Parteaguas

¿Hay que aprender a hablar coreano?

China avanza en lo económico mientras Corea hace lo propio en ese camino y en el cultural.

Aquí puedes escuchar a Jonathan Ruiz con esta columna Parteaguas

Se voltea el mundo hacia Asia y los mexicanos estamos lejos de los que hacen olas.

Ayer Estados Unidos imitó a China y no al revés. El presidente Donald Trump tomó el control de la capital, Washington DC, quitando poder a la policía local. Al estilo chino.

No solo la nación de Xi Jinping influye crecientemente de este lado del mundo. Sigilosamente, pero muy rápido, su vecina Corea del Sur también eleva su presencia.

¿Las han visto? Quien conoce la Ciudad de México sabe que quienes se mueven más rápidamente lo hacen en bicis eléctricas y entre los que más las promueven está “Cristian Kim” desde sus cuentas de redes sociales @coreanovlogs.

Él se asoció para vender sus bicis asiáticas Evobike con Luisito Comunica, el influencer más popular de México. Corea del Sur, que sí tiene un gobierno democrático, está en ascenso fuera de su continente.

El fin de semana visité un pequeño negocio llamado Ramen Express que amalgama a chinos y coreanos en un estante colorido y lleno de paquetes de pasta listos para cocinar con agua caliente en el mismo local, a cambio de unos 50 pesos. Por un poco más agreguen toppings.

Estaba a reventar de gente que lucía menor de 30 años y México está lleno de gente de esa edad. Algunos lucían como los miembros de esos grupos de danza que vestidos de negro practican alguna coreografía en las callejuelas de la Alameda.

Uno de esos conjuntos se llama Kosmos, otro, Khaoz, uno más, Boys on Top o MadBeat Crew. Lo sé porque el Embajador coreano Huh Tae-Wan presumió en Facebook una reunión con ellos ocurrida la semana pasada.

Ayer, el mismo día en el que Estados Unidos avisó en Facebook que ahora niños y ancianos deberán responder a entrevistas si quieren una visa, la embajada coreana promovió en esa misma plataforma un concierto que celebrará el jueves en el Foro Cosmos de la Ciudad de México. El espectáculo lleva por nombre Ritmos y Cantos por la Libertad.

En su propia página, la embajada de China difunde la belleza de cuchillos y espadas ancestrales elaborados artesanalmente por tibetanos.

Los diplomáticos saben bien que eso que hacen los asiáticos se llama “soft power”, la apuesta a una estrategia de largo plazo que Estados Unidos dominó, al menos, desde la Segunda Guerra Mundial para vender sus productos a todo el mundo. Todos querían marcas “americanas” y en los ochentas la coreografía que se bailaba era la de Michael Jackson.

Eso tiene un valor de largo plazo. Por eso, el espectáculo más exitoso en pleno 2025 es el de los noventeros Backstreet Boys en Las Vegas. Siguen generando turistas y dólares, basados en ese poder cultural estadounidense que podría desvanecerse.

Ahora, tácitamente, incluso Estados Unidos reconoce el cambio de balance en el mundo

The U.S. Marches Toward State Capitalism With American Characteristics”, publicó el comentarista en jefe de economía de The Wall Street Journal, Greg Ip. Es un encabezado poderoso.

En español significa Estados Unidos avanza hacia un Capitalismo de Estado con Características Estadounidenses, una clara alusión al modo con el que los chinos refieren su sistema económico: Socialismo con peculiaridades chinas, por su fuerte carga capitalista.

El presidente Trump tomó el poder policial de la alcaldesa demócrata de Washington DC, después de cerrar un trato con la poderosa empresa californiana Nvidia:

La administración trumpista recibirá el 15 por ciento de los ingresos que ésta obtenga con la venta de procesadores y semiconductores a China, a cambio de un permiso para exportarlos a ese país.

China avanza en lo económico mientras Corea hace lo propio en ese camino y en el cultural.

Eso es nuevo, al menos para quien creció durante el siglo pasado acostumbrado a buscar cosas “americanas” en Perisur, cuyo estacionamiento antes repleto de coches Ford, Chrysler o Chevrolet, ahora acomoda vehículos KIA, Hyundai, MG, JAC y BYD.

Me defiendo con el inglés, pero sé tanto de coreano como de granos de arroz. ¿Vista esta gran ola, los chavos deberían aprender rápidamente sobre culturas asiáticas?

No nos confundamos. México nunca tendrá una relación cultural y comercial más importante que la que tiene con Estados Unidos, y viceversa.

Suenan fuera de base los políticos que esperan una mayor relación de negocios ¡con Brasil!.

El vecino al norte equivale a venderle a Inglaterra, Holanda, Alemania, Francia, España y cada uno de los países de Europa occidental, juntos.

Pero para atender ese mercado es muy relevante entender lo que hace su competencia, que principalmente está en China… y en Corea. Y para eso sí resulta útil aprender, al menos, coreano.

COLUMNAS ANTERIORES

¿Qué pasó en Walmart?
El jueves que Marcelo prometió un millón de dólares

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.