Ríos de tinta han corrido sobre la próxima elección judicial, sobre si alguien conoce a los candidatos, o si hay algunos ligados al crimen organizado, o si serán elegidos por el “pueblo” como dice la presidenta. La triste realidad es que esta elección es solo una simulación, una obra de teatro que trata de engañarnos a todos.
De entrada, es una elección donde Morena y aliados han elegido quiénes serán los candidatos, ellos palomearon y filtraron las listas según su conveniencia.
En segundo lugar, es una elección donde el “árbitro” es un INE cooptado por el Estado, que no tendrá más opción que dar por válida cualquier cosa que pase. No olvidemos que la familia de Guadalupe Taddei, presidenta del INE, está en la nómina de la burocracia morenista y que ella ya ha favorecido al partido en el poder, otorgándole una super mayoría ¡que no le correspondía! justo para que pudieran aprobar la reforma al Poder Judicial.
Además, es una elección donde no hay reglas claras, ni forma de hacer cumplir las que existen, ya que toda la reforma se aprobó “sin cambiarle ni una coma” y se dejaron infinidad de cabos sueltos. Donde el Estado, ha apoyado directamente a las ministras a la SCJN que le convienen, con eventos, espacio en medios, campaña a través de sus redes de periodistas en la nómina y bloqueado o ignorado a los demás.
Pero sobre todas las cosas, es una tontería enorme desde su concepción. Para impartir justicia entre la ciudadanía deberían llegar las personas más capacitadas ¡no las más populares! En el caso del poder legislativo, está bien que haya gente de todo tipo para que la población del país este adecuadamente representada, pero en el poder judicial lo que se necesita es gente probadamente preparada para poder decidir sobre cuestiones como la vida, la economía y la libertad de los ciudadanos.
Es por estos motivos que prácticamente en ningún país civilizado del mundo se elige por vía popular a los juzgadores, se le da más importancia a sus conocimientos y erudición que a su popularidad. Por supuesto que hay jueces corruptos muy preparados, pero como todo lo que toca MORENA, ahora muchos de ellos serán además de corruptos, ignorantes e incluso abiertamente ligados al crimen organizado como varios gobernadores y presidentes municipales ya en funciones. Serán un reflejo de lo que ya está pasando en el país.
No es una elección donde los dados estén cargados, simplemente no hay dados. Va a ser un dedazo del partido oficial para controlar las cortes, donde el único riesgo que tienen es que no salga suficiente gente a votar y se ponga en duda, aunque sea solo en el discurso, la credibilidad de los elegidos. Morena ya va a tomar el Poder Judicial, eso es un hecho, pero necesita que por lo menos se vea creíble y para eso su gran reto es movilizar a sus bases para que salgan a votar y a uno que otro ciudadano despistado que les haga el “caldo gordo”.
En la elección presidencial Claudia Sheinbaum recibió 35.9 millones de votos, de los 60 millones que votaron en total, si en la elección del poder judicial no votan cuando menos 20 millones de personas se puede decir que no generará mucha certeza jurídica, ni credibilidad en los elegidos. Veamos si no obligan al INE a inflar la cantidad de personas que participaron.
Lamentablemente, la elección del poder judicial es más bien el tiro de gracia a nuestra breve etapa democrática.
En otras latitudes digitales…
Entre los últimos Papas tenemos al que enfrentó al comunismo, luego al que enfrentó a los enemigos internos de la Iglesia, principalmente la corrupción y la pederastia, seguido por el que recordó la misión social de la Iglesia, ahora tenemos a uno nuevo que se prevé enfrentará un mundo de renovados odios xenófobos, muros en vez de puentes y líderes populistas autoritarios.
Mucha suerte al nuevo Papa León XIV.
Y en otras latitudes más…
Alguien avísele a Beatriz Gutiérrez Müller que para adquirir la nacionalidad española viene por escrito que ¡le tiene que jurar lealtad al Rey!