Hay decisiones que deberían escandalizarnos como país y como sociedad, pero que tristemente parecen pasar de largo en medio del cinismo institucional.

Hoy les traigo nuevamente el caso de Mariel Albarrán, madre de dos niñas víctimas de violencia sexual infantil por parte de su padre biológico, Manuel Horacio Cavazos López, exmagistrado del Poder Judicial de la Ciudad de México y a quien por defenderlas, por alzar la voz, Ernestina Godoy, siendo fiscal de la CDMX, le abrió, sí, a ella, a la madre, a Mariel, siete carpetas de investigación en su contra. ¡Inaudito! Y hasta la mandó sacar del Senado cuando buscaba ser reelecta como fiscal.
Fuerte a pico de botella
Pues Manuel Horacio Cavazos López, el mismo hombre que hoy está acusado de violencia sexual infantil, hace poco fue entrevistado por el Congreso de la Ciudad de México –inhale y exhale– para ver si podía ser ratificado nuevamente como magistrado, ¡así, como lo están leyendo!
Vamos, ¿en qué cabeza cabe?
La impunidad en este caso no es una falla del sistema: es el sistema mismo protegiéndose.
Desde hace años, Mariel ha librado una lucha titánica. Su denuncia ha puesto en evidencia el blindaje institucional que rodea a quienes pertenecen a las élites del sistema de procuración y administración de justicia.
Y por si esto no fuera suficiente, la fiscalía, hoy de Bertha Alcalde, continúa sin llevar a este depredador ante un juez, sí, en lugar de estar enfrentando un proceso penal, Cavazos López insiste en regresar al cargo y, lo más grave, pide convivencias con ellas.
Siéntese bien
Pues el mismo Congreso (con mayoría que se robaron a la mala, como es la costumbre de los de Morena y del Verde) que debería legislar para proteger a la infancia y garantizar el interés superior de niñas y niños, le abrió un espacio para entrevistar a un violador.
Ovación de pie


Merecen Tania Larios y Royfid Torres, de las bancadas del PRI y MC respectivamente, por su determinación y principios para evidenciar la desvergüenza de Cavazos, quien –riesgo de vomitar– se atrevió a hablar de ética, compasión y misericordia. ¡Quihúboles con el cinismo!
Pero Tania y Royfid le dejaron muy en claro que no importa las veces que acuda, siempre dirán NO A UN AGRESOR EN EL PODER.
Fuerte doble
Pues cómo dejar de lado el silencio sepulcral del PAN, en la sesión del pasado 6 de junio, ya que hasta la propia Comisión de Género, presidida por los guindas, exhortó a la Comisión de Justicia a no dejar de lado la violencia sexual infantil y violencia vicaria que Cavazos López ha ejercido por años.
Quienes seguimos la sesión escuchamos las preguntas a modo de la diputada panista Olivia Garza y la manera en la que le decía doctor, doctor y, OJO, pues en la Secretaría de Educación Pública no hay registro alguno de que Cavazos tenga tal grado de estudios. ¿Amiguismo, cinismo o doble moral? Júzguenlo ustedes mismos.
Redoble de tambores
Cansada de puertas cerradas y cómplices institucionales, Mariel llevó el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Lo hizo porque en México no encuentra justicia.
La petición fue presentada por la falta de acceso a la justicia en casos de violencia sexual infantil y revictimización institucional.
Déjenme contarles que el Estado mexicano ya respondió y, como era previsible, solicita a la CIDH que NO admita el caso, bajo el argumento de que la Comisión no puede constituirse en una cuarta instancia y que la Recomendación de la CDHCDMX aún está en trámite... después de tres años no llega ni la disculpa.
Además, nadie pide que sea una cuarta instancia, pero sí que se pronuncie sobre el nulo acceso a la justicia y la revictimización constante.
¿A qué le tienen miedo?
Pues muy fácil, a que la CIDH ponga internacionalmente en evidencia el fracaso del Estado en la investigación, persecución y sanción del caso de Mariel y sus hijas.
Pero no nos confundamos. Lo que está en juego aquí no es un trámite burocrático, sino la vida de dos niñas, la credibilidad de las instituciones y el mensaje que damos como país.
¿Qué harán las y los diputados?
La entrevista a Cavazos López en el Congreso de la CDMX no fue un acto administrativo, fue un desplante de poder. A pesar del cúmulo de señalamientos, de las recomendaciones de derechos humanos y de los recursos interpuestos ¿aún se considera viable su ratificación?
¿No les bastan los “presuntos” violadores Salgado Macedonio y Cuauhtémoc Blanco en el poder?
¿Dónde queda el deber constitucional de proteger a la infancia? ¿Hasta cuándo seguirán premiando el abuso?
Como periodista, como ciudadana y como madre, no puedo mirar hacia otro lado. Este caso no es aislado. Representa todo lo que está podrido en un sistema que se niega a proteger a las víctimas.
La lucha de Mariel Albarrán no es sólo por sus hijas, es por todas las niñas y niños que han sido silenciados por estructuras del poder local que encubren, dilatan y niegan justicia.
Diputadas y diputados del Congreso de la CDMX: ratificar a Cavazos López sería una afrenta a la justicia, a la infancia y a este país. No digan que no sabían.
Estaré atenta a sus recomendaciones en el extraordinario que se prevé en agosto.
¿Tiempo de mujeres?