Capital Jurídico

‘Project finance’

La estructura tradicional de project finance agrupa recursos de fuentes diversas de financiamiento en proyectos con altas necesidades de capital.

El financiamiento de proyectos juega un papel fundamental en el desarrollo de infraestructura de gran escala y ha evolucionado en forma destacada durante las últimas décadas.

La estructura tradicional de project finance agrupa recursos de fuentes diversas de financiamiento, que incluyen gobiernos y empresas gubernamentales, banca de desarrollo, instituciones del sector privado y agencias multilaterales, en proyectos con altas necesidades de capital, permitiendo distribuir en forma eficiente el riesgo financiero entre distintos grupos.

El Reporte de Inversiones Mundiales 2025 a cargo de la Comisión de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (UNCTAD) incluye reflexiones acerca del financiamiento internacional de proyectos (FIP, proyectos que involucran la participación de financiadores e inversionistas de distintos países), su evolución durante las últimas décadas y la contracción experimentada en los últimos años.

La evidencia de más de dos décadas muestra que existe un rol destacado de los gobiernos para impulsar proyectos en los países mediante la utilización eficiente de asociaciones público-privadas y la participación de la banca de desarrollo local mejorando la bancabilidad de proyectos. Más de un 40 por ciento de los proyectos en economías emergentes involucran la participación pública, lo que contrasta con un 27 por ciento en economías desarrolladas.

Además de la participación de los gobiernos locales, juegan un papel importante organismos multilaterales e instituciones para el desarrollo bilateral en la movilización de recursos privados hacia proyectos de infraestructura en economías emergentes.

En su punto más alto en 2021, el valor acumulado de project finance en infraestructura superó incluso el valor de la actividad en proyectos greenfield (vgr., la construcción de una nueva planta en un terreno virgen que no se ha utilizado antes con fines industriales).

El aumento de tasas e índices inflacionarios y la aversión al riesgo han revertido la tendencia al alza y en entre 2021 y 2024 el valor del FIP cayó considerablemente en el número y el valor promedio de proyectos financiados, impactando esfuerzos de financiamiento al desarrollo global, particularmente en el marco de la Cuarta Conferencia Internacional del Financiamiento para el Desarrollo.

La caída ha sido pronunciada en sectores alineados a objetivos de sostenibilidad (energías renovables, transporte sustentable e infraestructura crítica), en los que el project finance aporta la mayor parte de los recursos, afectando en forma desproporcionada a economías emergentes (más dependientes de fuentes internacionales de financiamiento).

El financiamiento de proyectos de energías renovables (que habían impulsado el crecimiento en años recientes) volvió a caer en 2024. A nivel regional, el financiamiento de proyectos de renovables cayó 22 por ciento en Norteamérica, 18 por ciento en Asia y 14 por ciento en Latinoamérica.

El crecimiento del financiamiento de proyectos puede trazarse desde mitades del siglo XX cuando los proyectos de infraestructura de gran escala comenzaron a atraer inversiones transfronterizas, particularmente en los sectores de energía y transporte.

Con el tiempo, especialmente durante los años 2000, las innovaciones financieras, los instrumentos de mitigación de riesgos y los marcos regulatorios en evolución contribuyeron significativamente a la expansión del mercado.

Desde el año 2000, el mercado ha transitado distintas fases: una previa a la crisis financiera de 2008 que se caracterizó por un crecimiento rápido y sostenido de proyectos de gran escala, una posterior a 2008 caracterizada por condiciones crediticias más estrechas y mayor cautela en inversiones y una fase de crecimiento sostenido posterior a 2015 impulsada por tasas de interés históricamente bajas e iniciativas de gran escala como la Iniciativa Carretera en China, los Objetivos de Desarrollo Sustentable y el Acuerdo de París.

La fase más reciente se ha caracterizado por tasas de interés altas, incertidumbre en políticas globales y preocupaciones al alza por parte de los inversionistas acerca del perfil crediticio de economías emergentes.

En el plano local, la inestabilidad política, la debilidad de marcos regulatorios, la volatilidad cambiaria y las capacidades limitadas en la planeación y preparación de proyectos viables y bancables contribuyen a las dudas que asaltan a los inversionistas en economías emergentes.

Es necesario impulsar en forma decidida proyectos de gran escala en el país, aprovechando alternativas de financiamiento mixto en un mundo que compite cada vez más por la atracción de recursos para proyectos cuya viabilidad y sustentabilidad no esté en tela de juicio.

Juan Carlos Machorro

Juan Carlos Machorro

Líder de la práctica transaccional de Santamarina y Steta

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