Parteaguas

‘México es el cuarto destino global para inversiones’

Tanto Canadá como México se vuelven más atractivos para las inversiones debido a su acceso inigualable a la economía estadounidense, de acuerdo a un estudio de la consultora EY.

Puede sorprender a los detractores de las administraciones gubernamentales de Morena, pero esta frase no proviene de esas filas políticas:

“México es el cuarto destino global para inversiones” es una cita textual que sintetiza y promueve esta semana un documento. Éste es el resultado de una encuesta mundial realizada entre directores generales (CEOs) por la consultora EY o antes conocida como Ernst & Young, que fue publicada el mes pasado.

La fecha es relevante, en esos días no habían renunciado los ministros de la Suprema Corte de Justicia y Kamala Harris parecía llevar una ventaja considerable en detrimento de Donald Trump, en la contienda de ambos por la presidencia estadounidense.

Ahora sabemos que nos quedaremos sin experiencia en el máximo tribunal nacional y que un personaje que expresa mensajes negativos en contra de México podría regresar a la Casa Blanca.

Pero así está el mundo. Cambia cada semana y de eso están conscientes las y los líderes de empresas, que en efecto votaron por un top five descrito así en septiembre, cuando las elecciones políticas ya habían sido definidas en este país que gusta del pico de gallo:

“Lo que los CEOs están diciendo. Los cinco principales destinos de inversión de capital en los próximos 12 meses: 1. Estados Unidos, 2. Reino Unido, 3. Canadá, 4. México y 5. Alemania”, expone EY en su estudio.

Tanto Canadá como México se vuelven más atractivos para las inversiones debido a su acceso inigualable a la economía estadounidense. Canadá ha sido particularmente atractivo para las empresas europeas que buscan invertir en el mercado norteamericano en general, y México ha podido atraer mayores niveles de inversión de empresas de Asia”, agrega el texto de esa compañía consultora global.

Su opinión contrasta con la de un amigo con el que hablé ayer.

Él promueve parques industriales en Ciudad Juárez, cuya comunidad hasta el inicio del año presumía estar al 100 por ciento de su capacidad. Ahora surgen voces de gerentes de empresas locales que revisan el posible traslado de su producción a Honduras o Costa Rica.

Influidos quizá por su cercanía con un estado eminentemente republicano como Texas, estiman que Trump ganará de nuevo la presidencia de su país, un resultado que percibo como el más factible y anticipé aquí desde mayo, a partir del alejamiento entre los demócratas y la muy poderosa Cámara de Comercio de los Estados Unidos. Ojalá que me equivoque.

La eventual victoria republicana pronostica que Trump insistirá en el ataque a la manufactura de México en productos que son fácilmente explicables en discursos políticos, como los coches estadounidenses, cuyas fábricas intentará llevar a Estados Unidos.

Por sus vínculos con los automóviles, tal vez sufra también una parte de la ‘maquila’ que caracteriza a Juárez, ese sistema de producción que implica la importación de materiales para ensamblarlos en México aprovechando la mano de obra barata, y luego regresar el producto a Estados Unidos para su comercialización.

Pero otras inversiones pueden estar a salvo. Principalmente las previstas para fabricar productos tecnológicos o servicios de avanzada. Esas están en pie y crecerán, a mi parecer. ¿Un ejemplo? Proyectos para la cadena de producción de semiconductores o chips y deseablemente, la creciente industria espacial que yo sé que parece lejana para muchos… hasta que ven lo fácil que se volvieron los ‘aterrizajes’ de cohetes y lanzamientos de naves que acercan a los humanos a la Luna, como el de los chinos de este martes.

Hay un trabajo de alto nivel que ya avanzó entre los gobiernos de México y Estados Unidos para establecer de este lado de la frontera una parte de la cadena de semiconductores.

Hay inversiones que verifican la viabilidad de esa idea, como la que prepara la asiática Foxconn en el país para atender las necesidades de ensamblaje de servidores de nueva generación de la gigante productora de GPUs, Nvidia.

Los CEOs de esta era están sometidos a escenarios distintos de los de sus antecesores de décadas pasadas. El estudio de EY dice que un 33 por ciento de ellos asegura estar a la vanguardia de la transformación, con estrategias que les permiten adaptarse de manera ágil a los cambios externos.

Esos cambios no solo ocurren en México y en el movido escenario de hoy, quizás este país luce más estable desde afuera, ya comparado con otros.

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