Ante todo, deseo extenderles un cordial saludo y mis mejores deseos para estas festividades, tanto a ustedes como a sus familias. Espero sinceramente que el año que está por concluir haya sido propicio para el logro de sus metas y que se encuentren en una situación más favorable que al inicio del mismo.
Hace aproximadamente un año, escribía sobre el lanzamiento de ChatGPT por parte de OpenAI, un producto innovador que utiliza Grandes Modelos de Lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés). Desde entonces, hemos sido testigos de la proliferación de aplicaciones y empresas emergentes en el ámbito de la Inteligencia Artificial. Asimismo, hemos observado cómo la competencia en el campo de la IA Generativa se ha intensificado, con gigantes como Meta y Google presentando sus modelos más avanzados, conocidos respectivamente como Llama y Gemini.
En aquel artículo, también abordé las predicciones sobre el posible declive de la búsqueda tradicional y del modelo de anuncios de Google. Sin embargo, estas predicciones no se han materializado, ni parecen probable que ocurran en un futuro cercano.
Lo que sí está cobrando protagonismo es la competencia impulsada por Elon Musk y su empresa XAi, creadora del LLM Grok. Este modelo, aunque inferior a sus competidores en ciertos aspectos, presenta una diferencia significativa: tiene acceso constante a todo lo publicado en Twitter. A diferencia de Google o OpenAI, que dependen de fuentes externas para entrenar y actualizar sus LLMs, Grok genera sus propios datos. Esto representa un desafío interesante y una oportunidad para que la red social de Elon Musk, ahora denominada X, adquiera la relevancia que su propietario ha buscado desde su adquisición.
Imaginen una campaña en vivo interactuando constantemente con Grok, que ofrece análisis sobre la viralidad de las publicaciones o identifica a las personas más influyentes en ciertos temas. Esto podría permitir una personalización en la creación de anuncios como nunca antes se ha visto en la industria.
Sin embargo, lo que realmente ha sucedido en este año es el surgimiento de casos de uso incipientes y MVPs (Productos Mínimos Viables) que utilizan los modelos más recientes de LLM. Aún está por descubrirse el verdadero potencial de la IA Generativa. A medida que se vuelve más poderosa, surgirán aplicaciones más amplias, como la creación de sitios web dinámicos de manera sencilla y eficiente.
Asimismo, al democratizar la creación de productos de software de manera tan expedita, se vuelve crucial la capacidad de generar valor a través de estos. En un futuro donde la creación de aplicaciones sea extremadamente accesible, solo aquellas que ofrezcan un valor real prevalecerán. Serán los aspectos adicionales a la aplicación los que realmente la diferencien.
En conclusión, a un año de la creación de ChatGPT y ante un año desafiante por delante, parece que estamos en la edad de piedra de la Inteligencia Artificial. Lo que el futuro nos depara en este ámbito es, sin duda, la parte más emocionante y prometedora de esta nueva tecnología.