Perspectiva Bursamétrica

Trump acelera acuerdos comerciales bilaterales: ¿qué podría seguir?

El presidente Donald Trump y su equipo económico han recibido peticiones de ejecutivos del sector de comercio a menudeo, quienes explicaron que el resultado de mantener aranceles altos sería una escasez comparable a la de la pandemia.

Este fin de semana Estados Unidos y el Reino Unido llegaron a la firma de un convenio marco para la negociación de un acuerdo bilateral de Comercio. Aunque no hay mucha información al respecto, se ha filtrado que el Reino Unido tendrá un arancel general del 10 por ciento en manufacturas, abrirán más su comercio en los servicios, y que ambos países trabajarán para reducir al mínimo las barreras no arancelarias al comercio recíproco.

Pero también hubo noticias sobre un “gran avance en las negociaciones con China”, después de dos días de conversaciones en Suiza destinadas a lograr una reducción a la escalada de una guerra comercial, como lo expresaron el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer.

Estados Unidos y China tienen un acuerdo comercial vigente, que se firmó al final del primer mandato de Trump en enero de 2020. En ese momento, al igual que con el TLC, el presidente Trump lo calificó de “histórico” y dijo que estaba “corrigiendo los errores del pasado”. China se comprometió a comprar más de 200 mil millones de dólares en bienes y servicios estadounidenses adicionales y a abrir su mercado a los sectores de agricultura y servicios financieros de Estados Unidos. Ahora Trump critica repetidamente a la administración Biden por no hacer cumplir el acuerdo después de que China no cumpliera sus promesas.

Muy sorpresiva resultó la declaración de Greer: “Es importante comprender la rapidez con la que logramos un acuerdo, lo que refleja que quizás las diferencias no fueron tan grandes como se creía”. Bessent y Greer dijeron que compartirán más información este lunes, lo que los mercados esperan con gran avidez.

Las tensiones entre las dos mayores economías del mundo alcanzaron un punto álgido extremo después del dos de abril, cuando el presidente Donald Trump aumentó progresivamente los aranceles a China hasta el 145 por ciento. El incremento progresivo se debió a su enorme superávit comercial con EU al papel que juega China en el comercio de fentanilo, y subieron más a las medidas de represalia impuestas por China tras los primeros anuncios de aranceles de Trump. China aumentó sus aranceles sobre los productos estadounidenses al 125 por ciento.

Al llegar a estos extremos y sin ninguna posible salida en el horizonte, de repente el secretario del Tesoro expresó que el nivel de los aranceles era algo absolutamente descabellado, y las perspectivas mejoraron sustancialmente ipso facto. Ambas partes reconocieron que era necesaria una reducción de las tensiones y los aranceles y se anunciaron conversaciones públicas.

El presidente Trump y su equipo económico han recibido peticiones de ejecutivos del sector de comercio a menudeo, quienes explicaron en reuniones con altos funcionarios que el resultado de mantener aranceles altos sería una escasez comparable a la de la pandemia, hiperinflación e irrupciones en las cadenas de suministro.

Por su parte el presidente chino, Xi Jinping intentó fortalecer su economía antes de las conversaciones, buscando diversificar su comercio con sus socios comerciales, pero no lo logró tan rápidamente como era necesario.

El secretario de Comercio, Howard Lutnick, declaró el viernes por la noche que era “imposible” que los aranceles se suspendieran por completo, independientemente del resultado de las conversaciones del fin de semana. Dando línea, el presidente Trump publicó en sus redes, antes de que comenzaran las reuniones: “¡Un arancel del 80% para China me parece correcto!”, y aclaró que la decisión dependía de su secretario del Tesoro, dejándole algo de espacio para la negociación.

Con todo esto, ¿Que podemos esperar para el T-MEC?: Para Canadá, el embajador americano Pete Hoekstra afirmó que va a ser imposible desaparecer los aranceles con Estados Unidos.

En la Convención Bancaria, la Dra. Claudia Sheinbaum se mostró optimista de que México pueda avanzar hacia una “prosperidad compartida” con la de Estados Unidos, la que calificó como una convicción, ante una muy buena relación que han establecido el Secretario del Tesoro Bessent y el secretario de Hacienda Edgar Amador, así como la relación permanente entre el secretario de Comercio Lutnick y el secretario de Economía, Marcelo Ebrad.

Ante todas estas señales, Bursamétrica mantiene como escenario base el desmantelamiento del Tratado trilateral, para pasar a negociar acuerdos bilaterales entre Estados Unidos y sus dos principales socios comerciales. Estados Unidos no puede prescindir de la integración con ambas economías, pero va a querer negociar con fuerza, para lo cual México ya le ha dado varios pretextos, como la reforma judicial, la contrarreforma de Energía y la desaparición de los organismos autónomos.

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