Coordenadas

Dice Fink: EU ya está en recesión

Larry Fink, CEO de BlackRock, señaló que la mayoría de los altos ejecutivos con los que ha conversado recientemente piensan que la economía estadounidense ya se encuentra en recesión.

Van tres días de gran agitación en los mercados financieros y muchos se preguntan: ¿cuándo regresará la calma?, ¿cuándo volveremos a una situación más o menos estable, o al menos sin las sacudidas que hemos vivido?

En realidad, nadie lo sabe. Creo que ni siquiera el mismo Donald Trump.

¿Qué ha provocado la oleada de ventas que condujo, por ejemplo, al índice Nasdaq a una caída de 22 por ciento desde el 19 de febrero, o al S&P 500 a retroceder 17 por ciento en ese mismo lapso?

El alza de aranceles en Estados Unidos ha generado temores sobre el riesgo de una recesión.

Ayer, Larry Fink, CEO de BlackRock, habló en el Economic Club de Nueva York y señaló que la mayoría de los altos ejecutivos con los que ha conversado recientemente piensan que, de hecho, la economía estadounidense ya se encuentra en recesión.

Las recesiones se declaran oficialmente en ocasiones hasta que ya han concluido.

En Estados Unidos, el Buró Nacional de Investigación Económica es la institución que identifica el ciclo económico y cataloga las recesiones, pero lo hace mucho tiempo después.

La recesión más reciente duró de febrero a abril de 2020 y estuvo asociada a la pandemia y al confinamiento.

En México, existe un Comité de Fechado de los Ciclos Económicos, organizado por el INEGI y el IMEF. De acuerdo con este organismo, la recesión más reciente se extendió por 12 meses, desde junio de 2019 hasta mayo de 2020. Se asoció tanto a decisiones del gobierno de AMLO —especialmente la cancelación del aeropuerto— como a la pandemia.

Resulta útil contar con indicios más oportunos, pues a veces los diagnósticos de recesión son más bien forenses, es decir, se realizan cuando ya han terminado.

Fink dijo que, en este contexto, es probable que el dólar se debilite y que el consumo disminuya a medida que la economía y los consumidores se ajusten a la magnitud de los aranceles.

“Diría que, a largo plazo, esto representa más una oportunidad de compra que de venta”, pero agregó: “Eso no significa que no podamos caer otro 20 por ciento a partir de ahora”.

Uno de los parámetros utilizados para calcular escenarios posibles en el mercado accionario es el llamado “índice del miedo” o índice de volatilidad: el VIX.

Ayer por la mañana, tras la amenaza de Trump de imponer otro 50 por ciento de aranceles a China, ese índice llegó a 60 puntos. Un nivel así no se veía desde la víspera de la elección de Trump el año pasado, y previamente, solo en marzo de 2020, en plena pandemia.

Sin embargo, a lo largo del día bajó a 47 puntos. A veces, cuando el VIX alcanza niveles tan altos, es señal de un cambio de tendencia.

Si no hubiera medidas subsecuentes a las anunciadas por Trump y, por el contrario, surgieran señales de que podrían iniciarse negociaciones, quizás los mercados tenderían a encontrar un poco de estabilidad tras algunas semanas de agitación.

Pero si el conflicto comercial escala, no aparecen indicios de negociación y comienzan a evidenciarse signos de recesión, entonces no sería raro que enfrentáramos un mercado bajista de largo plazo, y que tuviéramos que esperar aún varios meses para ver un cambio de tendencia o un retorno gradual a la estabilidad.

A veces no son solo meses, sino incluso años los que tardamos en darnos cuenta de la profundidad de los cambios que las crisis traen consigo, incluso cuando se trata de crisis autoinfligidas, como la que está propiciando el gobierno de Trump.

Tuvimos que esperar varios años para calibrar las profundas consecuencias políticas de la crisis financiera y la recesión de 2008-2009.

El triunfo de Donald Trump y las tendencias antiglobalización, como el Brexit, fueron algunas de las consecuencias que tardaron años en manifestarse.

Hoy estamos pagando sus consecuencias.

Quizás esta vez las medidas de Trump estén gestando otro movimiento del péndulo, o al menos un cambio geopolítico de gran magnitud, si su estrategia proteccionista fracasa.

El mundo ya se puso de cabeza. Veremos ahora lo que viene cuando intente ponerse nuevamente de pie.

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