Parteaguas

No apuesten contra México

Los mexicanos saben operar máquinas, pero además conocen el ‘teje y maneje’ del comercio mundial: envíos, proveedores, aduanas, logística. Los estadounidenses también, pero no tienen gente.

Platico con algunos inconformes con el gobierno de Morena que presagian el final de México.

Creo que mezclar a México y a Morena es un error y la inversión que México atrae del extranjero es una prueba.

Independientemente del partido en el poder, las exportaciones no han dejado de crecer en lo que va del siglo. Y hemos tenido de todos los colores. Eso lo hizo México, no el PRI o el PAN, tampoco el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador. Lo hicieron ustedes.

Sucede que hay inercias y conveniencias imparables.

México depende de Estados Unidos como ustedes de su cuerpo, cierto. Pero los vecinos no van a cercenarse un brazo, como tampoco lo harían ustedes voluntariamente.

Más claro: Estados Unidos también depende de México.

La agenda de los medios está perdida en las malas noticias de un gobierno federal que parece esforzarse, pero no puede parar hechos atroces como el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores de la Jefa de Gobierno Clara Brugada.

Es condenable que pasen los días y no haya información sobre los culpables. Es también lamentable que otros crímenes ocurran sin que reciban un nivel de atención similar.

Tan cierto eso, como el hecho de que ha llegado más inversión extranjera:

El gobierno reportó 21.4 mil millones de dólares durante los tres primeros meses del año. Es un incremento de 5.4 por ciento respecto al mismo periodo de 2024 y el número más alto de la historia de cualquier trimestre.

La razón está en los salarios y otros costos de producción que obtienen acá los fabricantes de casi todo. Pero ojo, también vienen por conocimiento.

Los mexicanos saben operar máquinas, pero además conocen el ‘teje y maneje’ del comercio mundial: envíos, proveedores, aduanas, logística. Los estadounidenses también, pero no tienen gente, lean:

“Cuando hablamos con empresarios y líderes sobre sus planes de crecimiento, la fuerza laboral es uno de los mayores obstáculos que mencionan. Las empresas simplemente no pueden expandirse sin el talento necesario”.

“El presidente acertó al priorizar la seguridad fronteriza, y elogiamos su liderazgo en este tema. Ahora que se han logrado avances, es hora de centrarse en el sistema de inmigración legal de Estados Unidos”.

Esa frase proviene de Estados Unidos, pero no de un adversario del presidente Donald Trump o de algún miembro del partido opositor. La autora Suzanne P. Clark, presidenta y directora general de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, inclinada habitualmente hacia el ala conservadora o Republicana de la política de su país.

La escribió en el contexto de una carta abierta bajo el siguiente título: “Para hacer crecer nuestra economía, la administración Trump debería centrarse en estas cinco políticas”.

Éstas son:

Uno. Hacer permanentes las reformas tributarias de 2017 del primer periodo del presidente actual. Éstas bajaron dramáticamente los impuestos que pagan las empresas.

Dos. Finalizar tantos acuerdos comerciales como sea posible y reducir gradualmente los nuevos aranceles.

Tres. Avanzar en la reforma de permisos, eliminando trámites burocráticos innecesarios. Cuatro. Precisamente, ofrecer nuevas oportunidades para la inmigración legal.

Y cinco: Impulsar las inversiones en producción y transmisión de energía. Una demanda que no es distinta de la que los inversionistas hacen también a la presidenta Claudia Sheinbaum.

¿Encuentran en esa lista de solicitudes la intención de bloquear el comercio con socios comerciales como México?

Este país es necesario para la operación de la economía estadounidense.

Apostar contra éste no solo resulta un acto antipatriota, sino un contrasentido económico.

Evidentemente, el gobierno debe atacar los delitos de una vez por todas, evitar que surjan más a partir de las próximas elecciones del Poder Judicial y atender urgentemente infraestructura de salud para su población que sufre salas de urgencias decadentes; de educación, con sindicatos que atacan a lo más noble de la nación, y de energía, que hoy atiende a mafias y a dogmas, más que a la gente.

Atacar eso es indispensable, pero no nos confundamos. Aún las deficiencias en ese trabajo no detienen la inercia de un comercio regional y mundial que depende de un fuerte engrane en este país. Lo demuestran los hechos.

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