Pónganse por una vez en sus zapatos. Su economía no crece, su moneda se deprecia y su presidente no ayuda a su imagen, afecta parejo, incluso a los que no votaron por él.
Estamos en ‘temporada alta’, los vecinos necesitan abrazos; los canadienses ya los están dando.
Este 2025 los dólares de paisanos y estadounidenses valen 10 por ciento menos que el año pasado en México y muchos dudan de viajar a las costas nacionales… sea por la amenaza de criminales disfrazados de taxistas, o porque esta vez no alcanza el presupuesto.
El mundo cambia, conviene considerar su llegada como la de un amigo, en la mayoría de los casos.
Dejemos de lado por un momento los sentimientos que afloran en unos cuantos habitantes de la Ciudad de México en torno a los extranjeros. Esa agenda no es nacional.
Hay unos 32 millones de mexicanos en las costas turísticas mexicanas que suelen esperar la visita de estadounidenses en estas fechas veraniegas, muchos de ellos, ustedes lo saben, sí suelen repartir abrazos parejo, sin mirar a quién.
¿Qué tanto les ayudan a ellos las escenas de individuos violentos rompiendo locales comerciales de la Condesa en una demostración de rechazo a las visitas?
¿Escucharon ya de esa campaña de Quebec que se hizo viral en redes sociales?
Ese estado francoparlante de Canadá se está haciendo popular gracias a un anuncio muy simple de la Oficina de Turismo de Eastern Townships, una agrupación de poblaciones fronterizas de la región.
Ellos suelen prometer paseos a sus visitantes en pueblos bonitos y enormes bosques, muchos llegan por carretera o avión desde Estados Unidos.
Pero el presidente Donald Trump golpea a los canadienses con aranceles, además de amenazarlos con anexar su territorio como un estado más de su nación. Eso no hace muy populares a los sobrinos del Tío Sam en el extremo norte del continente.
Los agentes de turismo de la región de Eastern Townships de Quebec ya advirtieron de una caída de casi el 5 por ciento en las entradas de estadounidenses a Canadá en comparación con el mismo período de 2024.
Los turistas llaman a los hoteles preguntando si serán bienvenidos y si la gente les hablará en inglés y no en francés.
Ante la peculiar circunstancia, los promotores locales de turismo invirtieron en la producción de un video en el que dejan claro que quienes lleguen la pasarán bien. ¿De qué trata?
Un individuo se aproxima al front desk de un hotel en el que lo recibe una mujer. “Disculpe, no hablo francés. Solo estoy de visita”, le explica en inglés, y agrega susurrando tímidamente: “soy americano”. “OK”, dice ella, con sonrisa nerviosa.
Discretamente, la mujer desliza su mano bajo la tabla del escritorio y presiona un botón rojo. El mostrador se abre, ella sale y brinda un fuerte abrazo al recién llegado. Él, confundido, corresponde.
La campaña publicitaria se llama "Come Hug It Out" (ven a abrazar) y se volvió viral en Youtube y otras plataformas.
¿Y cómo andamos acá en México en la recepción de turistas?
Puede ayudarles como pista que cae la actividad económica de Nayarit y Jalisco; Quintana Roo se desplomó casi 17 por ciento en un año contado hasta marzo. Los aeropuertos de costas del sur reciben este año 6 por ciento menos pasajeros internacionales que en 2024.
El grupo aeroportuario Asur reportó una baja de 12.2 millones, a 11.4 millones de turistas en el primer semestre del año respecto al anterior, particularmente por la caída de actividad aérea en Cancún, Cozumel y Huatulco.
Afortunadamente, Baja California Sur, Guerrero y Yucatán, aún mantenían una tasa de crecimiento en su actividad económica hasta el primer trimestre de 2025. Pero no hay garantías de que la tendencia continúe.
Para los que solo están al pendiente de las remesas: ayer expuse que este país recibió casi 33 mil millones de dólares en ingresos por turismo provenientes del exterior, en 2024. No estamos como para achicar esa cifra.
Si bien soy crítico de seguir apostando por actividades de bajas utilidades y sueldos como la del hospedaje y las aerolíneas, comprendo la necesidad de proteger el ingreso de millones de mexicanos que quizás no viven en la Ciudad de México y dependen de esos negocios y de los visitantes, más en estos días. Para ellos sí, abrazos y ‘tacazos’.