Eduardo Guerrero Gutiérrez

El plan que hace falta en Michoacán (y en otros estados)

Mientras la gente se sienta indefensa y los criminales sigan teniendo cómplices en los ayuntamientos, Michoacán será terreno fértil para el surgimiento de movimientos paramilitares.

Carta abierta a la presidenta Claudia Sheinbaum

Presidenta:

He reconocido en este espacio los logros en materia de seguridad alcanzados durante el primer tramo de su gestión, así como los aciertos de su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch. Sin embargo, el reciente asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, obliga a una reflexión profunda sobre los temas pendientes. El cobarde ataque en el que Manzo perdió la vida no es sólo un recordatorio de los riesgos que enfrentan los gobiernos locales, también revela una debilidad estructural en el movimiento político que usted encabeza. Una debilidad que no se resolverá con otro plan más, como los que ya han existido en Michoacán y en otros estados.

Los asesinatos de figuras con la talla de Carlos Manzo sacuden a la opinión pública. Pero cada día se registran hechos similares que pasan inadvertidos y que muestran el asedio criminal al que están sometidos los gobiernos municipales. Comparto un dato derivado del monitoreo de medios que coordino y que resulta elocuente: en el primer año de su gobierno, el crimen organizado asesinó, por lo menos, a 262 policías. Estos asesinatos se distribuyeron en 111 municipios de 26 estados. Culiacán, donde fueron ultimados 21 uniformados, encabeza la lista. Sin embargo, los criminales se ensañan sobre todo con ciudades pequeñas: las corporaciones municipales o comunitarias de lugares como Ayutla, Guerrero, o Teocaltiche, Jalisco, son las más golpeadas. Los delincuentes insisten en estas agresiones porque saben que son eficaces y que casi siempre quedan impunes.

Elementos policiales asesinados por el crimen organizado
1 de octubre de 2024 a 30 de septiembre de 2025
Fuente: lantiaintelligence.com
ClaveMunicipioFrecuencia
2002Mexicali1
2004Tijuana8
3003La Paz1
6002Colima2
6004Coquimatlán1
6007Manzanillo1
7027Chiapa de Corzo2
7034Frontera Comalapa5
7102Tuxtla Chico1
8001Ahumada2
8002Aldama1
8017Cuauhtémoc1
8037Juárez4
8040Madera3
11001Abasolo2
11003San Miguel de Allende1
11004Apaseo el Alto3
11007Celaya6
11014Dolores Hidalgo Cuna de la Independencia Nal.1
11015Guanajuato5
11017Irapuato2
11019Jerécuaro2
11020León4
11023Pénjamo2
11027Salamanca1
11031San Francisco del Rincón2
11032San José Iturbide1
11037Silao1
11041Uriangato4
11042Valle de Santiago3
11046Yuriria4
12001Acapulco de Juárez8
12011Atoyac de Álvarez1
12012Ayutla de los Libres13
12018Copala2
12029Chilpancingo de los Bravo2
12046Ometepec1
12057Técpan de Galeana2
13041Mixquiahuala de Juárez2
14039Guadalajara1
14091Teocaltiche6
15029Chicoloapan2
15045Jilotepec1
15052Malinalco3
15058Nezahualcóyotl1
15060Nicolás Romero1
15081Tecámac1
16006Apatzingán1
16008Aquila3
16012Buenavista1
16053Morelia1
16072Queréndaro3
16088Tarímbaro1
16090Tingambato2
16091Tingüindín4
16102Uruapan2
16105Vista Hermosa1
16108Zamora5
17026Tlayacapan2
17029Yautepec1
18020Bahía de Banderas1
19004Allende1
19018García1
19026Guadalupe2
19033Linares1
19039Monterrey1
19046San Nicolás de los Garza1
20028Heroica Ciudad de Ejutla de Crespo1
20075Reforma de Pineda1
20184San Juan Bautista Tuxtepec8
21015Amozoc2
21114Puebla4
21136San Miguel Xoxtla2
21164Tepeaca1
22006Corregidora1
23002Felipe Carrillo Puerto1
23004Othón P. Blanco1
23008Solidaridad2
24035Soledad de Graciano Sánchez1
25006Culiacán21
25008Elota1
25012Mazatlán5
25018Navolato4
26018Cajeme5
26030Hermosillo1
26055San Luis Río Colorado1
26072San Ignacio Río Muerto1
27004Centro7
27009Jalapa1
27011Jonuta1
27012Macuspana1
27014Paraíso2
28033Río Bravo1
28035San Fernando2
29034Tlaxco1
30016La Antigua3
30033Cazones1
30045Cosamaloapan de Carpio1
30053Cuitláhuac1
30066Espinal1
30102Martínez de la Torre1
30117Omealca1
30158Tecolutla1
30183Tlapacoyan2
30192Vega de Alatorre2
30196Yanga1
32010Fresnillo2
32017Guadalupe1
32020Jerez2
32025Luis Moya2
32055Villanueva2

No es casual que sea precisamente en Michoacán donde la violencia criminal haya detonado uno de los movimientos de protesta más potentes de su administración. Michoacán no es el estado con más homicidios. En el último trimestre fue superado por Sinaloa, Guanajuato y Chihuahua. Pero desde hace años las organizaciones asentadas allí –Los Caballeros Templarios, el CJNG, Los Viagras y los Cárteles Unidos– han perfeccionado un modelo particularmente odioso de negocio criminal.

Primero, buscan a toda costa imponer su voluntad en los ayuntamientos: promueven a sus propios candidatos o, cuando eso falla, recurren a la intimidación y a la violencia. Asesinar policías es una de sus tácticas más socorridas. En casos excepcionales se van contra el alcalde. En el primer año de su gobierno, las corporaciones policiales de 11 municipios michoacanos fueron blanco de ataques letales. No sorprende que Uruapan esté entre ellos: el último registro de un policía asesinado en ese municipio data del 14 de septiembre. Una vez que los criminales doblegan al palacio municipal, pueden ejercer tranquilamente el negocio más rentable de todos: cobrar sus propios impuestos. En Michoacán, la riqueza está en el campo, y las extorsiones se concentran en los productores de aguacate, limón y berries, aunque se extienden a casi cualquier negocio.

Ante esta realidad, el Plan para Michoacán no puede limitarse a lo de siempre: reforzar el despliegue militar, ampliar el gasto social o incrementar la obra pública. Tampoco bastará con capturar a El Plumas, al Tío Laco, a El Migueladas, ni siquiera al mismísimo Mencho. Lo indispensable es mandar un mensaje claro, respaldado con acciones, a todas las autoridades del estado. Se les debe garantizar que su seguridad personal, así como la de sus familias, está siendo protegida, ya sean alcaldes, regidores o policías. Pero también se debe demostrar que están en la mira y que ya no habrá tolerancia hacia quienes operen a favor de los criminales (que no son pocos). No se trata de empezar una cacería de brujas, que no tendría fin, pero sí de poner un alto.

Finalmente, advierto sobre el riesgo de posponer la tarea de blindar los ayuntamientos –y muchas otras instituciones del Estado mexicano– frente a la influencia criminal. Hasta ahora, hemos sido inmunes a la ola de populismo de extrema derecha que ha arrasado en otros países. Pero esa inmunidad no está garantizada en el futuro próximo

Carlos Manzo fue valiente al denunciar la colusión entre autoridades y criminales, y al buscar la depuración de la policía municipal de Uruapan. Pagó con la vida. Sin embargo, su discurso, por momentos, también tenía tintes preocupantes. Algunos lo llamaban el “Bukele mexicano”. No es la primera figura justiciera que surge del comprensible hartazgo de la sociedad michoacana. Mientras la gente se sienta indefensa y los criminales sigan teniendo cómplices en los ayuntamientos, Michoacán será terreno fértil para el surgimiento de movimientos paramilitares, lo mismo que para liderazgos que promuevan soluciones de “mano dura”, contrarias a la agenda humanista que su gobierno dice defender.

Con respeto, pero con urgencia, le invito, presidenta, a mirar de frente esta realidad. Porque de la fortaleza y buen tino de sus decisiones en Michoacán dependerá, en buena medida, la credibilidad de su proyecto de paz y de justicia para todo México.

COLUMNAS ANTERIORES

Michoacán arde de nuevo
¿Nueva pax narca? El ascenso del CJNG y los límites del Estado mexicano

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.