El 25 de este mes de mayo habrá de entrar en vigor un nuevo 'modelo', reglamento, relativo al manejo de datos personales en Europa. Podremos estar lejos del viejo continente, pero ese cambio exigirá a muchas empresas, grandes corporativos en México pero también incluso pequeñas empresas a prestar atención en sus estrategias para manejar los datos personales y tarde o temprano ello cambiará la manera en que los negocios se hagan en el país.
El 25 de mayo ingresa en funciones la GDPR, El Reglamento General de Protección de Datos. Se trata de un reglamento por el que el Parlamento Europeo, el Consejo de la Unión Europea y la Comisión Europea tienen la intención de reforzar y unificar la protección de datos para todos los individuos dentro de la Unión Europea (UE). También se ocupa de la exportación de datos personales fuera de la UE.
Una de las cuestiones fundamentales de este nuevo reglamento que tardó dos años en su aplicación para dar tiempo a las empresas para prepararse en el cumplimiento de los ordenamientos que incluye, es la gama de datos que se deben de observar como estratégicos y fundamentales en su manejo.
La UE ha ampliado sustancialmente la definición de datos personales en el marco del GDPR. Para reflejar los tipos de organizaciones de datos que ahora recopilan sobre personas, los identificadores online, como las direcciones IP, ahora son considerados como datos personales. Otros datos, como la información económica, cultural o de salud mental, también se consideran información de identificación personal.
O sea que el menú a cuidar se ha ampliado sustancialmente.
Y no se trata sólo de saber qué datos son ahora estratégicos para su cuidado sino también quiénes son los responsables de esos manejos y el encargado de controlarlos. Desde luego que el procedimiento para el manejo y su cuidado son fundamentales. Es un asunto estratégico que exige que las empresas comiencen a trabajar para alinear sus procesos a lo que marca Europa que ciertamente es mucho más estricto que Estados Unidos.
Se trata de que las empresas europeas, las firmas europeas con representación en México y las firmas que en México tengan relación con Europa observen esos lineamientos.
Y el asunto rebasa los ocho principios fundamentales que pretenden observarse a nivel mundial ya que existen en gran parte de las naciones desarrolladas o en la intención de alinearse a esas políticas.
Son normas corporativas vinculantes y las empresas que las conozcan y observen aumentarán sustancialmente las puertas a las que puedan acceder en los planos de la economía global. No observarlas significará cerrar esas puertas en los planos globales, al menos los relacionados con Europa.
Ahora que los escándalos de Facebook y Cambridge Analytica han quedado al descubierto los ordenamientos europeos hacen mucho más sentido.
En México mucho se ha avanzado pero seguimos lejos de poder acercarnos a los planos del cuidado y manejo estricto de los datos personales. Dicen los expertos en la materia que los cambios en Europa generarán presión para que en México se siga avanzando en esas políticas lo que a todas luces es positivo.
Por lo pronto el grueso de las Pymes que tienen o pudieran tener lazos comerciales con Europa, ni enteradas. No harían mal en ponerse al corriente si lo que desean es tener abiertas las puertas con el 'viejo continente'.