Parteaguas

Rezar por Pemex

Ya no pesa tanto como antes, en 2025 el gobierno espera que poco menos del 10 por ciento de sus ingresos vengan de esa empresa que es de todos y de nadie. 

Los mexicanos suelen tener buena vibra hacia Pemex. Casi todos admiten que es un desastre, pero creo que pocos quieren en verdad que le vaya mal.

Ya no pesa tanto como antes, en 2025 el gobierno espera que poco menos del 10 por ciento de sus ingresos vengan de esa empresa que es de todos y de nadie.

Pero atención con la mala suerte que carga la petrolera este año, cada mes la cosa se pone peor y hoy solo un optimismo ciego permitiría esperar que la Secretaría de Hacienda reciba lo que los diputados esperaban exprimir de esa compañía este año.

Incluso en ese escenario de ensueño, asumiendo que súbitamente la empresa desecha los insolventes proyectos de refinación y que al mismo tiempo se vuelve más eficiente extrayendo crudo, surgió un imprevisto, cayó el chahuistle:

“La EIA prevé que el crecimiento del consumo mundial de petróleo se desacelerará en medio de una menor actividad económica”, avisó el 15 de mayo el gobierno de Estados Unidos a través de su Agencia de Información Energética.

Pongan atención a la razón de tal pronóstico: La economía mundial crecerá apenas un 2.8 por ciento en 2025 y 2026, de acuerdo con sus estimaciones.

“Excluyendo los años de contracción económica mundial de 2020 y 2009, estas tasas de crecimiento económico serían las más bajas desde 2008”, expuso la EIA.

Cuando hay una mayor actividad económica, ustedes y sus vecinos de Estados Unidos salen a la calle a comprar ropa y helados. Cuando desacelera, se complica la cobranza y la gente difícilmente quiere salir de su casa, las fábricas bajan el ritmo y requieren menos camiones y menos electricidad producida con gas que viene del subsuelo.

Es lo que a decir de esa autoridad podemos esperar en el bache que inevitablemente enfrentaremos. ¿Y por qué estamos encarando esta adversidad si se esperaba un buen año?

También lo explica el reporte en cuestión publicado, ojo, por esta oficina del gobierno que encabeza Donald Trump:

“Los aranceles anunciados a principios de abril sobre los socios comerciales de Estados Unidos podrían haber atorado el comercio mundial de bienes, según datos preliminares de Bloomberg sobre una (menor) salida de buques de contenedores. Un menor comercio mundial se traducirá en menos envíos de mercancías por buque, así como en menos entregas por carretera, y podría afectar también al empleo y los viajes de placer. Todos estos factores inciden en el crecimiento del consumo de petróleo”, expuso la Agencia.

El precio del petróleo cae. Ayer el Brent cotizaba en 66 dólares, 21 por ciento por debajo de su precio de hace un año y lejísimos de aquel precio de 127 dólares por barril de agosto de 2022.

Acaso un posible ataque de Israel a Irán supone un lamentable aviso de un ascenso factible en este indicador. Una condición de inercia, sin esa guerra, sepulta las esperanzas de un incremento cercano en el precio del crudo.

La EIA indicó que desde el año 2000, el consumo de petróleo afloja cuando la economía mundial crece menos del 3 por ciento, como espera la EIA para este año. Personalmente espero que la economía solo atraviese un bache y que al inicio de 2026 la perspectiva sea alentadora.

Pero estamos en esta circunstancia retadora y Pemex no mejora internamente.

Su pobre producción de petróleo de 2024 se volvió paupérrima en 2025. Bajó de 1.8 millones de barriles diarios, a alrededor de 1.5 millones.

Para funcionar, la empresa requiere proveedores de piezas para plataformas, de servicios que incluyen comida para sus trabajadores, pero esos proveedores no atienden a la compañía porque la empresa no paga. No tiene dinero.

Han creado un círculo vicioso de pobreza en el que pocos quieren seguir en ese negocio. Me dicen lugareños que en la otrora activa Poza Rica, Veracruz, hasta los Oxxo cierran por falta de clientes.

Las ventas por petróleo exportado que hace un año fueron cercanas a los 2 mil millones de dólares mensuales, bajaron este 2025 a unos mil 300 millones por mes de acuerdo con reportes de la compañía.

La Secretaría de Hacienda esperaba que sus ingresos petroleros crecieran este año, pero en marzo reportó una baja de 13 por ciento en términos reales en este rubro.

En Pemex solo parece haber deseos, pero no hay registro de hechos o datos que cambien su trayectoria. Quedan opciones, como rezar, para los creyentes.

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