House of Films, la central de producción audiovisual de Grupo UPAX, celebra su segundo aniversario con cifras que reflejan su crecimiento y versatilidad en la industria. Bajo el liderazgo de Fermín Acosta, la compañía ha desarrollado más de 25 mil producciones, escrito 10 mil guiones y recorrido mil 500 kilómetros en rodajes a lo largo del país, consolidándose como un actor clave en la creación de contenidos audiovisuales.
En estos dos años, House of Films ha impulsado la producción de series, podcasts y contenidos originales, conectando marcas con audiencias a través de storytelling, marketing y producción técnica de alto nivel. Su modelo colaborativo abarca sectores como retail, banca, tecnología, deportes, cosméticos y telecomunicaciones, entre otros.
Un aspecto distintivo de la central es la integración de inteligencia artificial (IA) en sus procesos, lo que ha optimizado la logística y producción. Sin embargo, Fermín Acosta destaca que la IA no busca sustituir al talento humano, sino potenciarlo, lo que permite mantener la creatividad y la calidad como pilares fundamentales.
En tiempos donde los contenidos originales son clave para conectar con los consumidores, House of Films se posiciona como un referente en el sector audiovisual mexicano, combinando innovación tecnológica y talento humano para ofrecer soluciones integrales a sus clientes.
¿Usura sindical en México?
El Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC), encabezado por Alejandro Martínez Araiza, recauda 51 millones de pesos anuales a través de una polémica “tienda de raya digital”. Se trata de una plataforma que permite a los 17 mil trabajadores afiliados acceder a créditos con tasas de interés anual cercanas al 160 por ciento.
Además de las cuotas sindicales, los trabajadores pagan un promedio de 252 pesos mensuales por servicios adicionales como descuentos, asistencia médica, funeraria y cupones de tiendas comerciales. Sin embargo, disidentes del sindicato denuncian que estos servicios, gestionados por terceros como Beneficios 360, Karam e Integralis, tienen un costo real menor a 100 pesos por persona, lo que cuestiona la transparencia del uso de los recursos.
Cada trabajador aporta 3 mil 24 pesos al año, lo que convierte al esquema en una fuente millonaria para el sindicato, mientras que los servicios ofrecidos podrían obtenerse de manera independiente. Este modelo ha generado críticas por su impacto económico en los trabajadores, quienes denuncian prácticas abusivas y demandan mayor regulación para evitar este tipo de esquemas que afectan su economía.
¿Quién accede al capital?
En el mundo financiero, el refrán “el dinero no duerme” se adapta perfectamente al auge de los mercados privados, un fenómeno que ya no es una tendencia, sino una transformación estructural del sistema financiero global. En eventos como el Milken Global Investors Symposium y la Carmo Private Markets Conference, el tema domina las conversaciones: los mercados privados están desplazando a la bolsa como el destino preferido para el capital.
Según Marco Moreno, socio de Cerity Partners, el capital privado ha crecido a tal escala que redefine las reglas del juego. Fondos como Apollo, Blue Owl y Blackstone ya no son simples administradores de activos, sino arquitectos de una nueva economía financiera. Este escenario ha extendido los ciclos de vida del capital, retrasando la llegada de muchas empresas a los mercados públicos.
Sin embargo, este modelo no es inclusivo. Family offices y pequeños inversionistas institucionales están siendo relegados debido a su incapacidad para acceder al codiciado first look, esa primera oportunidad para invertir en las mejores opciones. En un entorno donde la innovación y la rentabilidad se mueven fuera de la vista pública, el riesgo es que los mercados privados se conviertan en espacios exclusivos para unos pocos privilegiados.
El debate no está en si los mercados privados seguirán creciendo, sino en quién podrá participar en ellos. El reto será evitar que esta transformación estructural profundice aún más las inequidades en el acceso al capital. Si los mercados privados son el futuro, es crucial garantizar que no se conviertan únicamente en un juego de grandes ligas, dejando a los pequeños jugadores fuera del tablero.