Hasta ayer, un bitcoin valía 63 mil dólares. Hace cinco años, solo 698 dólares. El cambio representa un aumento de 8 mil 903 por ciento, de acuerdo con datos recopilados por Bloomberg.
Quien llegue a ver esta película hoy, dará con varios artículos que refieren que para algunos inversionistas el bitcoin representa una vía para proteger su dinero de la inflación. Vaya, que el dinero no pierda valor frente a los crecientes precios de casi todo, en todo el mundo.
Pero esos artículos quizá no respondan a la pregunta clave: ¿por qué tiene valor el bitcoin?
Es una duda razonable acerca de la cual hoy Elo Cadenas nos dará una explicación pública durante un panel organizado por El Financiero.
Pero anticipándome a esta conversación, conviene decir por principio que el bitcoin es accesible para cualquier persona con un smartphone o una computadora y una cuenta bancaria. Eso lo distingue, por ejemplo, de un centenario, cuya compra requiere cierto esfuerzo físico.
Otro aspecto que le da valor es su escasez. A diferencia de quienes distribuyen pesos o dólares desde el Banco de México o de la Reserva Federal de Estados Unidos, la citada ‘moneda’ virtual tuvo una emisión única y limitada a 21 millones por su creador o grupo de creadores, conocido como Satoshi Nakamoto.
Hoy mismo restan poco más de 2 millones de bitcoin para ser distribuidos.
Quienes ‘extraen’ los restantes son llamados ‘mineros’ cibernéticos cuyas computadoras resuelven complicadas operaciones matemáticas y a cambio reciben como premio la moneda virtual, que pueden cambiar por euros, dólares, yenes…
¿Por qué más tiene valor bitcoin? Por sus consensos.
Cada operación de compra o venta de un bitcoin o sus fracciones, recibe la instantánea validación de todas las computadoras involucradas en el sistema. De absolutamente todos, por pequeño que sea el dispositivo.
Detrás de las computadoras hay humanos. Si una sola de esas computadoras trata de violar las reglas, la operación no se efectúa.
No hay muchas congregaciones virtuales o físicas entre personas que validen en consenso un trato o decisión. ¿Las tandas de la oficina, tal vez?
Luego está la seguridad. ¿Qué hace seguro el sistema detrás de bitcoin? El blockchain, la verdadera joya en la magia de las llamadas ‘criptomonedas’.
Cada operación queda registrada como un bloque de datos en el sistema conectado con el siguiente, todo albergado en todas las máquinas que hacen transacciones con bitcoin.
El esquema ya acumula más de una década y si bien quizás alguien lo ha intentado, nadie ha logrado penetrar tal barrera. Lo más probable es que nunca lo consiga, pues requiere un poder computacional difícil de dimensionar.
Llevamos cuatro, pues: accesibilidad, escasez, consenso y seguridad son elementos que otorgan valor al bitcoin, al punto que ayer, en plan serio, un destacado analista de JPMorgan mandó decir que pongan ojo a los “activos alternativos”.
Fue Nikolaos Panigirtzoglou, managing director, responsable de estrategia global, quien a contracorriente del discurso de su jefe Jamie Dimon, incluyó en su narrativa esos bienes que agrupan activos digitales.
Sucede que el bitcoin abrió brecha, pero otra opción, el ethereum, permite mediante su sistema asociar imágenes con una moneda virtual, a fin de que exista un registro único e inviolable de ese bien intangible.
Hasta hoy, se asocia con obras de arte dibujadas con pixeles, que a diferencia de las pinturas sobre tela de Rembrandt o Van Gogh, nadie puede falsificar.
Pero la misma tecnología podría resultar útil para guardar registro de documentos, como los que validan la propiedad de un edificio, de una casa o de un título profesional, tarea que hasta hoy ejerce directa o indirectamente el gobierno, que tiene, digamos… sus pendientes en materia de confiabilidad.
¿Hasta dónde puede llegar lo que empezó con el bitcoin? Elo Cadenas y Mauricio Moreno nos abrirán los ojos hoy en El Financiero, a las 11:00.
El autor es director general de Proyectos Especiales y Ediciones Regionales de El Financiero.
Jonathan Ruiz  Opine usted: jruiz@ elfinanciero.com.mx
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