Parteaguas

Los ricos no están tan preocupados (en Latinoamérica)

El pesimismo colma a inversionistas de otras regiones, salvo a los habitantes americanos al sur del Trópico de Cáncer, de acuerdo con un nuevo informe del administrador de fondos más grande de Estados Unidos, BlackRock.

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¿Cómo invierten los ricos? No los ‘ricos’ que se compran un Mercedes Benz, sino el tipo de personajes que reciben en casa los primeros nuevos modelos de esa marca para cada miembro de la familia; de los que pueden comprarse un yate, un avión, o varios.

Ese tipo de mujeres y hombres no suelen salir a la luz, salvo en ferias de arte como Zsonamaco; evitan las cámaras, y asignan la tarea de invertir a alguien más, al “manager” de su “family office”.

Uno de ellos alguna vez me dijo: “Hacer 10 millones es difícil, convertir 10 millones en 100 millones es inevitable”. Su razonamiento puede estar precisamente en esas “oficinas de familia” cuyo único trabajo es aumentar el tamaño de la fortuna patrimonial.

Este año vino cargado de líos en Norteamérica, Europa y Medio Oriente, al punto que ahora Latinoamérica parece un cajón organizado por Marie Kondo.

¿Qué están viendo esos administradores de vastos recursos familiares en medio del lío que encaran los humanos este año?

Que, producto de las circunstancias, el pesimismo colma a inversionistas de otras regiones, salvo a los habitantes americanos al sur del Trópico de Cáncer, de acuerdo con un nuevo informe del administrador de fondos más grande de Estados Unidos, BlackRock, llamado: Rewriting the rules: Family offices navigate a new world order.

“¿Qué tan optimista (o no) se siente sobre las perspectivas macroeconómicas y de los mercados globales para 2025-2026?”, preguntó esta firma a representantes de 175 “family offices de distintas partes del mundo.

En conjunto, ese grupo administra aproximadamente 300 mil millones de dólares.

Un 61 por ciento de esas personas dijeron estar pesimistas o muy pesimistas, una cifra similar a la de hace un par de años. Lo interesante está en la diferencia de percepción, en función de la región de quienes respondieron.

Los más consternados están en Europa y Medio Oriente, un 70 por ciento de ellos están levemente o muy preocupados.

Esa cifra contrasta fuertemente con la visión de los administradores latinoamericanos, quienes sólo en el 44 por ciento de los casos admitieron estar en esa condición.

BlackRock se asoció con la estadounidense Illuminas –una consultora estratégica de mercados– para realizar esta encuesta global sobre las prioridades, los desafíos y el posicionamiento de las carteras de las familias más prósperas del mundo.

El estudio cita a un encuestado en Latinoamérica: “Me entusiasma la volatilidad porque es cuando se gana más dinero, cuando todos entran en pánico”.

Entre las revelaciones del estudio está la inclinación de los inversionistas por apostar a la infraestructura, pero no necesariamente a aquella que concentra los esfuerzos de construcción, como carreteras y aeropuertos, sino principalmente en aquella relacionada con centros de datos y energía renovable, por ejemplo.

La percepción de los entrevistados es que en los países más desarrollados ha terminado el ciclo de vida del “equipamiento” actual, lo que sugiere la llegada de fuertes inversiones en su renovación.

Otro ángulo interesante está en el crecimiento del interés por prestar dinero a empresas o proyectos por la vía del crédito privado, al margen de los bancos y de los intermediarios de mercados públicos de bonos, aunque algunos ya muestran preocupación por la aglomeración de inversionistas ante esa oportunidad. Vaya, parece crecer la competencia, lo que puede impactar los rendimientos que pueden cobrar.

Una consternación adicional generalizada para los dueños de patrimonio tiene que ver con las comisiones que cobran los administradores de sus recursos, al invertir en activos que no son acciones en Bolsa o bonos que cotizan en el mercado de valores.

Casi tres cuartas partes de las family offices mencionaron las elevadas comisiones como un desafío importante para invertir en mercados privados, frente a sólo 40 por ciento que lo consideraban así hace un par de años. Los mercados privados incluyen el private equity, que implica comprar empresas completas o participaciones en ellas, el crédito privado o el ámbito inmobiliario.

¿Son ustedes emprendedores sofisticados? Pueden encontrar ahí una oportunidad ante un intercambio de costo-beneficio que los millonarios sienten desbalanceado.

En cualquier caso, los acontecimientos bélicos de esta semana generarán una mayor atención por parte de esas familias en torno al desarrollo de eventos que rápidamente cambian el juego.

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