El pasado jueves le informamos que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una orden para prohibir los cigarrillos electrónicos de Juul en el mercado estadounidense, un tremendo golpe para la firma que, según reportes, han llevado a la compañía que encabeza K.C. Crosthwaite a evaluar declararse en bancarrota.
El pasado viernes, el diario Wall Street Journal informó que la compañía puede buscar protección de la Ley de Quiebras de Estados Unidos si no logra revertir la prohibición del gobierno de la Unión Americana para avalar la venta de sus cigarros electrónicos.
Los ingresos de la compañía han caído en más de 500 millones de dólares y se ha visto obligada a despedir trabajadores.
En México, como se sabe, la situación para este tipo de productos no es muy diferente, pues la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Gobernación (Segob) emitieron a finales de mayo una Alerta Sanitaria Máxima en contra de los vaporizadores, a pesar del fallo emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que determinó que es inconstitucional la prohibición para distribuir y comercializar vaporizadores.
Juul defiende, en México y en Estados Unidos, que su producto es seguro, debido a que no se trata de un vapeador, sino que es un calentador de tabaco, pero el hecho es que mientras son peras o manzanas, la empresa no lo pasa bien.
Juul, que alguna vez fue una startup muy promocionada, ha visto su negocio disminuir en los últimos años después de que los reguladores desaprobaron sus productos de cigarrillos electrónicos con sabor y las demandas acusaron a la compañía de dirigir su comercialización a usuarios menores de edad. Los ejecutivos de Juul mantienen firmemente que nunca se han dirigido a los jóvenes en su publicidad.
Por lo pronto, Juul Labs solicitó a un tribunal federal que emita una orden de emergencia para bloquear la decisión de la FDA de prohibir sus productos de cigarrillos electrónicos en el mercado estadounidense.
“La acción extraordinaria e ilegal de la FDA, que exige que JLI detenga de inmediato prácticamente todas sus operaciones comerciales, justifica la medida provisional de emergencia solicitada”, dijo Juul en una presentación del viernes pasado.
La empresa solicitó al tribunal que suspenda la prohibición hasta el 27 de junio, cuando puede presentar un escrito en el que exponga sus argumentos con mayor detalle.
Presenta CT Group la unidad móvil Cinetransformer
CT Group, empresa mexicana, dirigida por Julio Fernández, creó y patentó en 1995 su propia caja: la Unidad Móvil Cinetransformer, bajo el lema: Think Inside The Box. Se trata de una plataforma expandible de alta tecnología que puede integrar y transportar cualquier tipo de experiencia cinematográfica a todas partes.
Con 30 años de experiencia y más de 20 unidades Cinetransformer desplegadas en México, Estados Unidos, Canadá, Brasil y Europa, la firma permite crear una experiencia cinematográfica completa, presentando clásicos y nuevos hits de las mega producciones que hay en el mundo,
Recientemente, CT Group reunió a más de 200 invitados, entre directores de empresas, ejecutivos de marketing y publicidad, celebridades e influencers para presentar su cine móvil Cinetransformer, proyectando cortometrajes galardonados y de importantes películas actuales, con la finalidad de que el público conozca las posibilidades que tiene este modelo de negocios.
Economía colaborativa crece
La llamada economía colaborativa, conformada por miles de trabajadores que se emplean por su cuenta como repartidores u operadores de plataformas electrónicas, es una buena opción para combatir la informalidad en México. De acuerdo con Safeshopping, la plataforma especializada en esos temas, los ingresos en ese sector crecen a un ritmo mucho mayor que otras plazas laborales, con la ventaja de la flexibilidad en los horarios y en el tipo de servicio que brindan a través de una o varias empresas. La mitad de los 300 mil trabajadores de plataformas afirma que ganan más con respecto a otros empleos.
Otro dato señala que este sector tributa al fisco 300 millones de pesos. Cabe aclarar que esa tributación es de los trabajadores, no de las empresas.