El fin de semana, un documento del gobierno estadounidense se mantuvo en la página principal del sitio de su Administración de Información Energética (EIA) bajo este título:
“La capacidad de exportación de GNL de América del Norte podría más que duplicarse para 2029”. Si bien técnico, el tema pone en alerta: las empresas quieren duplicar las ventas al mundo del gas natural producido en esta parte del mundo. Aprovechan que hoy urge la electricidad producida con su combustión.
También la semana pasada, el diario neoyorquino The Wall Street Journal publicó un artículo que advirtió:
“Los centros de datos de inteligencia artificial, desesperados por electricidad, están construyendo sus propias centrales”.
Detalló que en el oeste de Texas construyen un sistema de generación de energía a gas natural como parte del proyecto Stargate de 500 mil millones de dólares de OpenAI y Oracle.
También utilizan turbinas de gas en Colossus 1 y 2, los enormes centros de datos que xAI de Elon Musk está construyendo en Memphis, Tennessee.
La misma presidenta Claudia Sheinbaum planea impulsar la inversión en 22 mil megawatts de nueva capacidad de generación de energía eléctrica en México, que incluirá, de acuerdo con su proyecto, 5 ciclos combinados que requieren gas natural.
Como ven, vamos a necesitar volúmenes impensables de ese combustible en todo Norteamérica.
Hay un problema: Pemex entrega menos gas natural este año con respecto a 2024, que ya había sido un año bastante malo. El promedio de producción diaria es de 4 mil 463 millones de pies cúbicos. En 2020, la empresa producía 4 mil 762 millones de pies cúbicos.
En Estados Unidos sí aumenta la producción todavía, pero en el horizonte se asoma un reto: si bien proyectos del pasado siguen entregando hidrocarburos, el número de nuevas perforaciones cae como consecuencia de la falta de incentivos.
Los precios del gas y del petróleo bajaron alrededor del 10 y 20 por ciento, respectivamente, en un año.
Coincidentemente, el número de plataformas de perforación en operación también va a la baja.
La empresa Baker Hughes lleva registro puntual de esa actividad.
Sus estadísticas precisan que en el mundo hay mil 084 equipos en funcionamiento en este momento, que representan 72 plataformas menos que el año pasado.
Lo que deja de perforarse hoy tendrá una repercusión en unos cuantos años.
Ese momento podría llegar en una circunstancia crítica, de acuerdo con lo divulgado en el documento de la estadounidense EIA:
“En términos generales, la capacidad de exportación de GNL en América del Norte está en vías de aumentar de 11 mil 400 millones de pies cúbicos diarios a principios de 2024, a 28 mil 700 millones de pies cúbicos diarios en 2029, si los proyectos actualmente en construcción comienzan a operar según lo previsto”.
Expuso también que exportadores instalados en Canadá y en México anunciaron planes para añadir 2 mil 500 millones y 600 millones de pies cúbicos diarios de capacidad durante el mismo periodo, respectivamente.
En la región, el único país claramente deficitario que produce menos gas del que consume, es México, que importa 7 mil millones de pies cúbicos provenientes solamente de Estados Unidos; es 40 por ciento más gas que cuando Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia prometiendo la autosuficiencia energética.
Él no apostó al gas, sino a la refinación de gasolina, cuya demanda está estancada.
No es suya solamente la falta de visión, los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón encargaron la Secretaría de Energía a individuos sin experiencia en la materia.
Enrique Peña Nieto recargó sus esperanzas en inversiones de capital privado, abandonando la responsabilidad de elevar la producción de gas en Pemex. Lo he publicado aquí antes.
Ahora la papa caliente ha caído a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien encara deudas enormes heredadas por el equipo de su antecesor.
Dar la vuelta a las finanzas de Pemex es un problema; elevar la producción de gas natural mexicano en este contexto, luce casi imposible.
Quienes dirigen empresas deben considerar un escenario en el que la escasez de gas para electricidad podría estar verdaderamente cerca. Eso eventualmente impactará su precio.