Parteaguas

¿Por qué apagó el espacio, presidenta?

Los 3.5 mdd con los que contará este año la Agencia Espacial Mexicana son ridículos para una institución de este tipo. México parece conformarse con satélites de telecomunicaciones.

¿Leyeron la opinión del astronauta mexicano Rodolfo Neri Vela? Presidenta Claudia Sheinbaum, conviene revisar este error.

La mayoría de la gente quizá piensa que la industria espacial solo sirve para el sueño de hacer viajes a la Luna o a Marte. Piensen de nuevo. ¿Qué tal volar en una hora a Japón o a China?

Hacia allá va el negocio de al menos dos empresas. Una estadounidense, Spacex, de Elon Musk y otra china, Deep Blue, de Huo Liang, que desarrollan tecnologías relacionadas con viajes espaciales y suborbitales que hoy suenan tan locos como cuando alguien dijo que podría cruzar el Atlántico en siete horas.

Los humanos deben prepararse para la idea de dar la vuelta al mundo en menos tiempo del que dura una película, entre otros avances fuera de la vista.

Para eso los países se preparan. Argentina y Brasil tienen agencias espaciales a las que brindan presupuestos anuales equivalentes a 200 y 50 millones de dólares, respectivamente.

En México, desde la semana pasada la renuncia del director de la Agencia Espacial Mexicana, Salvador Landeros Ayala, sacude los ‘chats’ en WhatsApp de la comunidad relacionada con esa industria que pocos entienden, pero que según McKinsey ya representa ingresos de 630 mil millones de dólares para las empresas involucradas.

Esa cifra va a triplicarse en 10 años, de acuerdo con estimaciones de esta consultora estadounidense.

La Agencia Espacial Mexicana que habitualmente recibía unos 4.5 millones anuales, cuenta este año con apenas 3.5 millones de dólares y es absorbida por una oficina gubernamental llamada Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT).

¿El propósito de ésta? Crear eficiencia en el gobierno, lo que si bien es relevante, carece de la ambición que la nueva era espacial inyecta a otras naciones latinoamericanas.

México parece conformarse con satélites de telecomunicaciones para sus propósitos espaciales, de acuerdo con la presidenta Claudia Sheinbaum y del director de la ATDT. Consecuentemente, en el futuro próximo, los mexicanos podrían estar comprando servicios y productos argentinos o brasileños, en lugar de crear los propios.

Algunos opinaron al respecto, pero la voz más respetada es la de Neri Vela:

No hay definición sobre los detalles. Las letras chiquitas no han sido reveladas. Son anuncios muy amplios y muy vagos, sin detalles. Me parece que todavía hay mucha secrecía, mucha demagogia, porque es muy fácil decir que no va a desaparecer, que se va a fortalecer y que se va a anexar a tal institución. Pero, ¿cómo se va a fortalecer si, en primer lugar, se quiere que la Agencia Espacial Mexicana sea absorbida por una agencia de transformación digital que, desde sus orígenes, no es una agencia para realizar investigaciones científicas o para desarrollar tecnologías.

“La ATDT es una agencia para dar servicios del Estado y una institución cuya responsabilidad sea la de dar servicios, apoyándose en lo que exista. Entonces, no se va a preocupar o no le va a dar la importancia necesaria a otras áreas que sí requieren de una entidad especializada, como la investigación, la divulgación científica, la atención a las juventudes, que es lo que hace la Agencia Espacial Mexicana sí brinda”, expuso el astronauta mexicano al medio especializado Telesemana.

En este mismo espacio celebré la semana pasada que la presidenta Claudia Sheinbaum ponga a México en la ruta a la producción de semiconductores mediante el proyecto Kutsari.

También es destacable la intención gubernamental de diseñar y fabricar un vehículo económico movido con energía eléctrica, el Olinia.

Pero no hay forma de argumentar que la nueva posición de la Agencia Espacial Mexicana coloca a los mexicanos en el camino de la vanguardia en tecnología espacial. Los 3.5 millones de dólares con los que contará este año si bien representan mucho dinero para un individuo, son ridículos para una institución de este tipo.

Como ejemplo del dinero requerido, solamente una empresa privada española llamada PLD Space obtuvo hasta la fecha 120 millones de euros de financiamiento para sus proyectos de lanzamientos.

Presidenta, conviene revisar enmiendas a este ajuste equivocado en la Agencia Espacial Mexicana y dar señales claras de que usted convoca a una lucha tecnológica sin precedentes en el espacio. Otra señal clara de que usted persigue esa intención sería de desatorar en el Senado los cambios a los artículos 28 y 73 de la Constitución que su propio partido promovió para detonar la actividad espacial.

Usted quiere convertir a México en una potencia científica. Presidenta Sheinbaum, no puede dejar la carrera espacial al margen en ese propósito.

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