Parteaguas

¿A quién ‘sigue’ Martha Debayle?

A Nuseir Yassin, un ‘influencer’ de origen palestino, que inició un emprendimiento: a cambio de una suscripción, su empresa Nas.io da asesoría automatizada a cualquier persona que tenga mil seguidores o la intención de tenerlos.

Ella es una celebridad, Martha Debayle domina la radio a media mañana ¿A quién puede seguir un personaje tan influyente?

¿Qué tal a Nuseir Yassin? Ustedes lo han visto en redes sociales. A él, o su canal, Nas Daily.

Él creó hace dos años una ruta alternativa para que dermatólogas, entrenadores o expertas en imagen encuentren ingresos sustantivos en un ambiente digital cada vez más retador ¿Entraron en un ‘reto’ de Martha Debayle? Entonces van a entender por dónde va la cosa.

Yassin estuvo en México la semana pasada y platicamos acerca del negocio de hacer videos en YouTube.

Este ‘influencer’ de origen palestino, nacido en Israel, tiene 14 millones de seguidores solamente en YouTube. Le pregunté si tener esa audiencia representa una manera de hacer dinero. “Es un fraude, YouTube es un fraude”, me respondió.

Argumentó que los ingresos que obtiene por esa vía resultan insuficientes para generar la producción de sus propios videos, que implican viajes por todo el mundo.

YouTube, me aclaró, genera ingresos a quienes producen videos largos, de más de 10 minutos. No es su caso, pues el formato de su contenido no alcanza habitualmente esa dimensión.

¿Qué ocurre al interior de esa plataforma de ‘streaming’ de videos propiedad de Alphabet y hermana de Google?

Que se ha brincado a buena parte de los productores de televisión tradicional y saltó a las pantallas de mayor tamaño en las casas y esas pantallas exigen aparentemente una duración que compita con lo que entregan Netflix y Amazon Prime.

Este mes, el director general de Alphabet, Sundar Pichai, mencionó el fenómeno durante una plática trimestral con accionistas e inversionistas.

“Los datos de Nielsen muestran que YouTube sigue siendo el número uno en tiempo de visualización de streaming en Estados Unidos y nuestra cuota de streaming ahora está en un nivel récord. Solo el día de las elecciones, más de 45 millones de espectadores en todo Estados Unidos vieron contenido relacionado con las elecciones en YouTube”.

A decir de sus palabras, la gente se acostumbra a ver noticias a través de ese servicio. Además se apropia también de un competidor de la radio, el ‘podcast’.

“En 2024, la gente vio más de 400 millones de horas de podcasts cada mes solo en dispositivos de sala de estar. YouTube es ahora el servicio más popular para escuchar podcasts”, dijo aparte Philipp Schindler, vicepresidente y director comercial de Alphabet.

En esa compañía pueden argumentar a Yassin que si bien YouTube les generó el año pasado más de 36 mil millones de dólares en ingresos y cerraron con un aumento de 14 por ciento en ventas de anuncios, en sentido contrario debieron pagar casi 26 mil millones de dólares por el costo de contenidos principalmente atribuibles a este negocio.

Pero esas son cifras gigantes para negocios gigantes como Vanguard y Blackrock que tienen la mayoría relativa de sus acciones, junto con Larry Page y Sergei Brin, fundadores de ese corporativo. Para los mortales el mundo también gira.

Por eso es relevante la vía alterna de emprendimiento generada por Nuseir Yassin. A cambio de una suscripción, su empresa Nas.io propone una asesoría automatizada a cualquier persona que tenga mil seguidores o la intención de tenerlos, para comercializar sus habilidades de, digamos, danza o acrobacia.

¿Una dermatóloga quiere establecer un reto de un cutis más terso en un mes? Adelante, que paguen sus invitados y que convivan, se conozcan y formen una comunidad, quizás de largo plazo. Esa plataforma ofrece también la factibilidad de realizar cursos, eventos y otro tipo de encuentros virtuales o incluso presenciales.

El sueño de ser ‘influencer’, quizás irracional para algunos, es el propósito de muchas personas, principalmente mujeres, a decir de Yassin, quien me explicó que nueve de cada 10 emprendedores de redes sociales en México, son de sexo femenino.

El mejor ejemplo, probablemente, es el de Martha Debayle, quien presume de miles de individuos inscritos en retos ‘fitness’ o para aprender administración de finanzas personales.

Los mexicanos han generado contenido exitoso internacionalmente durante décadas.

Netflix anunció la semana pasada que invertirá mil millones de dólares basada en esa experiencia. La oportunidad no está bloqueada para los emprendedores individuales, no en esta era.

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