Perspectiva Bursamétrica

La anemia endémica de México

Las últimas encuestas de Citigroup y del Banco de México entre analistas del sector privado sostienen que para este año el crecimiento pudiera ser del +0-5% anual, y para el año entrante pudiera superar el 1% anual.

INEGI publicó el 30 de octubre la estimación oportuna del PIB al tercer trimestre, en donde preliminarmente estima que la economía mexicana tuvo una contracción del 0.3% trimestral, ligeramente por encima de la estimación del -0.4% esperada por el consenso de analistas, y por debajo del crecimiento del 0.6% del trimestre anterior. En su comparación anual, el PIB cayó un 0.2%, apenas por encima de la estimación mediana del -0.3% anual prevista por el mercado. El crecimiento del PIB de todo el año es del 0.2% anual.

La Actividad Industrial observó una caída del 2.9% anual. Los servicios aumentaron en 0.9% anual y el campo creció en 3.0% anual. Se sabe que la caída de la Industria está siendo afectada por una severa contracción en la construcción. Además, está cayendo la industria extractiva, tanto la minería como la producción de crudo. También estamos viendo una caída en la actividad manufacturera, en donde está nuestra industria exportadora.

La pregunta que surge ante estos datos preliminares es ¿Que tan probable es que tengamos una recesión?

Hasta ahora, con estos datos, y tomando en consideración la definición de una recesión como una fase del ciclo económico en la que se da una caída generalizada en la actividad económica y en el empleo, profunda y prolongada, no puede afirmarse que ya estemos dentro de una. Lo que si puede diagnosticarse es que la economía de México sufre una anemia endémica. En los últimos 7 años estamos creciendo a una tasa promedio del 0.7% anual. En los 30 años anteriores, el crecimiento promedio era también muy bajo, +2.3% anual. Dinamismo inferior al de la tasa de crecimiento demográfico.

Las causas principales de esta circunstancia compleja son los siguientes:

1. Incertidumbre comercial con EU: Las tensiones por posibles nuevos aranceles y las renegociaciones de las reglas del T-MEC han frenado las exportaciones y detenido inversiones.

2. Debilidad de la demanda interna e inversión privada: Las familias gastan menos y las empresas invierten con cautela, posponiendo proyectos debido a la incertidumbre económica y política interna, lo que impacta negativamente el consumo y la inversión.

3. La ausencia del Estado de derecho y la elevada inseguridad.

4. El desmantelamiento de la superestructura institucional del país.

5. Las políticas fiscales y la falta de infraestructura: Un gasto público limitado, la persistencia de la inflación y problemas logísticos también obstaculizan el crecimiento necesario.

6. La consolidación fiscal: Las medidas para reducir el déficit fiscal, aunque necesarias, implican un menor gasto público que frena la actividad económica.

7. El fuerte retraso en el pago de las cuentas por pagar a proveedores y contratistas por parte del Estado Mexicano. Bursamétrica calcula que este pasivo representa cerca del billón de pesos.

8. La falta de financiamiento por parte del Sistema Financiero Mexicano a la actividad productiva.

Uno de los síntomas de este estado de incertidumbre es la caída en la inversión, lo que se llama la Formación Bruta de Capital Fijo, la que en su último reporte al mes de agosto presentó una baja del 2.7% mensual, equivalente a una contracción del 8.9% anual en el Gasto de Inversión. En sus componentes se observa una reducción del 7.0% anual en el Gasto de Inversión en Construcción. También se tiene una caída del 10.5% anual en la inversión en Maquinaria y Equipo. Con cifras originales en el año se tiene una contracción del 7.3% anual en la Inversión Fija Bruta. Sin Gasto de Inversión no puede darse crecimiento.

Otro de los síntomas es la caída en la confianza del consumidor que en su último reporte a octubre bajó 3.2% anual y acumula 10 meses de variaciones negativas.

El Indicador de Confianza Económica (IMCE) que calculamos junto con el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) nos dice que en octubre, se registró una ligera contracción mensual de 0.03%, al situarse en 71.01 puntos. Por dentro se ve una disminución mensual de 0.42% en la Situación Actual, mientras que la percepción de la Situación Futura –que mide la confianza para los próximos meses– mostró un repunte de 0.41% en el mes. En su comparación con octubre de 2024, el IMCE avanzó +0.53% anual, impulsado por una recuperación de 2.08% anual en la Situación Actual, mientras que la Situación Futura retrocedió -1.18% anual.

Las últimas encuestas de Citigroup y del Banco de México entre analistas del sector privado sostienen que para este año el crecimiento pudiera ser del +0-5% anual, y para el año entrante pudiera superar el 1% anual. Hasta ahora no se prevé una recesión, pero si se tiene una expectativa de que la anemia endémica va a continuar. México sigue siendo el país de la pobreza inexplicable.

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