Un tipo de clase media se hartó de que las petroleras ignoren los avisos de calentamiento global que afectan a todos.
Para cambiarlas, empezó inocentemente por comprar algunas acciones de esas compañías… ahora él y quienes lo siguen, van rumbo a una “guerra” que cobró fuerza esta semana.
Su nombre es Mark Van Baal y encabeza un fondo de inversión llamado Follow This.
Él cuenta que la década pasada dudaba de reunir un número suficiente de personas dispuestas a comprar acciones de Shell y otras compañías, en ánimo de cambiar sus decisiones desde adentro, en calidad de dueños.
Entonces, su esposa le mostró un contenido que vio en YouTube y desde entonces no paró.
El video en cuestión muestra a un hombre solitario bailando ridículamente en medio de un parque, mientras otros lo observan desde lejos. Todo cambia cuando se suma uno, el movimiento de ambos empieza a atraer a otros, hasta que la escena termina con una multitud saltando a su alrededor. https://www.youtube.com/watch?v=fW8amMCVAJQ
Motivado, el holandés Van Baal lanzó Follow This, cuyo logotipo asemeja justamente el de Shell, la empresa angloholandesa vendedora de petróleo y sus derivados.
¿Qué ofrece Follow This? Un sistema que une la fuerza de pequeños accionistas en una intención común:
“La industria petrolera puede hacer o deshacer el acuerdo climático de París. Pero tenemos el poder de cambiar las empresas petroleras desde dentro, como accionistas. Follow This une a los accionistas responsables para impulsar a las grandes petroleras a volverse ecológicas. Los negocios habituales terminaron”, detalla su sitio web.
En su plataforma, esta organización ofrece la venta de acciones de empresas de energía, pero también la posibilidad de que los interesados las compren por su parte y solamente las vinculen para que Follow This pueda administrar sus decisiones en conjunto.
¿Qué repercusiones pueden tener sus actividades? Ayer, Bloomberg las hizo patentes:
“El grupo de inversores Follow This planea presentar resoluciones climáticas ante Exxon Mobil y Marathon Petroleum por primera vez, en continuidad con lo ocurrido en otras empresas estadounidenses este año, a partir del apoyo de accionistas.
“El grupo planea presentar mociones con al menos ocho productores de combustibles fósiles estadounidenses y europeos ante sus próximas reuniones generales anuales en 2022, exigiendo objetivos de emisiones más estrictos para ayudar a lograr los objetivos mundiales del acuerdo climático de París”, expuso el medio norteamericano.
La referencia alude a un proceso que Follow This inició contra Shell previamente, pero también a otro caso, el del fondo de inversión con intenciones similares, cuyo nombre es Engine No.1.
En junio, con una inversión de apenas 12.5 millones de dólares, sus miembros consiguieron tres sillas en el consejo de administración de Exxon Mobil, con la intención de cambiar las decisiones de la compañía en el seno de su órgano rector.
No habrían conseguido tal meta, de no haber sido apoyados por Blackrock, la organización encabezada por Larry Fink, quien en su carta anual emitida al inicio de 2021 indicó que las decisiones de este enorme fondo serán ahora analizadas conforme a criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés).
No se trata de un puro interés por la conservación del ecosistema, sino también de la supervivencia de muchos negocios, de acuerdo con lo expuesto en otro escenario por el Banco de Pagos Internacionales –coordinador de los bancos centrales del mundo–que este año lanzó una advertencia sobre la llegada de “cisnes verdes”.
El BIS, encabezado por el mexicano Agustín Carstens, llama así a los fenómenos naturales imprevistos que crecientemente deterioran o eliminan el valor de bienes o activos en poder de los bancos, lo que amenaza la estabilidad del sistema financiero mundial.
Pemex, hasta ahora, luce fuera del campo de esta batalla, toda vez que si bien pertenece a más de 120 millones de mexicanos, sus decisiones tradicionalmente se ciñen a las de quien ocupe la silla presidencial. No tiene acciones en el mercado de valores.
Pero atención, varios golpes indirectos se aproximan para la mexicana.