Parteaguas

Un argentino apuesta a México y Trump le mete un ‘gol’

El equipo del argentino Máximo Vedoya pretende vender acero laminado en frío, ya tiene los clientes y pronto tendrá el producto. ¿Cuál es el problema? El gobierno de EU elevó el impuesto que deben pagar los compradores de acero hecho fuera de ese país.

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El equipo del argentino Máximo Vedoya apostó casi 7 mil millones de dólares a una ciudad mexicana. Es más bien un pueblo pegadito a Monterrey llamado Pesquería, que por la llegada de tantos coreanos, los locales llaman ahora ‘Pescorea’.

Venden productos que no levantan pasiones, pero que todos queremos comprar en forma de coche o ‘refri’. ¿La empresa? Ternium, el grupo originario de esa nación andina.

¿Conocen la camioneta Tucson de la coreana KIA? Es el tipo de productos que fueron fabricados ahí con el acero de la compañía en cuestión.

Sus nuevas inversiones pretenden que ésta venda materiales que aún no ofrece. Concretamente: acero laminado en frío para producir eso que cubre los refrigeradores más caros que verán en Liverpool o las líneas más lindas de un automóvil bien diseñado.

Ya tiene los clientes y pronto tendrá el producto. ¿Cuál es el problema?

Un presidente obstinado en cambiar constantemente las reglas de juego. El gobierno de los Estados Unidos elevó esta semana el impuesto que deben pagar allá los compradores de acero hecho fuera de ese país.

El arancel pasó ayer de 25 por ciento a 50 por ciento sobre el precio del producto. A manera de comparación, imaginen que les suben el IVA del 16 al 32 por ciento de un día para otro.

Dejemos para otro día que los más afectados son los consumidores del país vecino al norte que ahora pagan casi todo con sobreprecios que van a dar a las arcas de su gobierno.

Olvidemos también que los ingresos que obtendrá el gobierno de Trump por la vía de aranceles no ayudarán a disminuir sus enormes deudas que crecen a un ritmo que ya preocupa a las calificadoras y al líder del mayor banco de Estados Unidos, JP Morgan, Jamie Dimon.

¿Por qué lo hace el presidente estadounidense? Dice que por ayudar a acereros de ciudades del noreste dañadas durante años por caídas en ventas de acero de ese país. Estuve en Pensilvania recientemente y sí puedo decir que ese lugar francamente no inspira el turismo.

Ahora las empresas de esa región pueden vender a precios por debajo del acero que llega de afuera, pero no muy abajo, pues la tentación de ganar más es grande.

¿Consecuencia? Los fabricantes de automóviles lo pagan más caro que en 2024.

Así, el beneficio de Pensilvania es perjudicial para su vecino Illinois, en donde la gente de Detroit espera la recuperación de Ford y de GM.

Los datos dicen que la estrategia de Trump no funciona: los precios de los coches crecen más rápido este año para los estadounidenses; tal vez por eso la facturación de Ford cayó 5 por ciento; la de GM todavía aumenta, aunque a una menor velocidad, y un creciente número de analistas seguidos por Bloomberg sugieren mejor vender las acciones de ambas ante una triste perspectiva.

Caso contrario, miren nomás, al de Ternium, dirigida por Vedoya. ¿Cómo es eso posible?

Ellos tienen como meta vender en México y la verdad es que México luce bien. Sí, bien. (Ya veremos cómo luce cuando sean sustituidos los jueces, luego de la elección).

Los mexicanos producen buenos carros a costos razonables. La gente se esfuerza por mantener su empleo en fábricas por el ascenso social que eso representa, por ejemplo, en Pesquería.

Decir que no afecta al país el creciente arancel al acero sería ridículo.

Apenas en abril, directivos de Ternium esperaban una solución negociada entre México y Estados Unidos. Les falló hasta el momento.

Pero dados los beneficios del país, las empresas buscan maneras para seguir eficientes pese a obstáculos:

“Una de las medidas que estamos implementando es que el Tucson, que se exporta a Estados Unidos y se produce en la planta de Kia México, ahora se producirá en (Alabama, EU) y los modelos producidos en (Alabama) para su exportación a Canadá se reubicarán en México y se exportarán a Canadá”, dijo un representante de Hyundai (controladora de KIA) en una conferencia de abril.

Las acciones de Ternium bajaron de precio 33 por ciento en un año. Ante ello una firma boutique de inversión llamada Moretus Investments recomienda comprar sus acciones:

“Consideramos que un “punto final” del ciclo constituye una oportunidad única de gran valor con un potencial alcista asimétrico, y que Ternium S.A. constituye una compra atractiva para inversores pacientes”. Trump metió un ‘gol’ ¿Pero quién ganará el partido?

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