Salvo su mejor opinión, para mí el mensaje más potente de Alessandra Rojo de la Vega en su manifestación del domingo pasado, #LaResistencia, fue:
Martini seco, bien sucio
“La ciudadanía tiene que despertar y participar, porque Morena está destruyendo al país y la mayoría de las personas lo está viendo desde la barrera. Están siendo cómplices.”
Palabras más, palabras menos, Alessandra cuestionó a propios y extraños: adultos mayores, jóvenes, millennials, a los adultos que fuimos hijos de la crisis, vamos, ¡a todos los que no están con Morena, y que son muchos, eh! Pues la ciudadanía, en la elección de 2024, sólo le dio al régimen 54% del Congreso y a la oposición 46%, pero los morenos con sus cómplices PT, Verde, INE y Trife, se quedaron ilegal e ilegítimamente con 75% del Congreso.
“¿Seguirán callados?, ¿serán cómplices viendo para otro lado mientras ellos acaban con el país y las instituciones?”, preguntaba Alessandra.
Dijo que esta es la última llamada para que despierte toda la ciudadanía. Para que se involucre y tome acciones. De seguir callados, el régimen terminará de destruir el país. Y volvió a enfatizar: “Todos los que se están quedando callados serán cómplices. Dejen de ver la destrucción, ¡toros desde la barrera!, y que los políticos sean los que se rifen. Tiene que ser toda la ciudadanía”.
Otro fuerte
Aunque a los cuatroteros les moleste, la convocatoria de Alessandra fue ciudadana, pues la alcaldesa de la Cuauhtémoc no está afiliada a ningún partido, no tiene una carrera política como tal, sino más bien tiene una carrera como activista, lo que le da mayor credibilidad. De hecho, los políticos que estuvieron presentes fueron minoría y asistieron como ciudadanos preocupados por el futuro del país, de la democracia, como Enrique de la Madrid, Fernando Belaunzarán, Xóchitl Gálvez y Margarita Zavala.
Lo que marcó #LaResistencia fue la participación de la ciudadanía por el hartazgo y el cansancio por todo lo que está sucediendo, pero sobre todo por lo que están destruyendo: la democracia. Sí, México ya no es una democracia, según The Economist. Ya no tenemos la división de poderes. La libertad de expresión está en riesgo; nunca antes los periodistas habíamos estado tan acosados como hoy, de acuerdo con Artículo 19. Acabaron con los organismos autónomos, como el Inai, para no tener que rendir cuentas transparentemente. Todo por lo que lucharon los cuatroteros lo están destruyendo.
Bien por Alessandra por no quedarse callada, ella sí nos representa. Con ella sí llegamos todas las mujeres, pues ayuda sin ver colores y convoca para mejorar todos.
La ‘4T’ no despreciaba el lujo y el poder, sino el no tenerlo.













