De Jefes

‘Acá entre nos’: el dilema de la IA y los derechos de autor

La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación evalúa si una obra creada por inteligencia artificial puede ser registrada como propiedad intelectual.

La Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), presidida por Martín Urieta Solano, compositor de canciones icónicas como Acá Entre Nos, Bohemio de Afición y Mujeres Divinas, solicitó cautela ante posibles interpretaciones legales que pondrían en riesgo los derechos de los creadores. Esto surge a raíz del proyecto de sentencia preliminar del Amparo Directo 6/2025, actualmente bajo análisis de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que evalúa si una obra creada por inteligencia artificial (IA) puede ser registrada como propiedad intelectual.

El proyecto preliminar sugiere que los productos generados por IA podrían considerarse bienes públicos y explotarse gratuitamente. Sin embargo, la SACM advierte que esta postura no debería ser definitiva, ya que no corresponde a la Corte emitir un criterio concluyente sobre si las obras de IA pertenecen al dominio público.

La SACM subraya que lo que está en juego no es solo un criterio técnico, sino la protección constitucional e internacional de los derechos de autor. “El peligro de debilitar estos principios es real y no se pueden tomar a la ligera”, señaló la organización.

Insisten en que cualquier decisión debe garantizar que los derechos de autor no se vean vulnerados, especialmente en un contexto donde la tecnología avanza rápidamente y redefine los límites de la creatividad.

Este caso pone en el centro de la discusión la importancia de proteger el trabajo de los compositores y creadores, quienes, como Martín Urieta, han enriquecido la cultura con obras que trascienden generaciones.

Franke invierte 82 mdd en México

Grupo Franke, fabricante global de soluciones para cocinas residenciales, restaurantes de servicio rápido y tiendas de conveniencia, inauguró una nueva planta en San Luis Potosí con una inversión de 82 millones de dólares. La instalación forma parte de su división Franke Foodservice Systems y será clave en su estrategia de expansión en Norte, Centro y Sudamérica.

La planta cuenta con 31 mil metros cuadrados, 16 mil de producción y 10 mil de almacén, y ya emplea a 200 personas, con la proyección de llegar a 500 empleos directos, además de generar cerca de mil indirectos en logística, cadena de suministro y servicios.

Desde esta sede se fabricarán cocinas comerciales, estantería para bebidas y mobiliario especializado. En los próximos meses se incorporarán líneas de carpintería y refrigeración, alineadas con la demanda de personalización y eficiencia operativa para grandes cadenas globales.

La decisión estratégica estuvo encabezada por Peter Revesz, CEO de Franke Foodservice Systems, y Patrik Wohlhauser, CEO global del Grupo Franke, quienes ven en México una plataforma clave para robustecer la cadena de suministro, reducir tiempos de entrega y consolidar su presencia en el continente.

Equipada con tecnologías de vanguardia como corte por láser de fibra, soldadura por plasma, espumado de alta presión, pruebas automatizadas y sistemas de trazabilidad para componentes críticos, la planta está diseñada para ofrecer alta precisión y productividad. Además, la planta representa un nuevo estándar en manufactura sostenible al integrar paneles solares, gestión de aguas pluviales, sistemas de reutilización del agua y sensoresde energía inteligentes.

Inversión farmaceútica urgente

La Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) pidió al gobierno de Claudia Sheinbaum crear condiciones regulatorias, fiscales y de seguridad que permitan incrementar la inversión en investigación clínica en México de 200 millones a 2 mil millones de dólares anuales, un aumento del 900 por ciento. Larry Rubin, director ejecutivo de la AMIIF, destacó la disposición de la industria farmacéutica para contribuir con esta inversión y reconoció la prioridad nacional que la presidenta ha dado a la agenda farmacéutica. Más del 90 por ciento de los estudios clínicos en México son impulsados por empresas afiliadas a la AMIIF, como Pfizer y Novartis. Por su parte, la Secretaría de Economía busca cooperación con la industria farmacéutica estadounidense para fabricar más medicamentos en la región y reducir la dependencia de Asia.

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