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Perspectivas y desafíos globales

El reporte destaca la importancia de implementar reformas estructurales que mejoren la dinámica competitiva.

Este mes fue dado a conocer el reporte titulado Encontrando el Equilibrio Correcto en Tiempos Inciertos (Finding the Right Balance in Uncertain Times), a cargo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD por sus siglas en inglés), con hallazgos relativos al primer semestre del presente año en materia económica alrededor del mundo.

El crecimiento global resultó ser más resiliente de lo que se anticipaba en la primera mitad del año, particularmente en economías de mercados emergentes.

La producción industrial y el comercio fueron soportados por pedidos anticipados con miras a cubrir inventarios ante el alza de aranceles inminente. Asimismo, las inversiones en proyectos relacionados con inteligencia artificial (IA) mejoraron los resultados de la economía en los Estados Unidos, mientras el apoyo fiscal proporcionado por el Gobierno chino equilibró de alguna manera el arrastre de los temporales relacionados con el comercio internacional y la debilidad de los mercados.

El mercado laboral presenta incrementos en las tasas de desempleo e índices a la baja en oportunidades nuevas de empleo, incluyendo destacadamente el mercado de los Estados Unidos.

El crecimiento del PIB global se ha estimado a la baja, de un 3.3% experimentado en 2024 a 3.2% en 2025 y 2.9% en 2026 como resultado de que los pedidos anticipados van a ir cesando y se irán materializando los incrementos anunciados en aranceles.

En el caso de México, el crecimiento del PIB se ha revisado de 1.4 % en 2024 a 0.8 % en 2025 y a 1.3 % en 2026. La OECD calcula la inflación en nuestro país en 4.2% para 2025 y en 3.6% para 2026, mientras que la subyacente se estima en 4.1% para 2025 y 3.5% para 2026.

En los Estados Unidos el índice de crecimiento se calcula a la baja de 2.8% en 2024 a 1.8% en 2025 y 1.5% en 2026, compensándose la inversión en sectores de tecnología con tarifas arancelarias más altas y una caída considerable en las tasas netas de migración.

Para la zona Euro se estima 1.2% para 2025 y 1.0% para 2026, compensándose en cierta forma las fricciones comerciales y la incertidumbre geopolítica con la flexibilización en las condiciones de crédito.

El crecimiento en China está calculado en 4.9% para 2025 y 4.4% para 2026, como resultado de la implementación de lleno de incrementos arancelarios y el desvanecimiento paulatino de apoyos fiscales.

En resumen, el panorama económico global sigue presentando riesgos significativos. Los incrementos en tarifas arancelarias bilaterales, las presiones inflacionarias y la creciente preocupación acerca de riesgos de carácter fiscal podrían reducir aún más las expectativas de crecimiento económico.

Por otra parte, la valuación y la volatilidad del mercado cripto presentan riesgos de estabilidad financiera dada la interacción creciente entre dicho mercado y el sistema financiero tradicional.

El reporte observa con cierto optimismo posibles reducciones en restricciones comerciales o el desarrollo acelerado y la adopción de tecnologías de IA que podrían mejorar las perspectivas de crecimiento.

Los bancos centrales deben permanecer atentos y reaccionar con agilidad a los cambios en la balanza de riesgos relativos a la estabilidad de precios. En la medida en que las expectativas inflacionarias permanezcan controladas, deberían continuar las políticas de reducción de tasas, resultando fundamental mantener la independencia de la banca central para conservar la credibilidad en las políticas monetarias y reducir la volatilidad y la persistencia inflacionaria.

Por otra parte, se requiere de disciplina fiscal para proteger la sostenibilidad de la deuda a largo plazo y mantener espacio para reaccionar a impactos futuros.

Finalmente, el reporte destaca la importancia de implementar reformas estructurales que mejoren la dinámica competitiva en mercados productivos, mitiguen tasas de desempleo y mejoren la gobernanza económica.

Entre estas, se subraya la relevancia de reducir barreras regulatorias para permitir la entrada de nuevos agentes económicos en mercados abiertos a la competencia y la implementación de incentivos a la innovación y a la inversión.

Estimaciones del modelo de largo plazo de la OECD indican que la implementación de reformas estructurales integrales en mercados emergentes del G20 podrían detonar crecimientos anuales de 0.8% y mejoras sustanciales en la calidad de vida hacia el año 2050.

Juan Carlos Machorro

Juan Carlos Machorro

Líder de la práctica transaccional de Santamarina y Steta

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