Continuando con los pormenores del día de la toma de protesta de AMLO, déjenme contarles que Esteban Moctezuma me dijo que la tarea de su secretaría será la revalorización de los maestros para lograr una mejor calidad de la educación. Mientras que el nuevo dirigente del SNTE, Alfonso Cepeda, a quien sentaron en el palco central del Congreso, donde estaban Ivanka Trump, Beatriz Müller y la novia de Andrés Jr., la venezolana Irene Esser, me dijo que el sindicato trabajará de la mano con AMLO, como lo han hecho con todos los gobiernos en turno. Que no hay por qué preocuparse por la educación, ya que cada gobierno cada seis años imprime su sello y la política educativa se transforma. Que en el SNTE a nadie le cierran las puertas, pero que se cumplen ciclos. Así pues, que Elba Esther Gordillo ya es historia. También trajo a colación a los hijos de Jonguitud (exlíder sindical, al cual Elba traicionó para quedarse en su lugar) de quienes comentó: también andan añorando tiempos pasados. En resumidas cuentas, y como AMLO se los dijo hace unos días en la reunión que sostuvieron, "vino nuevo no va en botella vieja".
Y cómo dejar de contarles que el abogado mega tú las traes, Javier Quijano, ante mi pregunta de si no estaba preocupado por los mercados, me dijo –con gran sonrisa y muy emocionado– "Al contrario, debemos estar pletóricos de esperanza, certeza y optimismo", ¿pero y Texcoco? "Este hombre lo ha ratificado 20 veces, se hará conforme a derecho. Los mercados no entienden las cosas profundas de la democracia. El presidente propondrá la cancelación y veremos qué pasa."
¿Podemos estar tranquilos con esta administración? Le pregunté a Porfirio Muñoz Ledo. "Claro que sí, aunque más que tranquilos debemos estar avispados para aprovechar lo que viene". Pero ¿ya vio los mercados? "Los mercados son la mano invisible del bordado y saben hacer presión. Tú crees qué Mao Tse Tung se preocupó de ellos cuando hizo los cambios en China, y hoy es primera potencia mundial".
Mientras platicaba con Graciela Márquez, secretaria de Economía, quien me decía que su dependencia buscará la generación de riqueza de la mano con el sector privado, le cuestionaba que cómo iban a recuperar la confianza tras Texcoco, y que me suelta un: –por fas siéntense para seguir leyendo– "la barda perimetral del NAIM la hizo una empresa fantasma". ¡Quihúboles! "Nosotros hablaremos con los empresarios, les garantizaremos no sólo trabajar respetando el Estado de derecho, sino haciendo licitaciones transparentes, con piso parejo para todos".
Se nos acercó a platicar David Colmenares, de la ASF, y me sorprende con otra bomba: "¡Donde aprietas sale pus!" –vale la pena describir el momento, pues le agarró la mano a Graciela e hizo el pellizco y, acto seguido, ella le quitó la mano y le dijo: "la mía no tiene pus", y los dos soltaron la carcajada.
-¿Irás con todo, castigarás a los funcionarios públicos corruptos?
"Claro que sí, sino para que existe mi dependencia. Haríamos más daño de quedarnos callados". Ojalá lo hagan.
Los priistas sólo una vez protestaron y fue cuando AMLO habló de revocación de mandato, tema que esta semana los confrontará. Por cierto, les cuento que Enrique Ochoa no se movió de su curul para recibir a EPN. Que Noroña fue parte de la comitiva y se comportó porque AMLO se lo pidió. Que sí hablaron, pero nada de política. EPN le preguntó por un baño y Noroña le dijo que fuera al piso de arriba.
EPN le dijo que mejor se aguantaba y Noroña le dijo que mejor fuera porque no se iba a aguantar, pues AMLO iba a hablar una hora. Por su parte, Manuel Añorve me dijo que si no habían sido una bancada de oposición fue por respeto a los tiempos de EPN, pero que nos agarremos, pues ya hay nuevas cartas sobre la mesa.
En eso, un morenista vio pasar a Rafael Moreno Valle, quien para no variar iba maquillado y me dijeron: mira, camina y deja huellas de aceite (refiriéndose, obvio, al huachicol que nunca vio o atacó).
Cesar Yáñez sí estuvo y llegó acompañado de su esposa, pero pasaron megadesapercibidos.
Mención aparte merecen Fabián Medina y Marcelo Ebrard, pues todo les salió a pedir de boca.
Por no dejar, hace seis años me tocó estar en el mismo palco B en el Congreso y desde ahí vi a la Gaviota y a Margarita Zavala, y antier sólo estuvo Beatriz, léase, Peña estuvo solo.