Jorge Berry

El informe

Joe Biden pidió a los republicanos trabajar juntos, como lo hicieron con varias iniciativas del año pasado, aunque se ve difícil que la Cámara baja acceda a sus propuestas.

El martes por la noche, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, compareció ante una sesión conjunta del Congreso para entregar su tercer informe sobre el estado de la Unión. Por primera vez, Biden habló ante una Cámara baja con mayoría republicana.

Siendo sinceros, estos informes casi nunca resultan interesantes, ya que los presidentes se dedican a recordar sus logros, y lo hacen a través de cifras. Biden no dejó de hacerlo, pero la manera como presentó el documento fue magistral.

Empecemos por que disipó cualquier duda sobre su estado de salud mental. Habló claro, y habló bien, incluso enfrentando por momentos a los republicanos rijosos. Inolvidable la imagen de Marjorie Taylor Green gritando al presidente “mentiroso, mentiroso”. Pero Biden ni se inmutó.

De entrada, el discurso pretendía comunicar de mejor manera los avances que ha tenido el país durante su administración, porque las encuestas indicaban que los logros de Biden no habían penetrado a la conciencia popular. El 62 por ciento de los ciudadanos opinaba que se había fortalecido al país poco o nada. Veremos si esos números cambian, porque ese mensaje debe haber llegado fácilmente a unos 40 millones de televidentes.

Pidió a los republicanos trabajar juntos, como lo hicieron con varias iniciativas del año pasado, aunque se ve difícil que la Cámara baja acceda a sus propuestas. Insistió en que era imprescindible elevar el techo de endeudamiento del país, para no caer en una suspensión de pagos. Lo que sí logró, fue el compromiso de los republicanos a no tocar la seguridad social ni beneficios de salud a veteranos y adultos mayores. Señaló que su gestión ha permitido bajar enormemente los precios de la insulina, sustancia vital para el tratamiento de la diabetes.

También habló de política exterior. Dijo que era necesario seguir ayudando a Ucrania con equipo militar y entrenamientos para preservar la soberanía y libertad del pueblo ucraniano. Lo dijo, porque hay un buen número de republicanos que pretende cerrar la llave a Ucrania como medida de austeridad. Aquí en México sabemos muy bien cómo acaban esas campañas de “austeridad republicana”.

El aplausómetro fue lo esperado. Algunas de las frases de Biden levantaban de sus asientos a todo el Congreso, pero las más de las veces, sólo eran los demócratas los que aplaudían.

Al terminar el discurso de Biden, la encargada de responder por el Partido Republicano fue la hoy gobernadora de Arkansas, Sarah Huckaby Sanders. Usted recordará a esta impresentable mujer como la vocera de prensa de Donald Trump cuando era presidente, y sus increíbles maromas para defender las barbaridades que hacía su jefe. No dijo realmente nada memorable.

Quedó flotando en el aire la cuestión de la posible candidatura presidencial de Biden. Muchos demócratas están preocupados por la avanzada edad del presidente, quien ya cumplió 80 años. ¿Quiénes podrían competir? Se ve lejana la posibilidad de Kamala Harris. Tampoco parece probable que se lance de nuevo Pete Buttigieg, quien hoy es el secretario de Transporte. El gobernador de California, Gavin Newsome, ha hecho mucho ruido, es joven y tiene gran arrastre, aunque es poco conocido a nivel nacional. En fin, que parece estar flaca la caballada.

Si Biden decide reelegirse, deberá anunciarlo en los próximos días, y habrá más claridad en el campo demócrata para 2024, así tengan que pasar por un proceso de selección. En poco más de un año son las primarias.

¿Y los republicanos? Donald Trump ya está apuntado. Hay varios gallos que buscarán ganarle la candidatura, principalmente el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Esa campaña sacará chispas.

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