Coordenadas

¡Zas! Déficit récord de EU con México

Donald Trump y su equipo ya tienen argumentos adicionales para proponer aranceles a los productos provenientes de México.

Mala noticia para México.

No es sorpresa, pero, de cualquier manera, Donald Trump y sus allegados tienen argumentos adicionales para proponer aranceles a las exportaciones provenientes de México.

Ayer, el Departamento de Comercio de Estados Unidos señaló que el déficit comercial de EU con México ascendió a 171 mil 809 millones de dólares en 2024.

Este desbalance es el segundo más relevante para EU después de China, cuyo déficit llegó a 295 mil 402 millones de dólares.

Pero lo más relevante es que esta tendencia sigue en ascenso.

Hace poco más de ocho años, al término de 2016, cuando Trump pretendió limitar el déficit con México, la cifra era de 69 mil 333 millones de dólares.

Hoy, es 2.5 veces mayor.

El déficit comercial con China es hoy 15 por ciento menor que en 2016.

Aunque el déficit con Canadá también ha crecido, apenas representa 37 por ciento del que se tiene con México.

De hecho, México es el único país cuyo déficit con EU crece de manera sistemática y constante.

El pasado 30 de enero mencionamos en este espacio que hay dos tipos de aranceles en juego.

Por un lado, están los que Trump quiere imponer como castigo por lo que considera una falta de acción en el control del tráfico de fentanilo y la migración indocumentada.

Ese arancel, de 25 por ciento para México, se negociará en términos políticos y en función de los resultados de las estrategias del gobierno mexicano.

Pero, como refirió Howard Lutnick en su audiencia de confirmación como secretario de Comercio, puede haber otro arancel que nada tenga que ver con la seguridad y la migración, sino con el desequilibrio comercial.

Dentro del equipo de Trump, existe consenso sobre la utilidad de los aranceles.

Consideran que son una herramienta eficaz para promover la manufactura y la agricultura en Estados Unidos.

Sin embargo, el consenso de los economistas especializados sostiene que el crecimiento del déficit comercial no se debe a una desventaja estructural con EU ni se corregirá con aranceles.

Algunas de las razones detrás del crecimiento del déficit comercial son las siguientes:

1. Integración productiva.

La relación comercial entre EU y México está profundamente integrada.

Muchas empresas estadounidenses dependen de componentes manufacturados en México para ensamblar productos finales.

Un caso emblemático es la industria automotriz: las autopartes fabricadas en México se envían a EU, donde se ensamblan vehículos que luego se venden tanto en el mercado nacional como en el internacional.

Este modelo, aunque eficiente, genera un flujo constante de importaciones desde México, lo que incrementa el déficit comercial.

2. Costos laborales y competitividad.

Los salarios más bajos en México hacen que muchas empresas trasladen sus operaciones al país, especialmente en sectores intensivos en mano de obra como textiles, electrónica y manufactura ligera.

Esto reduce los costos de producción para las empresas estadounidenses, pero también desplaza empleos hacia el sur de la frontera.

3. Demanda interna en EU.

El consumo estadounidense sigue en expansión.

Los consumidores buscan productos más baratos, muchos de los cuales provienen de México gracias a la eliminación de aranceles bajo el T-MEC.

Aunque esto beneficia el poder adquisitivo de los estadounidenses, incrementa el déficit comercial.

Si las autoridades de EU hicieran un análisis objetivo y sin sesgos, concluirían que el crecimiento del consumo en su país deriva en gran parte de la integración económica de América del Norte.

El problema es que esa visión no encaja con la narrativa de Trump.

Aferrado a la idea de que el éxito de la manufactura estadounidense es el éxito del país, ignora al consumidor y subestima el peso creciente de la industria tecnológica como indicador del éxito económico.

El dato de ayer sobre el déficit comercial récord alimentará la presión para imponer aranceles.

No podemos perder esto de vista.

Debemos estar preparados para hacerle frente.

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