Parteaguas

La nueva inteligencia de Trump

Entre otras indicaciones que establece el mandatario está la de liberar de regulaciones la instalación de centros de datos en su país y el sesgo en el lenguaje de los sistemas que administran la IA.

Aquí puedes escuchar a Jonathan Ruiz con esta columna Parteaguas

Analistas y políticos mexicanos siguen ocupados y preocupados por lo que pasará con la exportación de coches a Estados Unidos. ¿Pero quién leyó ayer el nuevo plan de los vecinos para adueñarse del efervescente ambiente de negocios mundial, el de la inteligencia artificial (IA)? El texto salió de la Casa Blanca.

Entre las novedades están afirmaciones que anuncian que ese país es menos proclive a compartir con países como México su crítica producción de semiconductores, por ejemplo.

Va un dato que les puede volar la cabeza para separar lo importante, de lo indispensable:

La empresa líder automotriz estadounidense, Ford, vale en el mercado casi 45 mil millones de dólares. Es mucho dinero, claro está.

Pero la compañía más relevante de IA en los Estados Unidos, Nvidia, vale 4.17 billones de dólares (trillions), es decir, 90 veces más. Esta fabricante de procesadores llenos de chips paga a sus trabajadores unos 300 mil dólares anuales. El triple de compensaciones respecto a lo que les da a los suyos, Ford.

El casi octogenario presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entendió en dónde está el juego, el dinero y el futuro de la población global y ayer publicó un documento de 28 páginas llamado: ‘Ganando la Carrera, El Plan de IA de los Estados Unidos’.

Entre otras indicaciones que establece el mandatario está la de liberar de regulaciones la instalación de centros de datos en su país y el sesgo en el lenguaje de los sistemas que administran la IA. Es un combate frontal a quienes desean el mayor uso de palabras ‘inclusivas’, por ejemplo.

Está claro que la IA tiene tres pilares: datos, chips y energía, no puede operar en ausencia de uno de estos ingredientes y cada país diseña su propia estructura en consecuencia. Estados Unidos hace lo propio y el también llamado ‘AI Action Plan’ contiene un golpe sobre la mesa, que envía desde la oficina oval del presidente un mensaje claro: conmigo o con mi rival.

Establece que su nación debe ser la que provea de equipo y servicios de IA a las naciones, para impedir que opten por otras vías –China, por ejemplo– engrosando con ello otro ecosistema tecnológico.

“Mientras nuestros competidores globales compiten por explotar estas tecnologías, es un imperativo de seguridad nacional para Estados Unidos lograr y mantener un dominio tecnológico global indiscutible. Para asegurar nuestro futuro, debemos aprovechar al máximo el poder de la innovación estadounidense”, advirtió Trump en ese escrito.

También incluye lo que les anticipé. El presidente de Estados Unidos ha pintado una raya de acceso en la fabricación de semiconductores, que pondrá a trabajar horas adicionales al equipo de Marcelo Ebrard, secretario de Economía, para entender si México podrá contribuir en la cadena de suministro de esos chips.

Mediante la atracción de manufactura, el ‘AI Action Plan’ activará medidas de seguridad necesarias para impedir que “los adversarios” introduzcan información sensible en esta infraestructura.

Pretende garantizar que la infraestructura informática de IA de ese país “se base en productos estadounidenses” y que la infraestructura que sustenta el desarrollo de la IA, como la energía y las telecomunicaciones, “esté libre de tecnologías y servicios de información y comunicaciones (TIC) de adversarios extranjeros”, incluyendo software y hardware.

Entendamos en dónde estamos parados. Esta misma semana, líderes de Europa se reúnen en China con el presidente de esa nación, Xi Jinping, en una Cumbre.

Revisarán a partir de este jueves sus relaciones para fortalecerlas a la luz de la postura beligerante asumida por Trump. Alemania, Francia, España, y otros países serán seducidos por la seguridad que puede brindar tener un aliado como China que ha evidenciado capacidad de controlar incluso al mandatario ruso Vladimir Putin.

Es momento de definir la postura nacional respecto al nuevo escenario geopolítico.

Ojalá esto se tratara solamente de analizar la historia y entender el pasado para tomar decisiones. Lo que nos jugamos se decide con base en hechos del presente y su próxima consecuencia.

La IA tiene un efecto tan revolucionario como la electricidad, aunque muchos políticos nacionales sigan sin entenderlo. Ojalá que sus decisiones estén a la altura de este momento histórico.

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