Desde hoy, Yammil Guaida asume como director de Experiencia de Conectividad Global del Cliente y OnStar en México, la plataforma de General Motors México, encabezada por Paco Garza.
OnStar, con 12 años de operación en el país, ofrece servicios de conectividad y seguridad vehicular, incluyendo asistencia en emergencias, navegación y recuperación de vehículos robados.
Actualmente, más de 290 mil vehículos están conectados a OnStar en México. La marca informa que la plataforma ha demostrado su eficacia con un 75 por ciento de éxito en recuperación de vehículos robados y más de 41 mil emergencias atendidas desde su llegada al país.
Por lo pronto Yammil Guaida liderará estrategias para mejorar la atención al cliente y las operaciones de este servicio personalizado.
El directivo sustituye a Gonzalo Escobar, quien ocupó el cargo desde 2022. Guaida, que inició su carrera en General Motors México en 2014, es licenciado en Dirección y Administración de Empresas y tiene una Maestría en Administración de Empresas, ambas por la Universidad Anáhuac.
Whirlpool elige EU
Whirlpool anunció una inversión de 300 millones de dólares para expandir su producción de lavadoras y secadoras en Estados Unidos, enfocándose en sus plantas de Ohio, donde se planea generar entre 400 y 600 empleos. Esta decisión responde, en parte, a las políticas arancelarias que han afectado a competidores extranjeros, fortaleciendo la ventaja competitiva de la producción nacional.
El movimiento refuerza una tendencia clave: más empresas están priorizando inversiones en Estados Unidos en lugar de otros países como México, donde históricamente han encontrado costos de producción más bajos.
Actualmente, el 80 por ciento de las ventas de Whirlpool en EU provienen de productos fabricados localmente, en contraste con el promedio del 25 por ciento que representan sus competidores. Esta estrategia ha permitido a la compañía capitalizar su mercado interno y evitar los impactos de los aranceles impuestos durante la administración de Donald Trump.
Apuesta fiscal peligrosa
La intención de Hacienda de elevar de 30 a 50 por ciento el IEPS sobre la industria de juegos y sorteos podría convertirse en un tiro por la culata. Aunque el titular de la dependencia, Edgar Amador, sostiene que con ello México alcanzará estándares internacionales y recaudará más de 5 mil millones de pesos adicionales en 2026, la realidad del mercado mexicano es diametralmente opuesta a la europea. Y es que, más del 60 por ciento de las operaciones en línea son ilegales y existen alrededor de 4 mil 500 plataformas que no pagan impuestos ni cumplen regulaciones.
Castigar con mayor carga fiscal a quienes sí cumplen con la ley podría incentivar que los jugadores migren hacia la informalidad, reduciendo la base gravable en lugar de ampliarla. La industria formal, que aporta más de 10 mil millones de pesos en contribuciones y genera más de 60 mil empleos directos, advierte que sin una reforma regulatoria integral —la actual data de 1947— cualquier aumento será contraproducente. Pues los ajustes ya están en manos del Poder Legislativo y se espera que este jueves sea votada y aprobada después de su análisis y discusión. Al tiempo.
IA en seguridad empresarial
Dynatrace, plataforma de observabilidad basada en IA, presentó los hallazgos del “Reporte sobre el estado de la observabilidad 2025”, basado en una encuesta a más de 800 líderes tecnológicos de grandes empresas, donde encontró que 100 por ciento de los encuestados ya utiliza IA en sus operaciones, principalmente para gestión de datos (57 por ciento), gobernanza de IA (50 por ciento) y seguridad (46 por ciento).
Los directivos identificaron que la detección de anomalías (41 por ciento) y la respuesta en tiempo real a riesgos de seguridad (37 por ciento) son áreas donde la automatización basada en IA genera un valor significativo.
Además, el 50 por ciento espera implementar capacidades avanzadas de cifrado, evaluación de riesgos y detección de amenazas para 2030.
Según Alois Reitbauer, director de Estrategia Tecnológica de Dynatrace, las empresas deben evolucionar hacia experiencias nativas de IA, garantizando que sus sistemas sean escalables, transparentes y confiables, un desafío clave para la observabilidad.