Coordenadas

Lo que me dijo el secretario de Hacienda

Edgar Amador reconoce la incertidumbre existente. No obstante, confía en que al cierre del año los balances fiscales estarán cerca de lo previsto por Hacienda.

Edgar Amador debutó en la Convención Bancaria en su calidad de secretario de Hacienda y Crédito Público.

Tuve la oportunidad de conversar con él sobre algunos de los temas más importantes en el entorno económico actual, conversación que me pareció útil para comprender la lógica detrás de la política económica de la actual administración.

Comparto algunas de sus consideraciones.

Uno de los asuntos obligados fue el entorno internacional y su posible impacto sobre México.

Amador reconoce la incertidumbre existente. “Hay muchos riesgos de que se desvíen las estimaciones originales”, señaló respecto al PIB. No obstante, confía en que al cierre del año los balances fiscales estarán cerca de lo previsto por Hacienda. Como ejemplo, citó el crecimiento real de 9.9 por ciento en los ingresos tributarios hasta abril.

Sobre la conversación sostenida con las principales agencias calificadoras durante la reunión conjunta de primavera del FMI y del Banco Mundial, indicó que dichas agencias vigilan cuidadosamente las variables económicas del país, especialmente la relación entre la elasticidad de los ingresos fiscales y el ritmo del PIB. Destacó que se trata de un diálogo abierto y constante.

Otro encuentro relevante fue con Scott Bessent, secretario del Tesoro de los Estados Unidos. “Es un tipazo en lo personal”, comentó Amador, añadiendo que han tenido conversaciones muy productivas. Esta relación es importante porque, aunque teóricamente el tema de los aranceles recae en Howard Lutnick, secretario de Comercio estadounidense, es sabido que el liderazgo económico en el gobierno de Trump recae cada vez más en Bessent. De hecho, él encabezó las recientes conversaciones comerciales con China.

El secretario mexicano afirmó entender que sería ideal no tener aranceles, pero destacó que México está en una posición ventajosa frente a otros países, gracias a que los productos que cumplen las reglas de origen del TMEC, salvo algunas excepciones sectoriales, están exentos de aranceles, haciéndolos más competitivos en Norteamérica.

Las cifras de comercio exterior con Estados Unidos hasta marzo muestran que aún no se perciben efectos negativos, alcanzando niveles récord en exportaciones. No obstante —y esto lo digo yo—, la caída registrada en exportaciones automotrices durante abril puede ilustrar los riesgos futuros.

Amador explicó la lógica detrás de la apuesta por el Plan México, apoyándose en un análisis de cuentas nacionales. Indicó que las exportaciones netas no han contribuido significativamente al crecimiento económico debido al elevado nivel de importaciones. El objetivo del Plan México es aumentar la proveeduría local; de lograrse esto, aunque las exportaciones totales crecieran menos por las políticas comerciales de EU, las exportaciones netas podrían aportar más al crecimiento económico nacional.

Para conseguir este objetivo será esencial que se cumpla efectivamente el convenio firmado con la Asociación de Bancos de México (ABM), según el cual el crédito otorgado a las Pymes deberá alcanzar el 30 por ciento del total del crédito otorgado.

Las cadenas de valor relacionadas con el comercio exterior son extensas y complejas, ofreciendo múltiples oportunidades para que las Pymes mexicanas incrementen su participación.

Habrá que ver si, como le comentaba recientemente, este acuerdo trasciende la foto protocolaria y se convierte en realidad.

En conclusión, percibí a un secretario de Hacienda más confiado y firme en sus planteamientos de lo que podría desprenderse a simple vista.

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