Perspectiva Global

FMI/BM: Reuniones de primavera 2025: un respiro de corto plazo

Algunos analistas económicos y políticos han advertido que debido al debilitamiento institucional que se ha observado en los Estados Unidos recientemente, el mundo podría estar observando el inicio del fin de la supremacía del dólar como moneda de reserva.

La semana pasada se llevaron a cabo las reuniones anuales de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en Washington, DC, en los Estados Unidos. Como comenté en este mismo espacio la semana pasada, considero que los tres temas que tuvieron mayor relevancia fueron (1) La política arancelaria del presidente de los Estados Unidos y sus consecuencias; (2) El atentado en contra de la independencia del Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed); y (3) El comportamiento del dólar (“Aranceles, crecimiento, el Fed y el dólar”, 22 de abril).

(1) La política arancelaria del presidente de los Estados Unidos y sus consecuencias. En mi opinión, las preguntas más importantes sobre este tema son: ¿Qué es lo que realmente desea el presidente Trump con su política comercial? ¿Reducir los déficits comerciales de los Estados Unidos –como lo ha dicho el propio presidente Trump–, o utilizar los aranceles para lograr negociar diversos asuntos en condiciones más favorables para su país? Si bien desde hace meses he considerado que el objetivo de Trump es usar los aranceles como herramienta de negociación, no ha quedado del todo claro, sobre todo por lo que estuvo ocurriendo hasta la semana pasada (“Se postergaron los aranceles, ¿qué sigue?”, 18 de febrero). Al final del día, es ampliamente aceptado que una política arancelaria tan restrictiva y generalizada como la que ha planteado el presidente Trump no tiene ningún sentido económico. Así, considero que nos estamos acercando al final de los temas comerciales, con excepción de China y empezará la transición a otras políticas disruptivas que propone el presidente Trump, como la baja de impuestos y la desregulación. En mi opinión, esto es lo que va a ocurrir dado el comportamiento que hemos estado observando muy recientemente en la instrumentación de política comercial de parte del presidente Trump. De la semana pasada a la fecha, Trump ya redujo unilateralmente los aranceles a ciertas importaciones de China, tal es el caso de los teléfonos inteligentes y las computadoras. Asimismo, instrumentó una pausa de 90 días para la aplicación de los aranceles ‘recíprocos’ y ha estado sosteniendo platicas de negociación comercial con los gobiernos de Japón, India y Corea del Sur, entre otros.

La semana que entra va a ser relevante debido a que el 4 de mayo vence el periodo para llevar a cabo la reevaluación de varios aranceles. No obstante lo anterior, considero que lo más álgido del tema comercial ya pasó y en el caso particular de México, la discusión se moverá hacia la revisión ‘temprana’ del T-MEC. En este sentido, el presidente Trump ha sido muy vocal en que desea incorporar un nuevo capítulo de seguridad nacional –para no estar a expensas de si un presidente es cooperativo en lo que a este tema se refiere o no y tener algunos acuerdos por escrito–, así como reforzar las reglas de contenido de origen para evitar que las bienes mayoritariamente producidos en China lleguen a los Estados Unidos saltándose las barreras arancelarias vía México o Canadá.

(2) El atentado en contra de la independencia del Fed. Ya no fue un tema durante las reuniones del FMI/BM debido a que el martes pasado el mismo presidente Trump comentó que “…ya no es su intención despedir al presidente del Fed, Jerome Powell…”. Considero que la fuerte reacción negativa de los mercados financieros internacionales, adicional a lo que ya habían observado con la incertidumbre frente a la política comercial de los Estados Unidos, fue lo que propició que el presidente Trump se echara para atrás en sus ataques a la independencia del Fed.

(3) El comportamiento del dólar. Gradualmente el dólar ha vuelto a observar un comportamiento menos atípico a raíz de que el presidente Trump instrumentó la pausa a los aranceles recíprocos y echó para atrás varios aranceles que había impuesto a ciertas importaciones de China, como sus ideas de despedir a Powell. Sin embargo, no ha regresado a sus niveles pre-Trump. En este sentido, cabe la posibilidad de que esto se explique porque la incertidumbre sobre estas políticas comerciales no ha terminado, pero también puede ser porque ha habido una recomposición de portafolios de inversión a nivel global con un menor sesgo a asignar recursos a activos financieros de los Estados Unidos. Algunos analistas económicos y políticos han advertido que debido al debilitamiento institucional que se ha observado en los Estados Unidos recientemente, el mundo podría estar observando el inicio del fin de la supremacía del dólar como moneda de reserva, así como la prevalencia de las preferencias de los inversionistas por la tenencia de activos estadounidenses. Dudo mucho que este sea el caso. En mi opinión, los portafolios globales estaban sobreexpuestos a activos estadounidenses, sobre todo debido al frenesí con las empresas de tecnología. En ese sentido, aunque es muy difícil saberlo a ciencia cierta, considero que lo que ocurrió fue un rebalanceo hacia asignaciones más apegadas a lo que estas empresas realmente puedan ofrecer de rendimiento en el futuro y no una venta masiva impulsada por preocupaciones de que el dólar ya no vaya a ser la moneda de reserva del mundo.

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