ayer sus previsiones globales, reduciendo el crecimiento para muchos países. En nuestro caso, ya nos ponen en números rojos para todo este año, con una recuperación muy leve para 2026. Para Estados Unidos hay una reducción importante en su estimación, que sin embargo sigue siendo más elevada de lo que los analistas de ese país ya están calculando. Puesto que nadie sabe cuáles aranceles se estarán aplicando, ni por cuánto tiempo, es muy difícil incorporar su efecto en las estimaciones, de manera que hay que considerarlas todas optimistas, si no tenemos noticias relevantes en muy pocos días.

Como usted sabe, el desorden causado por Trump ha provocado una caída del dólar (que incluso ya se refleja en una ligera apreciación del peso), de las bolsas de valores de Estados Unidos, sin que las tasas de interés de mediano plazo se reduzcan. Esa combinación apunta a una falta de confianza en los bonos estadounidenses, que habían sido el gran reducto frente a la incertidumbre. En consecuencia, está subiendo mucho el precio del oro, apuntando a lo que ya habíamos ofrecido aquí como el escenario bueno: estanflación similar a la de los 80.

Ahora el oro confirma esta tendencia. El comportamiento del metal desde enero de 2023 es muy similar al ocurrido a partir de 1977. En 30 meses, ha subido 66%, frente a 81% en aquella ocasión. Si reducimos la comparación a lo ocurrido desde enero de 2024, el incremento de precio del oro es de 55% en 16 meses, y en ese mismo lapso, iniciando en enero de 1977, el oro había subido apenas 32%. Para refrescar la memoria, en enero de 1980, 36 meses, el oro había cuadruplicado su precio. Fue entonces que la Reserva Federal envió las tasas de referencia a la luna, provocando una seria recesión en USA, y la década perdida de América Latina, entre otras cosas.

Por cierto, después bajó el precio del oro, para que no vaya corriendo a comprar centenarios. Lo que me interesa dejarle en la mente es que el periodo en que estamos realmente puede complicarse. Recuerde, éste es el escenario bueno.

Una lástima que la economía mexicana ya estuviese cayendo mucho antes de esto, nos agarra en mala posición.

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