El aeropuerto huele a humanidad en estos días. Cualquier aeropuerto.
Si continúa o no la pandemia es asunto secundario para quienes hoy empujan una maleta de rueditas cargada de ropa y planes que con frecuencia resultan mejores que el viaje mismo.
“En comparación con los niveles previos a la pandemia de noviembre de 2019, el tráfico de pasajeros incrementó un 5.2 por ciento en México, un 6.9 por ciento en Puerto Rico, y un 12.8 por ciento en Colombia”. Por favor, lean de nuevo los datos del párrafo anterior.
Es una comparación que hizo ASUR, la compañía administradora de aeropuertos como el de Cancún, correspondiente al décimo primer mes de 2021, contra el mismo mes de 2019, varios días antes de que llegara la pandemia en México.
Hoy, el temor al virus continúa y quien puede, evita el contacto con asientos o tubos usados por cientos durante el día. Así pueden comprender que la renta de autos vaya en ascenso.
Si ustedes son sensibles a los precios de hoy, háganse a un lado en la fila porque hay varios que tomarán ese coche que ustedes no quieren pagar estas vacaciones.
Las acciones de la arrendadora de autos Avis valen 529 por ciento más que el año pasado; sextuplicó su valor en solo 12 meses, con lo que pueden imaginar la clase de fiesta que traen sus ejecutivos en estos días.
Pasa algo similar en Hertz, que da pistas sobre las decisiones tomadas en su interior, mismas que interfieren con el presupuesto que destinaron ustedes para su salida de fin de año:
“Hemos fortalecido significativamente nuestro negocio de alquiler de automóviles con más de 95 dólares de mejora estructural en ingresos mensuales por unidad, que esperamos continúe en el futuro”, dijo el mes pasado su director interino, Mark Fields, a sus accionistas hace mes y medio.
La compañía adicionalmente redujo sus costos, lo que derivó en utilidades (EBITDA) récord por 860 millones de dólares durante el tercer trimestre del año.
“Ahora estamos en camino de lograr un año fiscal récord de ganancias”, remarcó.
Si la siguiente semana quieren rentar un coche modesto en Cancún, como un Beat de Chevrolet, deberán pagar a Hertz 2 mil 200 pesos por día. ¿Una minivan? Saquen unos 9 mil pesos, si acaso encuentran una disponible.
Quien ya notó el ascenso fue Alejandro Calligaris, jefe en México de Despegar, la empresa con oficinas centrales en Buenos Aires, dedicada a la comercialización en línea de servicios de hotel y otros relacionados con el turismo.
Hay una recuperación de turismo en todo Latinoamérica, admite, lo que se combinó con la escasez de vehículos nuevos fabricados por armadoras que simplemente no consiguen piezas suficientes para construirlos, como consecuencia de la escasez de semiconductores, sí, pero también de materias primas.
Sumen eso a un nudo en puertos internacionales, que restringe la movilidad de todo y vean el resultado en el estado de cuenta de su tarjeta.
Si ustedes no pueden comprar un nuevo Sentra, consideren que se lo están peleando con Avis y con Hertz y ganará quien pague mejor.
El resultado pudo anticiparse tomando clases de Economía I: Menos oferta y una creciente demanda, deriva en aumento de precios que necesariamente las arrendadoras van a repercutir en sus tarifas.
En este mundo bañado en dólares recién ‘impresos’ por la Reserva Federal, nadie esquiva la inflación.
¿Está para quedarse este nivel en los precios de la renta de coches? No parece. El retorno desde la bancarrota que tuvo precisamente Hertz, ha sumado competencia al mercado, lo que de acuerdo con el grupo Financiero Barclays, de a poco nivelará las cosas.
Además, este servicio enfrenta una ausencia importante: la de mujeres y hombres de negocio que ahora no viajan tanto a juntas y convenciones y difícilmente lo harán en el futuro con la frecuencia de antaño, ahora que sus corporativos conocieron el Zoom.