Sobremesa

En la CFE viven un infierno como nunca se había visto

Emilia Calleja, directora de la CFE, ha protegido a Adrián Olvera de las diversas acusaciones de acoso sexual y laboral que tiene en su contra.

Hace algunos meses publiqué que tras vivir con el impresentable del zar inmobiliario, Manuel Bartlett, los empleados estaban muy esperanzados en que Emilia Calleja, la nueva directora, por ser gente de ‘adentro’ fuera más sensible a las necesidades de la CFE, pero no ha sido así, al contrario, ha ejercido un acoso laboral infernal a todo aquel que no forma parte de su equipo.

Cadena de favores

Entre Emilia Calleja y Adrián Olvera, director general de la subsidiaria de Generación, y a quien Emilia, al asumir la dirección general, además lo hizo su coordinador de asesores.

¿La razón?

Primero.- Adrián Olvera contrató al esposo de Emilia, de nombre Ricardo Cerritos Jasso, como jefe del Departamento de Compras, sin tener ninguna experiencia para el puesto, con salario diario de más de mil 300 pesos y que con prestaciones alcanzaba un neto mensual de aproximadamente 70 mil pesotes.

2 2 (Especial)

Segundo.- A cambio de ello, Emilia ha protegido a Adrián Olvera de las diversas acusaciones de acoso sexual y laboral que tiene en su contra, solapando las conductas de este pseudo servidor público, que transgreden la integridad y dignidad de mujeres.

¿Y Ricardo Cerritos, apá?

Pues fue tanta la presión mediática que se ejerció por la controversial contratación, que se separó de la CFE el 31 de octubre de 2024 y, obvio, por arte de magia, a partir del 1 de noviembre 2024 apareció en la nómina de la Secretaría de Energía con el puesto de “director de Estrategia Institucional de la Subsecretaría de Electricidad”. De acuerdo con la información de la página de la SFP, devenga un salario mensual bruto de 130 mil 377, que neto suma 90 mil pesos. ¡Quihúboles!

Cafecito con piquete

Por aquello de las suspicacias, pues revisando su información en Declaranet, el flamante marido ha declarado que en los últimos 22 años, su experiencia laboral se ha centrado en la administración tributaria de recaudación y de aduanas; luego entonces, las preguntas que saltan son:

1.- ¿Qué hace en esa dirección de Estrategia Institucional de la Subsecretaría de Electricidad?

2.- ¿Qué aporta de valor a la Sener para recibir a cambio 90 mil pesos mensuales de salario, que todavía es un salario mayor que el que tenía en la CFE?

3.- ¿Será que con su amplia experiencia en el ramo impulsará la recuperación de la CFE, de la cual su esposa es la directora general?

Pero déjeme decirle que ¡este caso no es aislado, eh!

Baste decirles y probarles que está también el caso de Liliana Barrera Jiménez y su marido, Alexander Castillo Montenegro.

En agosto, la Presidenta nombró a Emilia y, literal, se empezó a mover toda la maquinaria de la CFE para contratar al esposo de su gran amiga Liliana en el corporativo. Aun cuando había la restricción para contratar personal de nuevo ingreso, contrataron a Alexander Castillo con una categoría de secretaría, con un salario neto mensual aproximado de 22 mil pesos.

Ovación de pie

Pues para noviembre, ya estando Emilia como directora general y Liliana como directora corporativa, promueven a Alexander Castillo a una categoría de jefe de departamento, sin ninguna experiencia o mérito, sólo el ser esposo de la directora corporativa de Negocios Comerciales, a quien le asignaron un salario mensual aproximado de 50 mil.

Redoble de tambores

Pues Alexander ha sido proveedor de CFE como persona física y representante legal de otras empresas con las que CFE ha firmado diversos contratos, siendo aún más turbia su contratación como servidor público; ah y además tampoco declaró esta ‘condición’ en su declaración patrimonial de agosto.

Estas contrataciones, sólo por mencionar algunas de las tantas que se han aplicado en los últimos meses en la CFE, dan cuenta de que en esta empresa de clase mundial ya no importa la experiencia o formación del personal, sólo sigue importando el: “de parte de quién llegas”.

Por lo que, y sin lugar a dudas, sigue prevaleciendo el régimen de autoritarismo y fraude, de corrupción y privilegios que siempre hemos adolecido.

La presidenta Claudia Sheinbaum, en el discurso de sus primeros 100 días de gobierno, mencionó:

“No dejaremos que regrese la decadencia del pasado”.

Es por ello que los trabajadores de la CFE le piden a la Presidenta que volteé a ver la gestión de Emilia Calleja en la CFE, que no tiene ningún parecido a lo que usted le ordenó a todo su gabinete durante el discurso inaugural de su administración. Emilia sólo está denostando aún más, al ya tan denostado, servicio público.

COLUMNAS ANTERIORES

Detrás del accidente de Filadelfia está el IMSS
100 días de Batres en el ISSSTE: Agonía, mentira, corrupción, desabasto y violación a los derechos de los trabajadores

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.