Las circunstancias que rodean un evento definen la mejor manera de solucionar un problema.
Una de las protecciones que tienen los individuos contra la automatización de actividades en el trabajo es la creatividad, entre más contexto requiera una labor, más difícil hace que sea reemplazada por una máquina.
Cuando pensamos en personas creativas, nos imaginamos que son personas que tienen un nivel de inspiración más elevado que el promedio e incluso llegamos a considerarlos como iluminados, cuando en términos llanos, son individuos promedio, con mayor contexto e información, que aportan una perspectiva diferente a la de los demás.
La creatividad es el acto de convertir ideas nuevas en realidad y la creatividad se caracteriza por la capacidad de percibir el mundo de formas distintas, encontrar patrones ocultos, ‘fuera de la caja’, hacer conexiones entre fenómenos aparentemente no relacionados y generar soluciones agregadas. La creatividad implica por ello dos procesos: pensar y luego producir una solución diferente. Las máquinas van en camino de realizar esto a través del aprendizaje profundo.
A su vez, el aprendizaje profundo es un tipo de aprendizaje automático que más que inteligencia artificial, imita la forma en que los humanos obtienen su conocimiento. El aprendizaje profundo es un elemento importante de la ciencia de datos, que incluye estadísticas y modelos predictivos. Este aprendizaje encuentra patrones en aquellas conexiones que ni un humano podría realizar a simple vista. Nos encontramos en el punto en el que el potencial para automatizar tareas simples ya está bien explorado.
Es común escuchar que tal o cual proceso ya está automatizado, ya sea por software, en la forma de repetición de una tarea y de hardware en la forma de robots. Ya hay varios proyectos que están explorando el uso del aprendizaje profundo para el diseño creativo, tanto para la creación completa de artefactos como para apoyar a los humanos en el proceso de creación.
Si bien el aprendizaje profundo ya está produciendo resultados halagadores en lo que se refiere a la creatividad, su novedad suele ser limitada debido a múltiples razones, como estar vinculado a un espacio conceptual que todavía tienen que definir y entrenar los humanos. Esto hace al sistema tan inteligente como el humano que lo concibe.
Pero el mayor de los retos se encuentra todavía en algo en lo que caracteriza a los humanos, la capacidad de identificar conexiones entre dominios muy diferentes, los cuales se consideran como los mayores impulsores de la creatividad humana. Hoy las máquinas ya tienen la capacidad de tener algunos contextos, entre más contextos tengan y puedan manejar, más rápido serán capaces de competir con la creatividad humana.
El autor es fundador y presidente del Consejo de Metrics.