Sobremesa

¡Cancelen las mañaneras!

Su llamada “mañanera del pueblo” se ha vuelto un infierno mediático, porque circo ya no es (se fue el comediante mayor) y todos los días se juega su “bono democrático”. 

Claudia Sheinbaum heredó un sinnúmero de problemas y “nexos” de su antecesor. No encuentra el hilo negro, ni la tijera para cortar por lo sano. La lista es interminable: economía, salud, seguridad, educación y medio ambiente.

La herencia más pesada es el horario estelar: la mañanera. Su llamada “mañanera del pueblo” se ha vuelto un infierno mediático, porque circo ya no es (se fue el comediante mayor) y todos los días se juega su “bono democrático”.

El riesgo es altísimo y la coloca en un dilema: seguir sorteando “herencias malditas” o soltar. Y digo soltar, porque pareciera que eso es lo que dicta la relación con el Estados Unidos republicano de Donald Trump. El debate de la mañanera se estrella de frente con la realidad que todos hemos visto en las últimas semanas: el castigo a Intercam, Vector, de Poncho Romo, como lavadoras de dinero y otra más, así como la orden de aprehensión a Bermúdez, del grupo Tabasco.

¿Hay libertad de expresión?

Sheinbaum ha tratado de blindarse de varias formas, desde cambiar las supuestas “reglas” para los reporteros que cubren las conferencias, hasta de plano evadir temas bajo el pretexto de “no tengo información” o “vamos a investigar”. De cualquier forma, la distraen de las prioridades informativas. Se habla, incluso, de una censura premeditada en la mañanera, que incluye telefonazos a los jefes de las y los reporteros para poner en jaque “la pauta”, a manera de presión.

Las preguntas “a modo” siguen siendo cosa de todos los días.

Fuerte doble

Claro ejemplo de lo leído ocurrió la semana pasada, cuando una reportera “enviada especial”, planteó como supuesta denuncia un caso que no ha sido concluido ni dictaminado en toda su extensión, un pecado periodístico, con el claro fin de obtener de alguna manera un aval de esa tribuna.

La representante de un medio dizque alternativo, quien ya había sido suspendida de la mañanera por casos como los que comento, llevó a Palacio este asunto procesal no resuelto aún, en el que se quiere involucrar a una multinacional que desarrolla proyectos energéticos (CFE) en el país. Parece que hay de todo en la viña del Salón Tesorería de Palacio Nacional.

Resulta francamente perverso que se lleven a Palacio Nacional casos que -si bien puede ser muy lamentables- no han sido dictaminados por autoridades competentes. La (mala) intención es clara: tomar partido sin considerar que el caso carece de una resolución oficial.

Es muy fácil, en un “foro mañanero”, descontextualizar los temas, especialmente aquellos con alta carga emocional, y que la narrativa se desvíe hacia intereses cuestionables. No debe ser, el discurso tiene que enfocarse en temas prioritarios para la población.

La práctica es cero nueva. El Salón Tesorería era la hoguera de las vanidades y de los anuncios comerciales, en los que AMLO se mandaba preguntar cosas para vender sus temas. Los voceros eran sus mismos súbditos de Palacio. Era una sala de espera del Seguro Social, donde no hay médicos ni medicinas, pero sí mucho discurso. El “patio de juegos” de López Obrador era máquina de propaganda, oficialía de partes, juzgado, programa de chismes, sala de karaoke, consultoría médica y hasta reality en vivo. Lo grave es que era complicado separar los intereses públicos y los privados, porque ahí se contestaba de todo. Precisamente, lo que tanto criticó Andrés Manuel: el conflicto de interés.

Más allá de pretender que las mañaneras sean verdaderamente lo que no son (un ejercicio transparente de información en dos vías), en Palacio Nacional deberían decir algo si los temas que llevan al atril tempranero pudieran contaminar la credibilidad de los verdaderos proyectos de políticas públicas que impulsa el gobierno actual.

Hasta donde sabemos, vivimos y padecemos, hay muchas cosas por hacer y muchos temas qué explicar, más allá de agendas específicas que, en todo caso, hay que desahogar a través de las instancias correspondientes del Estado mexicano.

Exigimos #JusticiaParaNeriaPamela

(Especial)

Neria Pamela López Solís peleaba la custodia de su hijo menor con su expareja, quien resultó un peligroso sujeto que presuntamente habría abusado sexualmente de otro hijo de Neria Pamela.

Inhale y exhale

(Especial)

Pues, y pese a que Álvaro ‘N’ traía brazalete para evitar que se escapara por las acusaciones de violencia sexual contra el menor, de estar acusado de antecedentes de adicción a la pornografía y de ejercer violencia física contra Neria, el juez quinto de lo oral familiar en la CDMX -grábese bien el nombre de este juez en minúsculas- jorge rodríguez murillo, no sólo ignoró y minimizó todo lo anterior, sino que tuvo los huev..s de otorgarle a Álvaro ‘N’ la guarda y custodia del hijo menor de ambos, sin permitirle a Neria Pamela un régimen de convivencias, negándose a acatar una resolución de la sala familiar. ¡Así como lo están leyendo!

Además, no actuó solo, ya que el Tribunal de Enjuiciamiento en Neza, en el Edomex, donde se llevaba el robusto caso por abuso sexual contra Álvaro ‘N’, colaboraba con el presunto agresor, al diferirle un día sí y al otro también, las audiencias por la inasistencia del MP.

Y tal cual lo documenté en redes, el pasado 17 de julio, por la noche, después de una audiencia más que no se celebró, Neria fue perseguida hasta su domicilio en Iztapalapa, donde sicarios la asesinaron disparándole en siete ocasiones.

Este tema debería ser titular en la mañanera, así como el actuar del juez jorge rodríguez murillo, quien por sus decisiones pudiera ser considerado cómplice de abuso sexual y de un feminicidio.

El Estado le falló a Pamela y a sus hijos.

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