Parteaguas

¿El dinero se nos hizo chiquito?

Como si faltaran líos, el destino de Microsoft y Apple moverá las reglas del juego a una velocidad que esta generación no ha presenciado, lo que puede agitar el mercado y generar una nueva crisis.

Aquí puedes escuchar a Jonathan Ruiz con esta columna Parteaguas. También disponible en Spotify.

Ayer, los directivos de Bimbo presumían que esta empresa global de origen mexicano ya vale 15 mil millones de dólares (15 billion). Claro que es mucho dinero.

También ayer, Microsoft y Apple alcanzaron un valor de 4 billones de dólares (4 trillion). Eso es 266 veces más que la panadera más valiosa de México, o 63 veces más que América Móvil, de los Slim.

Lo anterior muestra el tamaño que ya alcanzó la ola del capital que absorben unas cuantas empresas aquí cruzando la frontera. ¿Representan una burbuja? Estamos todavía discutiendo eso.

Lo que importa para nosotros es lo que puede ocurrir con éstas a partir de mañana y durante los próximos meses.

Como si faltaran líos, su destino moverá reglas del juego a una velocidad que esta generación no ha presenciado, lo que puede agitar el mercado y generar una nueva crisis.

Las decisiones de mandatarios y de empresas sí podrían cambiar la escena y revelarnos la verdadera situación de las tecnológicas de Estados Unidos.

Este jueves el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debe reunirse con su homólogo chino Xi Jingping.

Solo ellos saben exactamente de qué hablarán, pero lo hacen en el contexto de un choque por el control del sistema del mundo. Ambos están conscientes de que la tecnología regirá nuestros días de un modo especial de aquí en adelante.

¿De qué lado del planeta estarán las empresas que cobren las facturas más grandes? ¿Qué gobierno cobrará los respectivos impuestos?

Estados Unidos ofrece ChatGPT, de OpenAI, cuyo vínculo con Microsoft disparó el valor de esta compañía a donde no había llegado antes.

Del otro lado están Qwen, de Alibaba, y Deepseek, que prometen hacer casi lo mismo, pero barato, muy barato.

Esto es técnico, pero conviene revisarlo. Hay un costo que será cada vez más relevante para las empresas, en la medida en que avancen en el uso masivo de la inteligencia artificial (IA).

La eficiencia de los chinos provocó que abarataran los “tokens”, brutalmente: con descuentos del 50 al 90 por ciento frente a la oferta de empresas estadounidenses.

¿Y qué rayos son los tokens? En el ambiente de los LLMs (Modelos de Lenguaje Grandes, como ChatGPT o DeepSeek) son las unidades básicas en las que se descompone un texto para que el modelo pueda procesarlo.

Un token puede ser una palabra, una parte de una palabra o incluso un conjunto de caracteres.

El texto que se ingresa y el que se genera como salida se dividen en estos tokens para analizar y producir lenguaje de forma iterativa. Una frase puede dividirse en varios tokens, y cada token se procesa uno por uno para entender y construir respuestas.

El costo de los tokens es crucial en el ambiente de la IA debido a que los proveedores de modelos de lenguaje suelen cobrar según la cantidad de tokens procesados, tanto de entrada (lo que envías al modelo) como de salida (lo que el modelo genera).

En eso se basa una inversión de aproximadamente 300 mil millones de dólares que solamente este año aplican en conjunto empresas estadounidenses como Oracle, Microsoft, Google y AWS, en centros de datos y centrales generadoras de energía para alimentarlos.

Evidentemente esperan recuperarlos cobrando tokens.

¿Qué pasa si el mercado se inclina por los servicios chinos, debido a su precio? ¿Las empresas estadounidenses bajarían sus precios? ¿Cómo justificarán los planes financieros en los que basaron sus inversiones? ¿Qué va a pasar con el precio de sus acciones?

Aún es posible que Estados Unidos ceda la carrera de la IA a China, advirtió ayer Jensen Huang, líder de Nvidia, la empresa que hace posible que la mayoría de la IA funcione.

Mantener la tecnología estadounidense a la vanguardia requiere “delicadeza”, añadió antes de la reunión entre Trump y Xi Jinping. “Requiere visión a largo plazo”, dijo también el fundador de esa empresa que ya vale 4.2 billones de dólares.

¿Qué le preocupa a este estadounidense hijo de inmigrantes? Principalmente, que le cuesta trabajo conseguir gente inteligente.

Que Estados Unidos optó por cerrar la puerta al talento importado encareciendo visas H1B que este mes brincaron de unos cientos de dólares, a 100 mil dólares, mientras que China lanzó su visa K, precisamente para atraer personas brillantes.

Es precisamente la calidad de las personas de cada país, lo que determinará el balance del mundo y el valor de sus compañías. Atentos este jueves.

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