Aquí puedes escuchar a Jonathan Ruiz con esta columna Parteaguas
No serán todos, pero serán muchos. Quienes sepan de generación o distribución de electricidad tienen una puerta ancha y abierta para buscar negocios y generar prosperidad; ante sí brilla un panorama que equivale a vender tequila el 15 de septiembre.
Con una diferencia: la racha podría durar años en lugar de un par de días.
No importa qué fuente revisen, en la que vean encontrarán datos acerca de un crecimiento en la demanda de energía eléctrica que nunca antes han presenciado los humanos.
¿Por qué, cuál es la razón? Varias, pero la más significativa son las horas que su familia está dedicando a ChatGPT, Llama, Gemini y otros servicios disponibles en cada smartphone y computadora. Una consulta en estos sistemas gasta aproximadamente 10 veces más electricidad que una búsqueda en Google (Son aproximadamente 0.3 watts, frente a 3 watts).
Sumen lo que gasta su celular o su laptop, más la fila de servidores que funcionan coordinadamente para responderles desde eso que llamamos ‘la nube’.
Si hacen mil requerimientos a ChatGPT ustedes o su equipo de trabajo, es posible que hayan provocado un consumo equivalente a tres horas de funcionamiento de un aire acondicionado.
¿Conocen algún producto cuya demanda se haya disparado en esta dimensión en cuestión de un par de años?
Revisen por su cuenta cuántos centros de datos de Google, Microsoft o AWS son construidos en México y en Estados Unidos en estos días.
Para entenderlo fácilmente: uno solo de esos centros de datos podría consumir toda la energía que requiere la zona Roma- Condesa de la Ciudad de México, o un pequeño estado completo como Tlaxcala.
Esa demanda sumada al natural crecimiento de las ciudades provocará un cambio en la perspectiva de técnicos e ingenieros electricistas, que de acuerdo con el Observatorio Laboral del Gobierno de México, hoy perciben unos modestos 20 mil pesos mensuales, en promedio.
Los más capaces se van directamente a los proyectos más grandes de producción y distribución de energía, lo que puede abrir fuentes de prosperidad. Eso provoca vacíos que ocuparán los menos experimentados.
Consecuentemente, dueños de casas y oficinas empezarán a enfrentar un déficit de gente de mantenimiento para sus sistemas domésticos, por lo que tendrán que pagar más por cada servicio.
Analicen dónde empieza todo. La necesidad de electricistas se está convirtiendo en un eslabón clave en el futuro estratégico de los Estados Unidos.
Ayer les expuse aquí mismo el plan de ese país para dominar globalmente la actividad de la inteligencia artificial.
El proyecto escrito para el presidente Donald Trump, llamado America’s AI Action Plan, en el que él estampó su firma, ordena formar urgentemente una fuerza laboral calificada para la infraestructura de inteligencia artificial, a partir de esta semana.
Específicamente menciona la necesidad de contar con gente que “construirá, operará y mantendrá la infraestructura en ese ámbito, incluyendo electricistas y técnicos de aire acondicionado”, sin los cuales no puede operar un centro de datos.
Es clave entender que la IA requiere de tres insumos fundamentales: chips, datos y energía.
Quienes se involucren en la cadena de suministro de cualquiera de estos verán crecer sus oportunidades de crecimiento profesional o negocio.
Recientemente, el fundador de Nvidia, la empresa más valiosa del mundo, Jensen Huang, advirtió que lo que diferencia a Estados Unidos del resto de las naciones en su lucha por ser el referente en este nuevo ambiente económico de la IA, es Trump.
Huang sostiene que se trata de un presidente que entendió que la energía es la parte fundamental de la inteligencia artificial. Si no hay más producción de energía, no pueden operar más centros de datos llenos de servidores con procesadores o GPUs, que están llenos de chips.
Posiblemente la oportunidad inmediata para México no esté en producir esos semiconductores, sino en aumentar el tamaño de la industria que ya vende productos por montones a Estados Unidos: la de piezas eléctricas o máquinas para el funcionamiento de infraestructura de energía.
¿Qué empresas pueden progresar? Yo le echaría un ojo a lo que hacen compañías productoras de cables y transformadores, como la regiomontana Xignux.
Ya hablaremos de ésta, hoy el foco está en la gente ya preparada o la que debe prepararse para aprovechar una oportunidad que durará probablemente toda una década.