Coordenadas

Repunta la economía mexicana, pero viene desaceleración

El repunte observado entre abril y junio refleja una leve recuperación frente al desempeño registrado en los dos trimestres previos, pero aún persisten importantes riesgos.

El crecimiento económico en México durante el segundo trimestre del año se estima en 1.2 por ciento, duplicando la tasa registrada en el primer trimestre. ¿Esto implica que ya podemos estar tranquilos y que el riesgo de recesión ha desaparecido?

La respuesta corta es no. El repunte observado entre abril y junio refleja una leve recuperación frente al desempeño registrado en los dos trimestres previos, pero aún persisten importantes riesgos.

Analicemos algunos datos clave para entender mejor las tendencias actuales y la trayectoria previsible de la economía mexicana.

Según el Indicador Oportuno de Actividad Económica publicado por el INEGI el viernes pasado, en mayo y junio la economía creció a tasas anuales de 1.0 y 1.3 por ciento, respectivamente.

Hoy, el INEGI confirmará la cifra de mayo al publicar el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE), que incorpora datos del sector agropecuario, no considerados en las cifras oportunas.

Con la información ya disponible, podemos estimar que el crecimiento del segundo trimestre se ubique en el mencionado 1.2 por ciento. En contraste, el primer trimestre registró una tasa de 0.6 por ciento y el cuarto trimestre del año pasado apenas alcanzó un 0.4 por ciento.

Aunque esta secuencia de datos sugiere una recuperación gradual, es crucial analizar más a fondo para no sacar conclusiones apresuradas.

Como suele ocurrir, los diferentes sectores económicos avanzan a ritmos desiguales. Por ejemplo, en junio, la actividad industrial cayó -0.6 por ciento, mientras que el sector terciario, relacionado con comercio y servicios, creció un sólido 2.0 por ciento.

Observando el segundo trimestre en su conjunto, se anticipa una contracción de 0.6 por ciento en la industria, mientras comercio y servicios crecerán alrededor de 1.9 por ciento.

Estos últimos sectores dependen mayormente del mercado interno, mientras la industria está vinculada estrechamente a las exportaciones, vulnerables a la incertidumbre comercial internacional y particularmente sensibles a los aranceles impuestos por Trump.

Aunque no es imposible que las exportaciones mexicanas escapen de esta situación compleja, lo más probable es que el sector industrial siga deteriorándose en los próximos meses.

La pregunta clave es si el mercado interno será capaz de sostener el crecimiento económico en un contexto de menor dinamismo en la industria.

Uno de los indicadores esenciales del mercado interno es la masa salarial real, es decir, el poder adquisitivo total derivado de los salarios del sector formal.

Al cierre del primer trimestre, este indicador mostró un crecimiento anual de 4.1 por ciento, pero para junio ya se había reducido a 3.0 por ciento.

Esta desaceleración responde a un freno en el incremento salarial real y al estancamiento en la creación de empleos. A partir de julio, se anticipa incluso una reducción del empleo a tasa anual y menores incrementos salariales reales.

Aunque la masa salarial podría seguir creciendo, lo hará previsiblemente a tasas más moderadas, lo que limitará el consumo interno y frenará el ritmo económico.

La noticia positiva es que no se anticipa un colapso económico abrupto. Sin embargo, es altamente probable que los próximos trimestres de 2025 registren tasas de crecimiento más modestas.

La más reciente encuesta entre analistas realizada por Citi estima para 2025 un crecimiento anual de apenas 0.2 por ciento.

Considerando los datos actuales, que muestran un crecimiento económico de 0.9 por ciento en el primer semestre del año, podría esperarse una contracción aproximada de -0.5 por ciento en la segunda mitad, logrando así el crecimiento anual previsto de 0.2 por ciento.

Aunque elaborar pronósticos precisos sigue siendo complicado, existen razones sólidas para prever que la economía mexicana no podrá mantener el ritmo observado recientemente durante el resto del año.

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