Luis Wertman Zaslav

No esperes al cambio: conviértete en él

La gente espera que los grandes cambios lleguen desde arriba. Yo he aprendido que los cambios verdaderos nacen desde dentro.

A veces esperamos demasiado. Esperamos que las cosas mejoren, que el sistema funcione, que la suerte cambie. Pero la verdad —incómoda, poderosa, liberadora— es que el cambio que esperas no llega de afuera. Llega de ti.

No lo digo desde la ingenuidad, sino desde la experiencia. Durante años he visto personas, empresas, comunidades y hasta gobiernos caer en la parálisis de la espera. ¿Y qué sucede mientras tanto? La vida no se detiene. El mundo sigue. Y quienes sí toman acción —aunque sea con miedo, aunque sea en pequeño— terminan marcando la diferencia.

Todo cambio real inicia cuando alguien dice: “¡Basta! ¡Voy a hacer algo diferente!”

¿Y si fueras tú ese alguien?

No necesitas un cargo, un título o una fortuna. Necesitas decisión, visión y acción. Porque nadie más puede vivir tu vida por ti.¡Nadie más va a salvar tu calle, tu negocio, tu familia o tu futuro! Esperar que el entorno cambie antes de actuar es como esperar a que pare de llover antes de decidir construir un techo.

¿Cómo empezar? Aquí te lo dejo claro:

– Cambia tu estado, cambia tu vida. Si empiezas cada día con noticias tóxicas, pensamientos negativos y conversaciones vacías, ¿cómo esperas generar algo distinto? Tú eliges tu energía. Muévete. Respira. Decide cómo vas a sentirte antes de dejar que el mundo lo decida por ti.

– Enfócate en lo que sí puedes controlar. No puedes controlar el dólar, el clima o la política global. Pero sí puedes controlar tus hábitos, tus palabras, tus relaciones y tu actitud. Ahí está tu verdadero poder.

– Haz preguntas poderosas. No te preguntes “¿por qué me pasa esto?”, sino “¿PARA QUÉ ME PASA ESTO?” ¡Cambia el victimismo por propósito!

– Toma acción inmediata. ¿Quieres mejorar tu salud, tu entorno o tus ingresos? Da un primer paso HOY. Camina 10 minutos. Haz una llamada pendiente. Aprende algo nuevo. Acción = poder.

¿Y en lo colectivo?

La transformación personal no es egoísmo: es contagiosa. Una persona que se activa, inspira a otras. Un equipo que se enfoca cambia una empresa. Un ciudadano que se compromete mejora una comunidad.

Por eso, te invito a:

1. Identifica tu propósito. ¿Para qué estás aquí? ¿Qué quieres dejar? Escríbelo. Léelo diario.

2. Decide. Ya. Basta de posponer lo importante. El momento es ahora.

3. Sirve a otros. El crecimiento personal se multiplica cuando lo usas para ayudar. Lidera con el ejemplo.

4. Rodéate de energía positiva. Personas, ideas, acciones que te eleven.

5. Sé parte del cambio real. Desde tu trabajo, tu calle o tu red social, siembra soluciones.

La gente espera que los grandes cambios lleguen desde arriba. Yo he aprendido que los cambios verdaderos nacen desde dentro. Desde ti. Desde hoy.

No necesitas esperar a que pase algo extraordinario para comenzar. Lo extraordinario empieza cuando tú decides serlo. El mundo que queremos no se construye con quejas ni con culpas. Se construye con conciencia, con fuerza, con voluntad… y con acción.

Así que no te preguntes qué va a pasar. Pregúntate: ¿QUÉ VOY A HACER YO?

Porque el cambio no llega. Se provoca. Y empieza contigo. ¡HOY Y SIEMPRE!

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