Eduardo Guerrero Gutiérrez

¿Quiénes son nuestros desaparecidos?

El 60% de las víctimas de ‘levantamientos’ se concentra en Veracruz, Sonora, Guerrero, Sinaloa, Oaxaca, Guanajuato y Puebla. Un tercio de estos casos ha sido de carácter masivo.

En Lantia Intelligence hemos recolectado sistemáticamente en fuentes abiertas los datos de una gran variedad de personas que desaparecen en México. A continuación expondré algunas piezas de información que me parecen reveladoras sobre algunas de las principales características de las víctimas de desaparición, en cuatro modalidades: personas que son víctimas de raptos, sin que después los delincuentes que los cometieron se comuniquen para pedir un rescate. A este tipo de incidentes les llamamos coloquialmente ‘levantamientos’. En un segundo grupo tenemos los casos de las personas cuya desaparición se anuncia en boletines como, por ejemplo, las alertas Amber, y que circulan en redes como Facebook y X. En tercer lugar tenemos el ocultamiento de cadáveres en fosas clandestinas. Y, finalmente, tenemos en cuarto lugar el caso de la desaparición forzada, cuando se presume que en la desaparición estuvo involucrada alguna autoridad gubernamental.

Por lo que se refiere a los ‘levantamientos’, 60% de las víctimas se concentra en Veracruz, Sonora, Guerrero, Sinaloa, Oaxaca, Guanajuato y Puebla. Un tercio de estos incidentes es de carácter masivo (es decir, se trata de eventos en que los criminales se llevan a cuatro o más víctimas). Dos de cada 10 víctimas ‘levantadas’ son mujeres, y la mitad de las víctimas tiene entre 18 y 33 años de edad. Menos de 10% de quienes son ‘levantados’ son funcionarios públicos y, de éstos, la mitad son policías municipales. Sólo 20% de las víctimas es hallado con vida posteriormente.

Por lo que atañe a las personas reportadas como desaparecidas y que cuentan con un boletín de búsqueda, alrededor de 40% son mujeres, mientras que 60% son hombres. Si atendemos a algunos de los rasgos fisonómicos que aparecen en las fichas de desaparición, 60% de las mujeres tiene una estatura menor a la del promedio nacional y, en el caso de los hombres, 64% tiene una estatura mayor. Una de cada dos mujeres desaparecidas tiene entre 12 y 17 años de edad, mientras que 80% de los hombres son mayores de edad. Cerca de 60% de las mujeres desaparecidas tiene una complexión delgada, casi la mitad tiene el cabello largo, y cerca de 70% son descritas con tez ‘morena clara’ o ‘blanca’.

Se identifican patrones diferenciados entre las entidades. Por ejemplo, de las tres entidades con más boletines, se observa que en el Estado de México casi la mitad del total corresponde a mujeres, en Guanajuato alrededor de 30% y en Jalisco, 25%. En Guanajuato, Jalisco y Estado de México 60% de las mujeres desaparecidas tiene entre los 18 y los 26 años de edad, mientras que en Puebla y Quintana Roo la mayor proporción de mujeres desaparecidas son adolescentes entre los 12 y los 17 años de edad. Por otra parte, Michoacán, San Luis Potosí y Zacatecas poseen la mayor proporción de varones jóvenes desaparecidos (entre 18 y 26 años edad).

En tercer lugar, tenemos el grupo de personas cuyos restos fueron ocultados en fosas clandestinas. En este rubro se observa una tendencia al alza desde 2015 a nivel nacional. Más de 60% de las víctimas se concentra en Jalisco, Veracruz, Guerrero, Sonora, Coahuila y Sinaloa. En Jalisco y Coahuila cerca de la mitad de las fosas halladas son masivas (con cuatro o más víctimas). A nivel nacional, el promedio de víctimas por fosa clandestina es de cuatro, mientras que en Coahuila, Veracruz y Jalisco el promedio de víctimas por fosa es de 18, 11 y 9, respectivamente. El 60% de las fosas se encuentra en comunidades rurales, y 40%, en comunidades urbanas.

Un dato de interés es que en las regiones donde se registra un aumento en el número de mujeres desaparecidas, se registra también una disminución en el número de víctimas halladas en fosas clandestinas. Por el contrario, en las zonas donde hay un aumento en el número de hombres desaparecidos nos encontramos un aumento en el número de víctimas halladas en fosas clandestinas.

Finalmente, en lo que toca a los casos de desaparición forzada, este tipo de víctimas presenta una tendencia al alza durante los últimos años. Casi 70% de las víctimas se concentra en seis entidades federativas: Guerrero, Veracruz, Zacatecas, Sinaloa, Puebla y Quintana Roo. El 60% de las víctimas desaparecen en eventos masivos (de cuatro o más víctimas). Casi 90 por ciento de las víctimas de desaparición forzada son hombres. Por lo demás, es posible identificar el tipo de autoridad considerada como victimaria o responsable de la desaparición forzada, casi 80% se concentra en tres tipos de autoridades: policía municipal (50%), militares de la Secretaría de Defensa (15%), y policía estatal (15%).

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